Ejército, Industria Militar y Nación Política

En este artículo se pretende hacer un análisis sobre lo que significan las Fuerzas Armadas en una nación política. ¿Por qué existen los ejércitos?, ¿para que sirven?, ¿Por qué una nación política nunca podrá prescindir de su ejército y si lo hace estará firmando su sentencia de muerte?

Para abordar  estas cuestiones no se va a partir desde categorías éticas que es desde donde parten muchas ideologías actuales .Para entender el significado de los ejércitos hay que establecer una teoría del Estado sólida  y analizar las ideas de guerra y de paz, ambas indisociables y correlativas. Pertenecientes a la categoría de las ciencias políticas más que a las categorías de la Ética, que es donde se empeñan en encuadrarlas todos los ideólogos de moda.

Para entender el significado de los ejércitos hay que decir que la existencia de éstos implica la existencia de un estado previo. No hay ejércitos si no hay Estado, por lo que necesitamos una teoría del Estado para ver en que lugar y de que manera se da el poder militar en éste.

En las sociedades preestatales no habría guerras propiamente dichas, sino enfrentamientos entre pequeños grupos que no podían considerarse ejércitos, más bien, bandas o grupos armados irregulares que no dominan un territorio de forma clara y permanente. No existen guerras ni ejércitos hasta que no se da una apropiación total de un territorio por parte de un grupo o grupos humanos (etnias, tribus). Es a raíz de esta apropiación territorial permanente cuando se forma el Estado y con éste el poder militar.

Las ideas de guerra y paz son indisociables y correlativas, pertenecientes al campo de la ciencia política, no son simples antagonismos psicológicos. La paz solo puede darse en función de una guerra y éstas se dan de forma canónica entre estados. Puede haber guerras civiles dentro de un estado pero en principio las guerras son entre estados.Los actos de terrorismo no son actos de guerra. La paz podría entenderse de esta manera como la «ausencia de guerra». Todos los estados buscan «su paz», buscan siempre la «paz de la victoria», mediante la guerra si hace falta.

Según la teoría del Estado que utilizamos, la que nos ofrece Gustavo Bueno en su obra «Primer Ensayo sobre las categorías de las ciencias políticas». El poder militar se encuadra en la capa cortical junto con el poder federativo y poder diplomático.El poder militar está muy relacionado  con la Diplomacia y la política exterior.Por lo que la capa cortical del cuerpo del Estado realizaría la función de establecer relaciones con otros estados (que también establecen relaciones entre ellos) en lo que llamaríamos «dialéctica de estados».

Como apuntaba Carl von Clausewitz (1780-1831) militar prusiano, en «De la Guerra»: la Guerra sería una manifestación de naturaleza claramente política. La guerra sería una continuación de la política por otros medios, por lo tanto sería esa parte de la política que comienza cuando se agotan todas las posibilidades diplomáticas (el diálogo).

Por la experiencia histórica, sabemos que no solo no han cesado los conflictos bélicos, se siguen produciendo recientemente y en la actualidad (Yugoslavia ,Irak,Afganistán,libia, …) y parece con toda seguridad que no cesarán de producirse (Palestina,Siria ,¿Irán ?…)

Según la experiencia histórica: ¿no cabe afirmar que una paz perpetua para toda la humanidad es imposible o por lo menos improbable?

Teniendo en cuenta que la guerra tiene una esencia principalmente política: ¿no cabe plantearse que el origen de las guerras no estaría en una «ética equivocada» de «personas malignas individuales», sino que habría que buscarlo en los resultados producidos por las relaciones dialécticas de los estados ,en continua competencia a muerte unos con otros?

Desde nuestras coodenadas queremos hacer hincapié en estas cuestiones denunciando el panfilismo propio de las ideologías pacifistas. Y también a los «pacifistas de mala fe», que utilizan el pacifismo para perjudicar a una o varias de las partes en un conflicto.

El hecho de dar cuenta de estas cuestiones, no quiere decir que las guerras sean deseables desde un punto de vista psicológico o ético.Cualquier persona en su sano juicio no desea que haya guerras ni violencia de ningún tipo, la guerra nunca es un fin en sí mismo. Pero meter la cabeza bajo tierra como las avestruces dejándose llevar por ideologías pacifistas universalistas es un suicidio para cualquier país.

A raíz de la crisis económica actual , muchos ideólogos y opinólogos de «izquierdas» pacifistas han planteado desde diversos medios de comunicación , una reducción del presupuesto militar para paliar la crisis. De la misma manera lo planteaba el desinflado y confuso movimiento 15-M en su «programa».

Bastantes lectores considerarán que en una crisis como la que se está pasando ,es de lo más congruente reducir gastos. Y un gasto que no parece importar mucho a la población, o por lo menos parece ser secundario ,es el gasto militar.Pero desde nuestra organización consideramos que es un tremendo error considerar el gasto militar como secundario, y un delirio considerar que debería suprimirse todo gasto en defensa.

Con la llamada a filas de los últimos quintos de la «mili» hacia el año 2001, el presupuesto militar ya había bajado considerablemente desde el año 1988. A finales de los años ochenta España destinaba un 2% del P.I.B en defensa mientras que en 2001 cuando deja de existir el servicio obligatorio se invierte un 1,2 %.Presupuesto que llegaría a bajar hasta el 1% en el año 2005 para situarse en 2009 en un 1,3% de P.I.B (en la actualidad 1,2%). Si tenemos en cuenta la población y las dimensiones de nuestro país, y comparamos las inversiones en defensa de otros paises en relación dimensiones y población.

País Gasto Militar Año
Italia 1,8% 2005
Rumania 1,9% 2007
Noruega 1,9% 2005
Marruecos 5% 2003
Reino Unido 2,4% 2005
Polonia 1,71% 2005
Alemania 1,5% 2005

La inversión española en defensa está claramente por debajo: 1,2 %. Teniendo en cuenta la posición geoestratégica de España, las diferencias que puedan existir de P.I.B entre países ,y «misiones de paz» que cumplir en el exterior , el presupuesto militar español puede decirse que es más que ajustado.

España forma parte como todo el mundo sabe de la O.T.A.N., organización que comanda claramente EEUU. Y que sus socios europeos tienen muy dificil actuar en conflictos importantes sin la ayuda de los «useños»(vease Libia).España además de sus alianzas internacionales, como toda nación política soberana tiene sus propios intereses geoestratégicos. Éstos en algunas ocasiones pueden estar en conflicto con los intereses geoestratégicos de otros estados que forman parte de la O.T.A.N.Por ejemplo el caso de Gibraltar con Inglaterra , impidiendo el control de esa zona por parte de las patrulleras de la Guardia Civil . Territorio que además es reclamado por España desde 1713 .

Los estados luchan por el control de nuevos territorios que ya se encuentran apropiados por otra nación política o imperio, los territorios españoles de Ceuta Y Melilla son reclamados por el Reino de Marruecos. Hasta el llamado «terrorismo islámico», que no es ajeno a unos estados islámicos con nombre y apellidos, reivindica incluso los territorios que supuestamente formaban «Al-Andalus».

Si tenemos en cuenta que todo estado , pese a las alianzas militares que tenga, tiene sus propios intereses geoestratégicos, y que hay estados y organizaciones terroristas (amparadas por estados) que amenzan la integridad territorial de España… Parece razonable centrar la atención en una institución que se encuentra en el cuarto trasero del Estado( Hace poco la ministra Chacón planteaba  un doce de octubre «mas civil» para futuros años),y que sale por el mundo de vez en cuando en «misión de paz»a extender «La Democracia»:Las Fuerzas Armadas Españolas.

Desde IH abogamos por que se revitalice la institución castrense. Y para ello no solo ponemos el grito en el cielo ante cualquier intento de reducir el ya ajustadísimo presupuesto militar, sino que consideramos que es necesario aumentar en gasto militar en la medida que sea posible y cuando las circunstancias lo permitan.Además ese aumento de presupuesto debe ir acompañado de una reforma del ejército ,abandonando el modelo actual de «ejército profesional de voluntarios» (ejército de mercenarios) y sustituyéndolo por la formación de una milicia nacional bien instruida y con incentivos para continuar desarrollando la carrera militar. Un servicio militar obligatorio para hombres y mujeres de como mínimo 6 meses.Un servicio militar flexible en relación a las capacidades y necesidades de los quintos y quintas. Un servicio militar de «formación amplia» que no solo se centre en la ferrea instrucción militar, sino que además de no interrumpir los estudios o formación «civil» de los quintos, pueda servir como complemento o apoyo. Un servicio militar donde se resucite la idea de Patria y donde la instrucción no solo cree futuros soldados sino que contribuya a la creación de «ciudadanos patriotas». No habrá mercenario que defienda mejor los intereses de la Patria que un «ciudadano patriota» (instruido).

Con toda seguridad, debido a la «papilla ideológica» a la que han sido sometidos nuestros jóvenes en institutos, universidades y medios de comunicación durante los últimos años (papilla pacifista antimilitarista ,entre muchas otras), la idea de volver a la «mili» resultaría muy impopular para mucha gente. Pero si tenemos en cuenta la cantidad de jóvenes parados que «ocupan» la casa de sus padres sin hacer nada, sería una medida bien acogida por muchos padres y quizá también por muchos jóvenes que se aburren en casa sin nada que hacer.

La nacionalización y la potencialización de la nada desdeñable industria militar española es otra medida de suma importancia según nuestras coordenadas .Aprovechar los convenios militares y programas conjuntos con la UE y la OTAN para modernizar nuestra industria militar pero siempre con vistas a obtener el máximo beneficio basal (nacional). La mercancía militar,desde la Economía Política no debe tratarse como una mercancía más dentro del «libre mercado». Si bien es deseable el aumento de ingresos por la venta de mercancía militar no parece una acción inteligente para ningún país vender mercancía militar a otro país potencialmente enemigo .En la lista de exportaciones españolas de material bélico figuran países principalmente de la UE y la OTAN , con la que tiene programas industriales comunes de fabricación armamentística (Eurofighter, A400M, Tiger, Meteor, Iris, Leopard). También figuran paises Iberoamericanos como Venezuela, Perú, Colombia, Brasil pero también países como Marruecos, Irán, Libia o futuros compradores como Arabia Saudí. Dentro de la OTAN se encuentran compradores de material bélico español tan llamativos como Turquía ,eterno aspirante a la UE y solidario de la desparición de Israel.

Entender que la mercancía militar no debe tratarse como una mercancia más, implica negar la concepción marginalista de la Economía Política.Esa mercancía debe ser gestionada y coordenada necesariamente por el Estado, que tendrá la obligación de fomentar la producción y la rentabilidad. El primer objetivo es poner la industria militar al servicio del Ejercito y la población (empleos) y en segundo lugar, siempre que sea posible, las exportaciones no deben ser destinadas a países de dudosa lealtad o con intereses enfrentados dentro de la dialéctica de los estados. La industria militar nacional debe ser programada e incentivada siguiendo un ortograma político que no ponga en riesgo los intereses de España.La venta de material bélico a países como Marruecos (7º lugar en exportaciones entre 1999-2009) que llevan en sus ortogramas la apropiación de nuestro territorio(Ceuta ,Melilla) es una acto imprudente, sobre todo cuando esas exportaciones se produjeron en un momento que no había crisis económica y que no se pueden justificar por la urgencia de la deuda .

El mito de Europa ,la «tranquilidad» que supone estar en la OTAN y la nefasta y estúpida «alianza de civilizaciones» socialdemócrata de los últimos años, han cegado absolutamente la capacidad cortical de nuestra Nación.El apoyo incondicional y servil a la Guerra de Libia  fue el último despropósito de la Diplomacia Española .Desde Izquierda Hispánica consideramos que es necesario un resurgimiento de la institución militar como parte fundamental de una nación política canónica como es España. La vuelta a la Milicia Nacional adaptada a la vida civil y búsqueda de mercados menos dudosos para nuestros intereses geoestratégicos en mercancias bélicas, son el camino a seguir. Respecto a esto último, países hispanoamericanos como Brasil, Colombia, Venezuela y Argentina tienen necesidades en defensa que no supondrían una amenaza a nuestros intereses como Marruecos o un enemigo histórico como Turquía, ¿y que decir de Arabia Saudí o Paises del norte de África donde el islamismo radical  gana mas fuerza gracias a la «Democracia Islámica»?
Si el material bélico español sirve para proteger su soberanía y fomentar la cohesión y los acuerdos de defensa entre los diferentes estados hispanoamericanos, sería muy bien acogido por nuestra causa .Por eso es necesario incentivar la industria y potenciar las exportaciones a estos países hispanos que serían una alternativa a las exportaciones hacia los «países dudosos», potenciales enemigos y países sin interés geoestratégico donde puedan producirse conflictos.

Es imposible en todo proceso revolucionario no contar con el Ejército y los grupos armados (Policía, Guardia Civil …). Es imprescindible el apoyo de las instituciones armadas para corregir serias  desviaciones reaccionarias que se den  en todo proceso revolucionario.Son necesarias para  reprimir desórdenes de toda índole que puedan costar vidas y destrozos. También para mantener la defensa del ortograma político ante terceros estados.

Por último señalar que la formación y mantenimiento de un ejército con «capacidad de imponer» acuerdos a terceros países y defender su integridad (orden, eutáxia) es fundamental para fortalecer la Nación Política: Única plataforma desde donde se pueden impulsar proyectos políticos socialistas específicos y posibles.

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4 Respuestas a “Ejército, Industria Militar y Nación Política”


  • Muy de acuerdo con casi todo. Por eso GB califica a la «guerra» como característica y propia de la civilización. En el mundo salvaje no hay guerra; como mucho «agarradiellas», según dicen en Asturias.

    En cuanto a que un ejército es la única plataforma desde donde se pueden impulsar proyectos políticos socialistas específicos y posibles, que Zantetsu también identifica con el porqué un país socialista necesita unas fuerzas armadas potentes y bien pertrechadas, no se niega. Pero convendremos que así es para todos los que quieran o puedan impulsar proyectos políticos; sean socialistas o no socialistas. Sin duda, para un proyecto socialista, es muchísimo más necesario… porque si no, los demás, se ocuparían de que sólo siguiera siendo un proyecto; por lo que supongo, al principio, no habría que decírselo a nadie… «Tú dame hueco… que luego yo ya… si eso…». Para todos es necesario. Hasta Suiza, que dicen se ocupa del Papa romano, tiene Marina, Armada; ¿no es alucinante…?

    En efecto, esto hay que disociarlo de la psicología y la crueldad. Pertenece a la categoría política. En España sería muy importante decirle a las gentes que repartiendo condones no se puede alcanzar la «paz mundial». La paz siempre ha sido la paz de la victoria. Si se pierde, entonces no se llama «paz», se llama «sumisión»; por eso antes, «muslim», significaba «sumiso»… pero ahora significa «paz». Evolución contraria al caso español, que a todo lo llama «paz», cuando en realidad lo que viene a significar es «sumiso».

    En cuanto a las responsabilidades, nunca pueden concretarse en una persona, un individuo; como muchos «pacifistas» suelen gritar por las calles. Eso es una abstracción infumable. Los conflictos que llevan a una guerra no son subjetivos, son siempre objetivos (la famosa eutaxia). Lo que hay es gente ligada a un grupo, que a su vez tiene relación con otros grupos, que a su vez se relacionan con lo que suponen son sus Estados, &c… que se mantendrán en paz mientras dicha relación no suponga «desequilibrios», pero que irán al jaleo en cuanto diversas cosas se den. Es una relación circular; y por más que tenga a un amigo en Hong Kong, a quien tengo debajo es a mi vecina… que es la que me toca los cataplines. A España, muchos, le tocan los cataplines… pero ya estamos hechos a esas prácticas; incluso a algunos les gusta. Menuda tropa…

  • Ya lo dijo Lenin: la cuestión clave de la Revolución es el Ejército. Ya pocos recuerdan que los soviets no eran «asambleas» al estilo 15M sino «soviets de obreros, SOLDADOS y campesinos».

    No hay que engañarse, desde luego. En el ejército hay mucho elemento filofascista. Pero se debe a que los únicos interesados en él han sido estos reaccionarios y la izquierdas han vivido en un pacifismo que ha olvidado que el ejército debe ser el ejército de una Nación política al servicio de sus ciudadanos y no un club de oficiales derechosos.

    Animo a interesaros por las reivindicaciones de los suboficiales auténtico cuerpo jodido y denigrado en las FF.AA españolas en beneficio de unas élites de oficiales que, como mínimo, trabajan tanto como ellos.

    Salud.

  • Magnífico artículo explicativo de porqué un país socialista necesita unas fuerzas armadas potentes y bien pertrechadas. Haceis bien en criticar la deriva ideológica y el panfilismo en este aspecto de la socialmemocracia antiespañola. No me imagino a nadie diciendo en la URSS que es pacifista y ecologista, le lloverían las collejas. La izquierda no puede renunciar al combate, a la consecución de sus objetivos por la fuerza. Un saludo, Hispanidad y Socialismo.

  • No debemos de dejar de hacer hincapié en una cuestión, que yo considero de vital importancia. La degeneración ideológica que carcome a la socialdemocracia española ha hecho que también se pervierta la propia idea de ejército. En un país pánfilo como es el nuestro, dominado por este tipo de pensamiento al que he hecho mención, y con un posicionamiento «popular» aún más desastroso, la idea de ejército ha sido desplazada completamente y el ejército sólo puede mostrarse como ONG. Ya no se habla de guerra, y no se habla de guerra no porque estemos inmersos en conflictos bélicos de 4ª generación y debamos cambiar el chip, sino porque es intolerable en sí misma. Misiones de paz, así de denominan las actuaciones militares actualmente. Una vez más se disfraza la realidad para hacerla más digerible en una sociedad infantilizada como la que tenemos. La sociedad infantilizada necesita de eufemismos y de demasiadas figuras literarias… eso es un problema porque nos hace decir demasiadas veces la gran frase «de esos barros vinieron estos lodos».

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