1. El hombre providencial
Un caudillo regional con ínfulas de hombre de (pequeño) Estado europeo. Eso, y no otra cosa, es Artur(o) Mas. Tras su charla con Mariano Rajoy, en el que éste, presidente del Gobierno de la Nación Española, le negó el pacto fiscal, Mas volvió a Barcelona sabiendo que la independencia de la región catalana es “casi imposible”, como ha asegurado su mentor, Jordi Pujol, experto adoctrinador en el odio de multitud de jóvenes españoles (y no tan jóvenes) de orígenes humildes. No obstante, sus compañeros de la criptofascista CiU (y sus degeneradas juventudes) le recibieron como un héroe en la plaza de San Jaime de la ciudad condal, ondeando esteladas, banderas del Cuarto Reich -la Unión Europea-, y alguna bandera de Kósovo, mientras cantaban Els Segadors. Mas quiere volverse indispensable, y cual emperador Palpatine en La Guerra de las Galaxias, afirma amar la democracia y promete no seguir en el cargo hasta que Cataluña “alcance sus objetivos nacionales” (¿no les recuerda a alguien esta expresión?). Él es la “gran esperanza blanca”, y en ello le siguen tanto los suyos como los “ajenos” de la neonazi ERC, de algunos sujetos del PSC y de ICV, de la banda mafiosa de Solidaritat de Laporta y López Tena e, incluso, de los pseudo-aberchales de las CUP.
Días antes, el 11 de septiembre, se celebró la Diada, y hacia la tarde una marea humana que, según diversas fuentes, oscilaba entre los 300.000 y los 2 millones de sujetos, pedían la independencia de Cataluña para ingresar en la Unión Europea como un Estado capitalista democrático más, con su propia patronal, sus propios sindicatos verticalizados, su propia Conferencia Episcopal y su propio sistema de partidos en el que, no nos cabe duda, habría, en caso de confirmarse la secesión, una extrema derecha xenófoba anti-inmigratoria muy activa, al estilo flamenco u holandés, frente a una población islamizada integrista también muy activa. El 14,5% de la población catalana es inmigrante no española, y de ese porcentaje el 10% lo es de naciones islámicas. Y hace unos años la más peligrosa célula yijadista de Europa fue capturada en Barcelona. Los neofeudalistas catalanes quieren que Cataluña sea un Estado europeo más, pero no como Bielorrusia o como Macedonia. Sino como Holanda, Dinamarca o, a lo sumo, Croacia. Un Estado con sus guetos de inmigrantes catalanes (ya había, desde hace décadas, estratificación social por origen étnico charnego en muchos barrios barceloneses), con sus ventajas fiscales y sus negocios de explotación de naciones del Tercer Mundo, como Holanda o Bélgica. La secesión catalana convertiría a Cataluña en un Estado capitalista depredador con pretensiones imperialistas sobre el resto de España, Francia e incluso Italia (los manidos Paisos Catalans), totalmente alejado de las agitaciones políticas que se gestan desde la odiada y envidiada Madrit. Más cerca de Berlín que de la Ciudad de México, más cerca de Hitler que de Zapata. Un Estado pobre pero viable, con una elite burguesa irrebasable que se confortaría en sus despachos y casas mientras la población sigue dividida entre yijadistas, neofascistas y fundamentalistas democráticos. Eso sí, todos odiando lo español.
2. El adoctrinamiento racial
La historia viene de lejos, al menos en lo que se refiere en el adoctrinamiento. Todo empezó el 12 de marzo de 1980, con el ascenso de Pujol a la presidencia de Cataluña. Un adoctrinamiento en ideas diferenciadoras, elitistas, étnicas, de odio a lo español y a todo lo hispano que, en tiempos de crisis, han fermentado en la básica idea de que “España nos roba”, y que las soluciones a todos los problemas de Cataluña pasan por la independencia. Un adoctrinamiento según el cual el Ebro nace en “tierras extrañas” para desembocar en Cataluña. Según el cual, la Corona de Aragón tendría que llamarse Confederación Catalano-Aragonesa. Según el cual, en 1714 Rafael Casanova, patriota español, no se rebeló contra el Borbón francés pidiendo la libertad de toda España, sino de los ficticios Paisos Catalans. Un adoctrinamiento, según el cual, los catalanes serían un pueblo trabajador, próspero, industrioso, pacífico y prudente, mientras el resto de España es un pueblo vago, parasitario, semiafricano (ya Prat de la Riba insistía en la necesidad de despegar a los catalanes de su origen mestizo germánico-morisco), y que lleva a hacerles creer que aportan 16.000 millones de euros cada año más de los que reciben del Estado central.
La culpa de los avatares económicos catalanes sería, siempre, de Madrit. Si el barrio del Carmelo, en Barcelona, sigue sin restaurarse, sería culpa de Madrit. Si se congelan sueldos de funcionarios, hay cerca de 200.000 parados en Cataluña de un cuerpo social de 3 millones de trabajadores activos y se ha pasado, en esos mismos 30 años, de ser el “motor económico de España” a ser la región más deficitaria y con más deuda pública, sería siempre culpa de Madrit. Si la Generalitat retira a una anciana pensionista su pensión no contributiva de 104 euros, tras sufrir un ictus, alegando que ya tiene comida y alojamiento en el hospital, pidiéndole además que devuelva las mensualidades de su pensión de julio y agosto (208 euros en total), siempre será culpa de Madrit. Pero jamás será culpa de Madrid que Cataluña tenga abiertas en todo el Mundo 6 embajadas y 27 agencias comerciales en los barrios más lujosos de diversas ciudades, con un coste de mantenimiento de 11,7 millones de euros. En la consecución de los “objetivos nacionales” de Mas, cuentan siempre más los negocios con lo más granado de la carroña burguesa mundial, que subvencionen la creación del segundo Estado étnico europeo del siglo XXI, tras Kósovo, antes que pagar una mísera pensión no contributiva de 108 euros a una anciana española. El marido de la señora, también jubilado, cobra otra pensión mínima de 570 euros, y ambos pagan un alquiler de 215 euros más gastos. Para ellos no hay patria catalana. La patria es solo para la burguesía más suicida y para el lumpenproletariado más afin al odio hispanófobo. No en vano, ya los ministros catalanes de Franco como Laureano López Rodó se encargaron de conseguir mucho dinero durante la dictadura abarrotando el cinturón metropolitano de Barcelona de industria. La que, más tarde, ayudaría a Pujol a grabar el camino de baldosas amarillas que recorrería su Damien particular, el caudillo Mas.
3. Separatistas y separadores.
Pero el secesionismo catalanista, enemigo de los catalanes, ha tenido un aliado fiel, leal y sincero desde la odiada Madrit. Y no nos referimos solo a los distintos gobiernos que desde Franco (y antes, desde la Segunda República), hasta Rajoy, han habitado la Moncloa o El Pardo. Nos referimos a toda esa pandilla de separadores hispanófobos de ideología liberal-conservadora que vomitan excrecencias antiespañolas y antisocialistas en medios como Libertad Digital, Intereconomía, Telemadrid o LDTV. Los cinco minutos de odio que en TV3 sirven para hacer nació, junto con los surrealistas mapas del tiempo que dicha cadena utiliza (solo salen los Paisos Catalans), son fáciles de montar cuando no tienen más que poner diversas declaraciones de Federico Jiménez-Losantos, el luterano y pro-yanki César Vidal, y otros infraseres. El liberalismo es una ideología enemiga de España, algo que supieron ver en el siglo XIX tanto los reaccionarios más socialistas como Donoso Cortés como las nacientes y pujantes izquierdas anarco-sindicalistas y marxistas. Y el topo anarco-liberal que, desde el Instituto Juan de Mariana, aboga por la independencia o no de Cataluña, pero siempre con el prisma antiestatal por bandera, es el mejor aliado que el nuevo fascismo masista catalanista podría tener. No en vano, Xavier Sala i Martín, consejero económico del Barça de Laporta, y Jesús Huerta de Soto, pertenecen a la misma escuela económica, la Escuela Austriaca. Y, a ambos, se la suda España. La crisis económica y el final del Estado de bienestar es la situación perfecta para que neofascismo y neoliberalismo se aúnen para hundir a los trabajadores españoles en una situación de desunión, falta de perspectivas y resignación que, con las herramientas inadecuadas, solo combaten en la calle movimientos de izquierdas indefinidas como los que pretenden tomar el Congreso únicamente gritando. Estos movimientos sociales, indefinidos, vacuos, alentados desde la Universidad y programas de televisión ideológicamente afines como La Tuerka, convencen a la población, por su retórica fácil, pero no vencen, pues no tienen armas reales para vencer, ni tienen un proyecto de Estado, de Nación Política, claro, serio, antieuropeísta y socialista.
En todo caso, los separadores españoles, tanto de la “derecha” como de la “izquierda”, no es que sean enemigos “de iure” del nacional-catalanismo, y de facto sean sus mejores aliados. Es que son también enemigos del fin proléptico de Izquierda Hispánica.
4. Frente a la Europa depredadora, la Iberoamerica, con España, generadora.
Izquierda Hispánica defiende la unidad de España. Consideramos que, a día de hoy, y a pesar de tener cientos de vientos en contra, nuestro proyecto, la Alianza Socialista Iberoamericana, es la única solución verdadera a los problemas de España. Alianza que, es cierto, no se está produciendo. Pues la parte americana de la plataforma continental que defendemos avanza en sus propios caminos hacia su unidad, mal que bien, arrastrando muchísimos problemas sin resolver de raíz, entre ellos las relaciones con España (agravadas por comportamientos irresponsables por parte de líderes políticos tanto en Argentina como en Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Cuba o Ecuador, pero también por el nefasto europeísmo españolista). Sin embargo, el fin proléptico de IH es siempre, y aún con todo, la mejor opción frente a la balcanización de España.
El socialismo iberoamericano es la mejor opción para Cataluña. Los catalanes no pueden ni deben dejarse arrastrar por la trampa de Mas. Los trabajadores españoles de Cataluña no deben consentir esta ruptura con el resto de España que, supondría, para ellos, la sumisión total e irreparable al Eje Franco-Alemán. Cataluña, como parte esencial que ha de ser de la Alianza Socialista Iberoamericana que IH defiende, tiene la obligación de rebelarse frente a Europa, frente a Mas y su burguesía y frente al lumpen neofascista de origen charnego. El catalanismo es parte de la Hispanidad, y no debe ser arrebatado por los tiburones colonialistas de Bruselas, Estrasburgo y Berlín.
Esta es nuestra apuesta, nuestra propuesta, y para lograrla IH podrá aliarse con y apoyar a todos aquellos que , sean miembros de valientes grupos políticos como la Alternativa Ciudadana Progresista, sean trabajadores miembros de las Fuerzas Armadas Españolas, defiendan la unidad de la Nación, tanto dentro como fuera de Cataluña. Y en todo caso, si el expolio secesionista se consumase, IH declarará a Cataluña territorio español a recuperar.
Salud, Revolución, Hispanidad y Socialismo.
Perdona entonces el malentendido Lobusone. Con este tema andamos un poco susceptibles.
Un cordial saludo y gracias por postear y pasarte por la web.
No me has entendido, Esquinas. Estaba siendo sarcástico. Mis críticas van dirigidas a los que se meten con vosotros.
Si no nos das más argumentos no sabremos por qué afirmas que somos rancio. Porque todo el mundo sabe que no fue lo mismo la URSS que la República popular de Albania, así como no será lo mismo una Iberoamérica unida con una España unida que un territorio reducido cuya mayor pretensión sea buscar alguna potencia a la cual venderse.
Por cierto, las manifestaciones ante la muerte de Chávez ha mostrado que los que buscamos la unidad somos los que recogemos el sentir actual de iberoamérica y los que buscan construir sus cortijos particulares -tipo los separatistas de Santa Cruz en Bolivia, los zulianos en Venezuela, los vasquistas y catalanistas en España, etc.- a todos estos, como decía Engels, les espera el basurero de la historia. O mejor dicho, ya que no conocemos el futuro, si nuestro porvenir es ser un enjambre de minúsculos estados, lo que nos espera es ser esclavos de alguna gran potencia depredadora..
Saludos y ¡gracias por postear a pesar de las críticas!
CUP o Bildu se quieren encerrar en un territorio y son totalmente izquierdistas.
Izquierda Hispánica quiere aliarse con la mayor parte de América y son nacionalistas rancios.
En fin… Cuántos prejuicios tienen los cuatro gilipollas incoherentes de siempre.
Nada de esto hay, sino miembros de una asociación que sostenemos con nuestras propias cuotas y esfuerzo. Esfuerzo que gastamos en intentar dar argumentos. Pero en vez de contraargumentar, te inventas fantásticas conspiraciones. ¿De verdad te crees que los de FAES son tan inteligentes como para andar con esas cosas? Veo que debes tenerlos en alta consideración. Nosotros los detectamos, pero algo me dice que no creerás nada de lo que te digamos.
De todos modos, gracias por molestarte en comentar. Un cordial saludo.
No, detrás está la conjura judeo-masónico-bolchevique internacional en contubernio con las ordas satánicas. En fin, las conspiranoias propias del que no tiene capacidad para pensar de otro modo.
Esto apesta a chiringuito parapolicial montado por los anacletos del CNI para pillar progres despistados y algún tonto útil nacionalmente alienado de las izquierdas periféricas para dar un barniz izquierdista al nacionalismo más troglodita de occidente: el español. Igual hasta está FAES detrás de esto. Con la pasta que pillan les sobra.
Liberal = anti-España.
Secesionista = anti-España.
Patriotero (facha) = anti-España.
Izquierda Hispánica = España + Iberoamérica e Hispanidad.
Menos Estado es menos España. Ese el el problema de don Federico. Vale criticar a los separatismos y tal, pero luego se rodea de liberales anglosajones, de protestantes fundamentalistas frikicowboys, y algún que otro neofalangista recauchutado en liberal.
Más España es más y mejor Estado. Todo liberal es un enemigo de España y los españoles.
No entiendo por qué la hispanidad no puede defenderse desde posiciones liberales y sí sólo desde la izquierda. El término «separador» es un concepto acuñado por la inteligencia socialista, pero que a mí me suena a pura reacción infantil.
Leo y sigo a Jiménez Losantos desde que fue expulsado de Cataluña por, como se dice en el artículo, se su aliado fiel… Y no conozco a ningún periodista más valiente y luchador que él a la hora de defender la libertad y la igualdad de todos los españoles.
Nos llamamos Izquierda Hispánica por:
a) Izquierda, porque nuestro posicionamiento respecto al primer analogado político, y el más importante, el Estado, es el de un proyecto holizador de la sociedad política española en sentido atómico. Es decir, recomponer revolucionariamente la nación española en sus partes átomas, los ciudadanos, para que deje de haber diferencias formales por origen regional entre ellos, para que todos sean españoles iguales ante la ley. Y también porque queremos que ese modelo, en la medida de lo posible, sea homologable y expansible al resto de naciones políticas de la Hispanidad, plataforma geopolítica donde debe encajar España, y desde ahí al resto del Mundo.
b) Porque no somos derecha: ni defendemos el Antiguo Régimen, ni el Trono ni el Altar, ni somos racistas, ni defendemos el neofeudalismo balcanizador y bárbaro propio del catalanismo actual, por ejemplo.
c) Porque somos socialistas, universalistas, materialistas y racionalistas radicales, hiperrealistas.
Si lo que vayas a añadir ahora no es más interesante que un simple insulto, nada más que decirte que gracias por aportar su granito de arena a la web. Que por lo que se ve se reduce a la nada.
¿Os llamáis ‘Izquierda Hispánica’ porque no sabíais diferenciar izquierda de derecha? ¿O porque os pareció un nombre majo? Cumplo en anoticiaros que lo vuestro tiene nombre, tuvo su época y no es izquierda.
Dirías que en todo porque, como es obvio, no vas a decir otra cosa, porque si no te cuelgan de los pulgares. Y encima el Armesilla este hablándonos de reconquistas. Sois locos, pero locos peligrosos.
«Izquierda Hispánica se define como enemiga acérrima del racismo en sus dos vertientes, antes citadas: la racialista, que exacerba la diferencia y la separación entre sujetos operatorios humanos de diversas razas, evitando cualquier tipo de mezcla, y la racista supremacista explícita, que busca yugular e incluso eliminar a razas diferentes en nombre de una supuesta y falsa supremacía biológica»
/2011/racismo/
Diría que en todo:
/2011/racismo/
«lumpen neofascista de origen charnego» ¿En qué os diferenciáis de los de Plataforma x Catalunya?
Psss…
Yo cada vez lo tengo más claro, la nación española es iberoamericana, «la nación catalana» es una nación europea.
Salud.
Hola Matías, coincido contigo. España está perdida en el tablero europeísta. Ha de miraros a vosotros y avanzar en la misma dirección política.
Salud y gracias por escribir. Espero que se repita 🙂
Soy latinoamericano y tuve la oportunidad de vivir casi un año en España. Coincido con ustedes, siento que España está desorientada por mirar a Europa y no reconocer la grandeza de su origen: el mundo hispánico ya era cuando Europa moderna todavía no era. Siento que España sólo se va a encontrar con sí misma y con su propia historia cuando reconozca que tiene con las naciones americanas de su misma lengua un destino común, y no con las naciones de Europa del norte que le son ajenas y que pertenecen a otro momento histórico. Los que habitamos la lengua española hemos quedado en la periferia de Occidente por no saber integrarnos, pero quizá ante la crisis de Europa y del centro del sistema financiero mundial, sepamos eventualmente ofrecer al mundo una respuesta superadora.
Todos los separatistas, se pronuncien de izquierdas o de derechas, coinciden en unos puntos básicos:
A) Todo es culpa de Madrid, de Segovia, de Totana, de un señor que vive en Pontevedra, etc etc
B) El pueblo catalán necesita mantener a toda costa su pureza identitaria milenaria (Volksreinigung)
C) Para conseguir lo anterior, deben apropiarse de un espacio vital propio que les corresponde por derecho natural (Lebensraum)
D) Opcionalmente, aplicar una Solución Final a españolistas y ‘nouvinguts’ y llevar a cabo una anexión de los Païssos Catalans (Drang nach Osten)
granados tiene razón: los líderes políticos actuales actúan como si hubiesen inventado el agua, y todo lo demás fuese revisable, olvidable, relativizable o, simplemente, mentira. ¿Será eso que llaman «postmodernidad»?
En cuanto a Peliyot, sí, es para estar triste. Pero ya lo digo en el artículo: si se llegan a independizar, como diría una persona a la cual tengo muchísimo cariño, a preparar la Reconquista.
Triturar el presente e implantación política de la filosofía son dos ideas parejas que han de conducir al mismo camino de manera inevitable: la Revolución.
Estoy muy triste… muy triste. Todo lo que veo, leo o escucho se hace desde una posición de hechos consumados. Nací en Barcelona; tengo a casi toda mi familia allí… mi propio hermano piensa que si me manda un vídeo del clásico festival infantil de su hijo no lo voy a entender, cuando las -4- palabras que sabe de catalán, el padre, se las enseñé yo cuando era pequeño. Amigos que han dejado de serlo por el mero hecho de vivir en Madrid; cosa que, debo aclarar, es un alivio, aunque no deje de ser triste. ¿Estamos tontos…; qué tipo de locura se está manifestando…? Estoy triste… muy triste…
¡ Enhorabuena por tu artículo Armesilla!, no se me ocurren peros que oponer, porque coincido plenamente con tú análisis.
El problema es que veo un tal estado de laxitud general- y por mis viajes diría que es algo planetario y no sólo especificamente español- combinado con una pusilanimidad pareja, que me asombra.
Es cómo si se hubiera hecho «tabla rasa de la historia»; viendo los políticos actuales como Zapatero,Mas,Obama,Rajoy,etc es cómo si Napoleón,Constantino,Los reyes católicos, Lenin,en otro nivel Felipe V que se atrevió a suprimir de tajo los fueros catalanes fuesen figuras ó engendros mitólogicos y no personajes pretéritos pero reales.
Parece que como si la historia se hubiese transformado en pura propaganda y en juegos de ilusionismo y engañabobos.
salud.