Como era de esperar, en el día de ayer en la final de la Copa de España de futbol, (Copa del Rey) se repitieron las bochornosas escenas que se habían producido hace tres años con los mismos equipos y las mismas aficiones: F.C.Barcelona y Athletic Club de Bilbao.
La sonora pitada al Himno y todo tipo de insultos e injurias a la Monarquía Española y a España (español el que no bote ..entre otros muchos cánticos humillantes y vejatorios) camparon a sus anchas por el estadio Vicente Calderón de Madrid al igual que había sucedido en el estadio de Mestalla en Valencia el 12/05/2009.
El tema de la pitada al Himno se ha venido comentando en los últimos días desde los diferentes medios de comunicación. Diferentes personalidades de la política y de otros ámbitos han manifestado sus pareceres al respecto ya sea en declaraciones personales o en debates.
La declaración que más polémica ha levantado ha sido la de la presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. Sus declaraciones favorables a suspender el partido si se producían pitos al Himno y al Jefe del Estado y celebrarlo a puerta cerrada han levantado ampollas, incluso ha sido duramente criticada desde su propio partido, el Partido Popular.
Durante el partido de futbol de ayer E.Aguirre fue uno de los focos principales de las injurias del aquelarre separatista , «Esperanza Aguirre hija de puta» coreaban una y otra vez los aficionados de ambos equipos. Desde la televisión pública catalana (TV3) se regocijaban en el momento en el que se producían los pitos achacando el comportamiento de los aficionados a las declaraciones de Aguirre. Como si Aguirre fuese la causa primera del comportamiento de los aficionados. Increíble pero cierto.
Si bien la presidenta de la comunidad de Madrid fue la más atrevida en sus declaraciones, su propuesta es inviable por motivos de seguridad ciudadana ya que no se puede esperar a ver si se producen pitos o no para suspender un partido con el estadio lleno, cuando todo el mundo sabíamos de sobra lo que iba a suceder. En todo caso hubiese sido más lógico celebrar el partido a puerta cerrada de antemano basándose en el precedente de mayo de 2009 en Valencia.
El resto de los principales políticos españoles, tanto del PP, PSOE, como nacionalistas se limitaron a «echar balones fuera». O bien justificar el vergonzoso comportamiento de las hinchadas bajo el parapeto de la «libertad de expresión» o bien se limitaron a quitar hierro al asunto alegando que los que realizan estas acciones contra España son «una minoría» que no representan en absoluto el «sentir general» de vascos y catalanes.
Otra manifestación muy repetida y que realizó la inepta vicepresidenta del Gobierno Español Soraya Saenz de Santamaría fue la de que :»no hay que mezclar política con deporte».
Hay mucha y mucho despistado en España que no se da cuenta que el futbol no se puede disociar de la política ya que los espectáculos de masas sirven como medio de expresión popular, de forma de socialización, válvula de escape de pasiones y medio de difusión de ideologías políticas. Esto último explica como cada vez más en España los clubes de futbol son plataforma para la difusión y adoctrinamiento de diferentes ideologías. El F.C Barcelona es una de las principales plataformas secesionistas con las que cuenta el separatismo catalán y por supuesto una de las más efectivas por la importancia sociológica tan inmensa que tiene el futbol. Otro tanto de lo mismo sucede con clubes vascos como el Athletic de Bilbao o la Real Sociedad de San Sebastian.
En los estadios de futbol españoles se ven pancartas de índole política de lo más variopinto: banderas independentistas catalanas, mapas de la inexistente Euskal Herría, banderas nazis , banderas pre-constitucionales españolas, etc. Normalmente siempre se le achacan a unos pocos desviados(una minoría como dicen muchos), pero lo cierto es que los estadios son medios de difusión de símbolos e ideologías políticas. No es extraño que cada vez más políticos se hagan con el control de clubes de futbol o al revés, que más accionistas y directivos de clubes de futbol se metan en política. El futbol es el «opio del pueblo» y el control de los clubes es fuente y plataforma para el poder político.
Para todos aquellos que justifican la pitada al Himno de la Nación y las injurias producidas durante todo el partido por parte de las hinchadas basándose en el principio de «libertad de expresión», no han reparado en que esa «libertad de » ya viene dada en el momento en que las autoridades españolas no han hecho absolutamente nada para suspender el partido o que se celebrase a puerta cerrada. Nadie les ha puesto una mordaza a los aficionados para evitar que expresasen sus sentimientos y los impedimentos a la «libertad de expresión» no han ido más allá que las inútiles y ridículas medidas de censura tomadas por la Televisión Pública Española, basadas en aumentar el volumen del Himno y acortarlo al máximo (algo más de 20 segundos de duración). No solo el Gobierno español no ha privado a los aficionados de la tan reclamada «libertad de expresión» sino que les ha proporcionado algo mucho más valioso si cabe, que es la «libertad PARA la expresión», al dotarles de medios, recursos e instrumentos para difundir sus proclamas. Estos medios, recursos e instrumentos no son otros que el propio evento deportivo retransmitido en directo por la televisión pública para millones de espectadores de dentro y fuera de España. No solo hay «libertad de» expresión para los secesionistas sino que el propio Estado Español les proporciona «libertad para» la expresión.
Respecto a la ambigua excusa de que el separatismo esta constituido por minorías sin importancia que no representan a la totalidad de la población en Cataluña y P.Vasco es muy discutible. Primero habría que analizar si esas minorías son en realidad minorías y si lo son, que tipo de minorías son. Que poder tienen tanto en número como en recursos de diferente índole:políticos, económicos, mediáticos, sociales, etc.
Por ejemplo, los hispanos son una minoría en EEUU. Una minoría nada desdeñable de más de 50 millones de personas. Lo mismo sucede con los musulmanes en Francia que superan los 3 millones de habitantes sobre una población de 59 millones.
Otras minorías podrían ser la nobleza y el clero en las sociedades feudales del Antiguo Régimen, minorías que controlaban los medios de producción y el poder político.
Respecto al País vasco es muy discutible que la población separatista sea minoritaria y un indicador que puede atestiguar lo son los resultados de las últimas elecciones autonómicas y generales en donde el grupo político AMAIUR antigua BATASUNA-ETA, se consolida como segunda fuerza política detrás del también partido secesionista PNV(Partido Nacionalista Vasco).
Respecto a Cataluña el asunto es más difícil de determinar pero aún así el partido separatista CIU gana las últimas elecciones en Cataluña con mayoría absoluta. También es digno de mención la deriva nacionalista de los partidos «nacionales» como el PSOE y el PP debido al clientelismo político que les hace adoptar el discurso nacionalista para ganar votos. Esta deriva no es gratuita, si los partidos buscan votos haciéndose nacionalistas en estas regiones es que el componente nacionalista lleva tiempo implantado en la sociedad vasca y catalana.
La idea de que el separatismo es cosa de políticos y que «el pueblo» está al margen es totalmente falsa. Es como decir que los alemanes no tuvieron absolutamente nada que ver con el ascenso del nacionalsocialismo cuando Hitler nunca hubiese sido nadie sin el apoyo de la mayoría del pueblo alemán.
Es muy discutible que el separatismo en Cataluña y P.Vasco sea cosa de minorías y si lo es son minorías muy importantes en número y en recursos.
La situación de la Nación Española es de extrema debilidad y el partido de futbol que ayer se celebró en el Vicente Calderón de Madrid no se queda en un mero evento deportivo como muchos despistados o cínicos lo quieren hacer ver. Es un claro indicador social de la enorme crisis institucional y política que lleva sufriendo España en los últimos años.
La sociedad española es víctima de la indefensión y de los ataques que se realizan desde las regiones más poderosas económicamente de España. Dos de las tres entidades financieras más poderosas de España son vascas y catalanas(BBVA y La Caixa ). Los sectores industriales más importantes junto a Madrid se encuentran en estas dos regiones. Los principales compradores de los productos fabricados en Cataluña y P.Vasco son los «españolitos» o los «maquetos» como se les llama en P.Vasco de forma despectiva a los que no son vascos(a los españoles). País Vasco junto a Navarra tienen grandes privilegios fiscales(Comunidades Forales) al no pagar impuestos al Estado central, solamente aportan un cupo minúsculo en lo referente al mantenimiento de la Corona y gastos en defensa, lo que les hace ser prácticamente paraísos fiscales dentro de España con la consiguiente ventaja en competitividad de sus empresas respecto a otras empresas españolas.
Respecto a Cataluña digamos que sin llegar a los privilegios de P.Vasco y Navarra va camino de ello, controla alrededor del 50% de IVA y de IRPF. Un 60% de impuestos especiales y ya han manifestado importantes miembros del PP(Partido españolista por excelencia según los separatistas y muchos grupos de «izquierda»)que estudiarían la petición de los secesionistas de otorgarle a Cataluña los mismos privilegios fiscales que a P.Vasco y Navarra.
Además de los privilegios fiscales estas regiones controlan los sistemas sanitarios, tienen cuerpos de policía propios con mejores sueldos y dotación que las policías estatales, y controlan el sistema educativo en donde se educa a los jóvenes en el permanente odio a España y en el constante delirio de naciones históricas inexistentes.
Con todo esto aún así las oligarquías separatistas practican constantemente un victimismo político del que las oligarquías políticas «nacionales» desde Madrid son complices y que han asumido sin rechistar.
Con este panorama: ¿no sería mejor que los españoles «invitasen» a vascos y a catalanes a abandonar España? Nada de federación, nada de confederación, nada de «estados asociados». ¿No sería mejor para el resto de España suprimir las nefastas Comunidades Autónomas, enjambre de caciquismos y reorganizar estructuralmente el Estado y si hace falta prescindir de las «regiones traidoras»?. ¿Expropiar o nacionalizar las empresas vascas y catalanas en «territorio español»? ¿ilegalizar completamente a los partidos del Régimen del 78 cómplices de la dominación y supeditación del resto de España a estas regiones más ricas? ¿Hasta cuando los españoles vamos a estar soportando humillaciones y discriminaciones mientras nuestros gobernantes se quedan con los brazos cruzados ante los separatistas?
El gran problema de estas medidas drásticas es el «efecto contagio». El fascismo folclórico se ha extendido como un cáncer y regiones como Galicia y Canarias han adoptado el discurso nacionalista. Lo mismo pasa en regiones como Valencia e incluso Andalucia, Asturias….
Lo que está claro es que si la Nación Española no quiere disolverse en un número indeterminado de mini-estados y perecer por completo ante terceros estados que se frotan las manos al ver la debilidad y des-unión que manifestamos….. Alguna medida habría que tomar.
Hay un hilo de esperanza al que aferrarse y es el pronóstico que Gustavo Bueno hijo ofrece en el Teatro crítico que trata precisamente también este tema. Según él la Unión Europea colapsará y entonces estas élites políticas lamentables no tendrán más remedio que volver a reconstruir el Estado-nación y entonces se acabarán las tonterías. En todo caso desde España, tal como están las cosas, hay poco que hacer, sólo podemos esperar que algún cataclismo político internacional traiga circunstancias más propicias.
En fin, que es un problema de dificilísima solución, dado lo avanzado que está y para el que no creo que nadie tenga una fórmula infalible. Lo que no podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados sobre todo porque el tiempo en este caso juega en nuestra contra.
Yo creo que tanto la presión y adoctrinamiento de las élites como la impregnación en el nacionalismo tanto pasivo como activo de capas crecientes de la población se retroalimentan. Aunque es muy cierto que la responsabilidad última es de esas élites, que son las que deberían tener sentido de Estado y no la del pueblo llano. Que estos separatismos son un cáncer no creo que nadie lo dude. La cuestión es si hay metástasis y ya no hay solución o si todavía la hay. Sin embargo, aun admitiendo que ya no haya más solución que la drástica que planteaba Javier Ardura, lo cierto es que esa tampoco es una solución, por varias razones: 1) existiría el peligro de que dado el precedente de esas secesiones otras regiones siguieran el mismo camino y España se balcanizase o yugoslavizase 2) porque no le convendría a España (a lo que quedase de ella) tener dos Estados independientes reconocidos internacionalmente que con toda probabilidad serían hostiles y seguirían difundiendo su propaganda separatista por lo que ellos llaman los pueblos de España, para debilitarla y calumniarla, o incluso financiando a otros movimientos separatistas y 3) porque esos nuevos Estados seguirían insatisfechos mientras no se satisfacieran sus reivindicaciones territoriales: Cataluña buscaría la anexión de los «Países catalanes, la región valenciana y las islas Baleares» y Euzkadi Navarra y hasta es posible que Logroño o parte de Aragón, allá donde subsistan topónimos vascongados.
sin duda Ha*(perdón por la «H»:) influido de forma muy positiva en la expansión del neo-feudalismo.
Muchas gracias por plantear estas cuestiones Álvarez, son muy interesantes.
En el primer caso que planteas, cuando te refieres a lo de «invitar» a regiones concretas a abandonar España, me parecía curioso que nadie hubiese reparado en esto criticándolo.Ningún lector de IH lo había hecho hasta ahora.
Bien…. en principio tienes razón en que nadie que se considere patriota español vaya «invitar» a abandonar España a ninguna región desde el punto de vista territorial.Lo normal sería intentar neutralizar a las oligarquías secesionistas, ya sea mediante contra-propaganda, ya sea con medidas sancionadoras desde el Estado Central( de índole político, administrativo o económico).En ningún caso nadie en IH quiere echar a Cataluña o al P.Vasco de España.Pero en el artículo especifico, quizá no con demasiada rotundidad, que se trataría de «MEDIDAS DRÁSTICAS»,el «último recurso» si el secesionismo triunfa completamente en estas regiones(descartando la intervención militar por las enormes dificultades y consecuencias que esto podría traer).En absoluto un servidor y pongo la mano en el fuego que ningún miembro de IH quisiera llegar a la situación de prescindir de estas regiones.Pero sin duda poniéndose en lo peor, prefiero una «España reducida» a una España asimétrica con privilegios inaceptables.
También hay que tener en cuenta que en este artículo mi intención era el de «calentar» o «zarandear» a posibles lectores de las regiones citadas o de otras regiones para entrar en debate.Digamos que considero que el separatismo campa a sus anchas porque nadie les mete presión de ningún tipo, y cuando hablo de estas «medidas drásticas», a mi juicio es una forma de meter presión:»o acatan las leyes que compartimos todos los españoles o señores hagan las maletas y váyanse»….repito, considero una actitud más traidora permitir ya sea de forma pasiva o de forma activa una España con regiones privilegiadas y españoles de 1º de 2º y de 3º que prescindir de ciertas regiones como última medida siempre y cuando el separatismo haya triunfado totalmente y no quede otra cosa que hacer que meter los tanques(medida insisto muy delicada y dificultosa por razones que no voy a tratar aquí).
Respecto a la segunda cuestión.Sobre si peco o no de fundamentalismo democrático.Tengo que decir que el resultado de las elecciones solo es un indicador más, mediante el cual se puede especular sobre estas cuestiones pero solo especular,no doy a las elecciones en absoluto una credibilidad precisa para determinar el grado de nacionalismo.Pero hay que tener muy clara una cosa, si bien hay muchos ciudadanos que no contribuyen activamente a la expansión del separatismo,por ejemplo votando nacionalista.Si hay muchos ciudadanos que contribuyen pasivamente aceptando la situación política.El ejemplo es que ni en Cataluña ni en P.Vasco hay fuertes oposiciones al separatismo que no sea el PP y éstos ya sabemos que han aceptado el discurso nacionalista y autonomista hace tiempo.Puede ser porque las oligarquías separatistas minoritarias lo hayan hecho muy bien y hayan sabido engañar al «inocente pueblo» pero no se puede negar que sin el apoyo del «inocente pueblo»(ya sea activo o pasivo) estas oligarquías no hubiesen llegado tan lejos.
Subrayo también la traidora y acomplejada actitud de los políticos vende-patrias de Madrid frente al secesionismo que antes comentabas, sin duda a influido de forma muy positiva en la expansión del neo-feudalismo.
Muchas gracias por comentar , saludos.
Por un error en el «copia pega» no salió la pregunta formulada por Ardura que he criticado: «¿No sería mejor que los españoles «invitasen» a vascos y a catalanes a abandonar España?»
Sigo con atención las publicaciones de IH, desde los tiempos de su bitácora. Suelo estar muy de acuerdo con los artículos publicados y no acostumbro a hacer comentarios porque poco más podría decir. Este artículo sin embargo me ha parecido matizable en algunos aspectos:
En primer lugar, en cuanto a la pregunta formulada: <> Cómo a alguien que se precie de patriota español puede siquiera pasársele por la cabeza hacer esta distinción entre españoles, por un lado, y vascos y catalanes, por otro. En cualquier caso y suponiendo que se esté refiriendo únicamente a los secesionistas vascos y catalanes, quiero creer que con invitar a irse el autor se está refiriendo a que se vayan los individuos concretos, y no a la secesión de la región, lo cual sería ya la mayor de las traiciones. De todos modos debería hacerse la puntualización, porque es muy importante.
Por otro lado, vincular la voluntad separatista de la región catalana y vasca a los resultados de unas determinadas elecciones me parece pecar del tan criticado fundamentalismo democrático. Además, en el caso vasco habría que tener en cuenta las decenas de miles de vascos exiliados debido al terrorismo y que no pueden votar en su región de origen. En cualquier caso, la nación española, incluida su fracción vasca y catalana, es mucho más que los individuos que votan en unas elecciones concretas.
Si bien es cierto que no se puede desvincular totalmente al pueblo de las decisiones políticas, también es cierto que en muchas ocasiones la población es víctima de los profesionales de la política, que son los que deberían demostrar su sentido del Estado, porque no se puede pretender que el común de los ciudadanos sea un experto estadista. Ese “sentimiento nacionalista” de algunas regiones de España ha sido cultivado durante años por unas élites minoritarias políticas y económicas en busca de su interés particular. No creo que la “deriva nacionalista” sea tanto una respuesta de los políticos a una demanda del pueblo, como algo que a las propias élites políticas y económicas les ha interesado cultivar en su beneficio. Eso sí, siempre con el beneplácito de los supuestamente patriotas españoles, víctimas de sus complejos. Estoy muy de acuerdo con las palabras de Pérez Viejo que comenta David Balaguer.
En fin, me he centrado en lo que no estoy de acuerdo, o me parece matizable. Se han apuntado otras cuestiones muy interesantes que no hace falta comentar.
¡Viva España!, (es decir, ¡Viva el País Vasco, Viva Cataluña!)
Aparte de lo que sabemos sobre la cuota de poder sobredimensionada que los separatistas consiguen por el régimen electoral provincial y su función chantajista de partidos bisagra para garantizar la investidura del Presidente del Gobierno, de la aprobación de los Presupuestos o de cualquier ley cuando no hay mayoría absoluta, o de su entrismo en los partidos políticos «nacionales» y sus cuotas en los grandes Tribunales del Estado, hay algo más.
La otra línea de su estrategia, la más importante, el cimiento de las anteriores y que se retroalimenta con ella consiste en impregnar la sociedad a todos los niveles, en todos los rincones, poco a poco, con pequeñas conquistas. Ejemplos: influir en una biblioteca municipal para que no haya mapa de España y sólo el de la Comunidad Autónoma que se pretende nación; controlar las facultades de Filología e Historia y utilizar las libertad de cátedra para adoctrinar a los muchachos con su ejército de profesores sin importar quién gobierne; cambiar los nombres de las calles, desespañolizar la onomástica de pueblos y ciudades, controlar los órganos de gobiernos de las universidades, las asociaciones culturales, las asociaciones excursionistas, las fiestas de los pueblos y así sucesivamente.
Para poder contrarrestar nosotros esa ofensiva corrosiva, lenta pero tenaz, tendríamos que actuar a la misma escala y para eso necesitaríamos células en todas las ciudades y en muchos pueblos y por tanto recursos y gente que se nos adhiera. Unirnos y trabajar a la escala que podamos, luchar. Creo que ese es uno de los frentes y objetivos de Izquierda Hispánica.
La cuestión que plantea Alberto es clave y la solución es difícil. Creo que incluso aquéllos que tienen la mejor voluntad y las ideas más claras, si tuvieran el poder, se sentirían desbordados por el problema y hasta impotentes.
La raíz del problema la expuso muy lúcidamente el historiador Tomás Pérez Vejo: mientras el Estado en España ha renunciado a seguir construyendo nacionalmente España, en la Constitución española la nacionalidad es una cuestión meramente cívica y no identitaria, las regiones autónomas con ínfulas de Estados llevan haciendo tenazmente una política de construcción nacional identitaria en todos los ámbitos y no lo ocultan, aunque cínicamente cuando les conviene lo niegan.
El Estado debería volver a asumir esa función, poniendo todos los recursos a su alcance, masivamente y a largo plazo (escuela, televisión, prensa, radios, servicio militar, empleo público, …). Debería hacerse una campaña con astucia política para neutralizar a los separatistas y a sus doctrinas, como se hizo con los franquistas y falangistas. Falangistas sigue habiendo pero serlo es anatema en este régimen. Están muertos políticamente. Por eso por ejemplo a nosotros también se nos quiere poner ese sambenito, para matarnos políticamente. Pues eso mismo habría que hacer con el separatismo.
El problema, claro está, es que las élites políticas españolas no están por la labor, o son incapaces o no entienden o son cómplices del proceso y artífices. Y los que en España tienen sentido de Estado y estas ideas claras pues no tienen ni pizca de poder ¿Cómo puede cambiarse a estas élites? Ese cambio se llama revolución ¿Cómo hacerlo, con qué medios? Pues la verdad es que no lo sé.
Una última cosa: deberíamos aprender de las tácticas y estrategias de los separatistas, porque el hecho histórico es que les han funcionado.
Alberto:
Las doctrinas universalistas y armonistas propias de la globalización en donde se pregonaba a bombo y platillo el final de los estados nacionales están desmoronándose.Sobre todo con la crisis actual en donde el proyecto de unión europea está haciendo aguas y deja claro lo que realmente es:Un imperio depredador auspiciado por Alemania principalmente y Francia.No existe la humanidad universal , el mundo esta dividido en estados e imperios que se enfrentan y se alían según sus intereses.
Tampoco existe una relación armoniosa entre las denominadas democracias de mercado.Por ejemplo EEUU y Alemania se aliarán cuando les interese y se enfrentarán si en un momento dado sus intereses chocan,no importa que ambos sean países de la OTAN.
La realidad política es posible que haga despertar a muchos de estos escépticos que creían superada la etapa de los estados nación.Las fuertes condiciones financieras impuestas por Alemania a los países periféricos europeos como Grecia,Irlanda,Italia o España, el fuerte avance del neo-liberalismo privatizador y la destrucción del llamado estado de bienestar con condiciones de trabajo mucho más duras, hace que la nación política sea lo único a lo que se pueden agarrar las clases trabajadoras que son la mayoría de la población dentro de los estados.
La insignificancia política que supondría un estado vasco o un estado catalán a nivel mundial hace que estas opciones sean ridículas y estúpidas,sobre todo si tenemos en cuenta como los «hermanos europeos del norte» tratan a los PIGS.
Los separatistas necesitan a España , por eso es absurdo que desde Madrid no se les presione y se les meta en cintura.
España debe salirse de forma cauta de la «trampa de la Europa sublime» y apostar por un proyecto común con naciones de su misma tradición histórico-cultural: las naciones hispanoamericanas.
Muchas gracias por comentar.Saludos.
La medida de Esperanza Aguirre pidiendo que se echara a la gente y se jugara a puerta cerrada -con TV por supuesto- me parece típica medida cobarde de liberales españoles: buscar como fastidiar a la gente pero haciendo que las empresas -la TV y los equipos de futbol que son también empresas- salgan beneficiadas.
Lo que habría que haber hecho es descalificar a los dos equipos y que el Valencia CF y el CD Mirandés hubieran jugado entre sí en una nueva final. Sólo si la suerte del club va unida al comportamiento de su afición la medida sirve para algo. Si no, la política del club y los delirios de la hinchada continuarán retroalimentándose. Debe haber consecuencias que afecten directa y gravemente al club para que ambos -club y seguidores- comiencen a asumir responsabilidades.
La propuesta de Aguirre muestra en el fondo la miseria del Régimen del 78 incapaz de castigar a los que denigran a España contentándose con proponer medidas superficiales.
Salud
«Lo que está claro es que si la Nación Española no quiere disolverse en un número indeterminado de mini-estados y perecer por completo ante terceros estados que se frotan las manos al ver la debilidad y des-unión que manifestamos….. Alguna medida habría que tomar»
Ojalá que se tomen medidas pero ¿Y si a la nación Española le da igual? ¿Y si la nación Española piensa que la nación es algo que esta superado, que somos individuos en un mar de individuos y que «yo me voy donde mejor se viva»?
¿Que insititución podría tomar esas medidas?
No se, hablo desde el desconocimiento, ¿Pero que se puede hacer?