De las Malvinas a Gibraltar

El espectro del odioso Imperio Británico amenaza todavía con su arrogancia al mundo. Los escombros de su imperio caído siguen siendo oprobio para las naciones hispánicas de ambos hemisferios, entre ellas, España y la Argentina.

Territorios británicos de ultramar en la actualidad.

Ensayemos una clasificación sencilla de todas las posiciones posibles respecto al problema de las Malvinas o de Gibraltar. Llamemos A y B a los países en litigio, el colonizador y el colonizado, y C a la colonia objeto de disputa. Sea la de soberanía la relación entre ellos, que vendrá representada por un agrupamiento entre paréntesis.

1) (A,C),B: esto es, A está relacionado con C pero ninguno está relacionado con B, lo que traducido sería: A es soberano de C con exclusión de B. Este representa el modelo vigente en el que el Reino Unido es soberano de las Malvinas o de Gibraltar, que son territorios de ultramar, frente a la Argentina y España. El ejercicio de esa soberanía llevará al Reino Unido a defenderla mediante la guerra, como ocurrió en el caso de la guerra de las Malvinas, o a utilizar la Royal Navy para expulsar a la Guardia Civil de las aguas que reclaman como territoriales para Gibraltar.

2) (A,B),C: Este modelo lo interpretamos así: A y B pertenecen a una misma unidad política de la que C queda al margen, por lo que no debería ser objeto de disputa entre ellos. Este sería el caso del Reino Unido y España como miembros tanto de la Unión Europea como de la Alianza Atlántica ¿Por qué iban a pleitear dos aliados y hermanos europeos por lo que perteneciendo a uno pertenece al todo? También cabría en este modelo la componenda de soberanía compartida, que claramente es confusa y aun contradictoria con la idea misma de soberanía.

3) (B,C),A: Corresponde al caso que se reivindica, la devolución de la colonia al país demandante.

4) (A,B,C): En este modelo el problema queda resuelto al disolverse la soberanía de los Estados en la de un Estado universal, la Humanidad o bien al abolirse todo Estado y desaparecer las fronteras desde una perspectiva anarquista.

5)  A,B,C: Sería el caso en el que C se convierte en un Estado soberano o bien se celebra un referéndum de autodeterminación para que sus habitantes decidan a qué Estado adscribirse o bien si constituirse en Estado independiente. Esta es una posición mantenida también por el Reino Unido al apelar al derecho de autoderminación de los gibraltareños o de los malvinenses.

Todos los modelos salvo el segundo obedecen los intereses de A, del Reino Unido. Unos directamente, como el primero, otros, como el humanista, el anarquista o el europeísta,  porque al encubrir la realidad mediante idealismos y mitos sancionan el estado de cosas y por tanto la posición del más fuerte. Y otros finalmente porque al
apelar al supuesto derecho de autodeterminación de los habitantes de las colonias lo hacen a sabiendas de que estos se inclinarán por mantener la situación actual de adhesión al Reino Unido, puesto que sus habitantes son británicos y ese estado de cosas les reporta beneficios, como una mayor renta per cápita o el disfrute de un
paraíso fiscal.

El segundo modelo para ser factible debe cambiar los términos, es decir, así como el Reino Unido no es un Estado más sino una auténtica plataforma imperial, por haber sido en el pasado reciente un imperio inmenso, por poseer todavía enclaves nada desdeñables en varios continentes y océanos, por la persistencia de la Commonwealth y por su alianza estrechísima con los Estados Unidos de América, el imperio realmente existente; así también B debe ser más que un Estado canónico para poder enfrentarse a la misma escala. Es el caso de Argentina, que recibe el apoyo del Mercosur, de los países del Alba y potencialmente de todos los que pretendan adherirse a la deseada unificación latinoamericana. No es así el caso de España, cuya pertenencia a estructuras supraestatales, como la OTAN o la UE, menoscaba su soberanía convirtiéndola en lacayo de terceras potencias, o bien porque Gibraltar queda excluido, como en el caso del tratado de adhesión a la OTAN, por el que esta no se compromete en las disputas territoriales entre Estados miembros.

Baste añadir que las citadas colonias, Gibraltar y las Malvinas, no son enclaves baladíes. Gibraltar no sólo por su posición estratégica, como una de las puertas de la ruta marítima que circunda el mundo (Canal de Panamá, Estrecho de Gibraltar, Canal de Suez) sino también porque los británicos no han hecho sino extender sus límites más allá de los fijados por el tratado de Utrecht, estrangulando la bahía de
Algeciras con la extensión unilateral de sus aguas territoriales, ocupando territorio español para la construcción de infraestructuras o mediante la conversión de la plaza en paraíso fiscal. También las Malvinas trascienden los límites de su área geográfica al convertirse en plataforma desde la que el Reino Unido se arroga el derecho a participar del reparto de la Antártida y de sus inmensos recursos.

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