«México y Cuba Puras, Cabezas de Estremadura»

Debemos, en vez de querer impedir a todo trance, y en todo tiempo, la independencia de Cuba, que empeño vano sería, prepararnos para ella, permanecer en la isla sólo el tiempo que en ella racionalmente podamos estar, y tomar las medidas concernientes para no ser arrojados violentamente, con perjuicio de nuestros intereses y mengua de nuestra honra, antes de la época en que amigablemente debamos abandonarla. Dejar tras de sí una fuerte nacionalidad en Cuba, para que ésta, con la República mejicana, fije los límites de la raza sajona, conteniéndola en su marcha invasora hacia el Sur, y no un nuevo Santo Domingo, con su Haití, del Cauto y Nipe al mar del Sur, que es hacia donde, sin quererlo, marchan autonomistas y separatistas». Marqués de Polavieja 1878 Capitán General de Cuba.
Historia Política de la España Contemporánea 1885/1897» de Melchor Fernández Almagro

Está ocurriendo un fenómeno difícil de calibrar entre la evolución de los regímenes americanos, sobre todo, aquellos más escorados hacia el socialismo, y la Iglesia Católica. El marxismo clásico entendió a la religión como una mascarada más de la lucha de clases, no interpretó de la manera más adecuada, entendemos, los distintos grados de implicación e importancia histórico-social de las distintas religiones, sobre todo, aquellas que desde el Materialismo Filosófico se dicen como de fase terciaria. Empieza a ser común en las naciones americanas, que a medida que quieran consolidar un bloque estable, y que por ello traten de esclarecer en que sustratos pueda fundamentarse una unión de tal calado, que aparezca la religión como distinción básica atributiva propia de las naciones católicas frente a las de tradición protestante, ortodoxa, islámicas, animistas, hinduistas o budistas. Y si se quieren establecer la conexiones que explican el modo de ver y actuar en el mundo por parte de los hispanos, un elemento cohesionador, inexcusable, es el fenómeno religioso. Que no es ni unidireccional ni unívoco. Pero que sin él no se puede entender Ideas tan importantes para la hispanidad como la de Persona, Vida, Familia, Trascendencia, Pluralidad, etc ni explicar múltiples manifestaciones populares, arquitectónicas y artísticas que se derraman por el orbe hispano.

Desde el Materialismo Filosófico se niega cualquier posibilidad de existencia espiritual, y tiene como principio rector la Idea de ateísmo esencial total (que por razones de espacio no introducimos, pero que su explicación es fácilmente localizables para el lector interesado). Con no creer en la Idea de Dios no se quiere decir que no se crea en las religiones, pues su positividad es indiscutible, y su capacidad para moldear las conductas de los grupos sociales está fuera de toda duda. Por eso, el distinguirlas y precisar, sobre que tengan de positivo y que de negativo, los mensajes y propuestas morales que conllevan, será uno de los puntos inexcusable que las ideologías del s. XXI deban tratar.

Por lo cual, no podemos menos que mostrar gran interés por las recientes visitas papales a México y a Cuba, y ello ya no solo por constatar el interés religioso, sino el geoestratégico y político en el que Cuba y México se están moviendo, al ser las fronteras más importantes de la hispanidad con el Imperio realmente existente, los EEUU. Y el caso, paradójicamente, respecto a lo que signifique Cuba, no ha sido exclusivamente el distinto sistema económico que ha tratado de organizar, sino que puede decirse, desde otra ótica no economicista, que uno de sus principales rasgos está siendo la capacidad de resistir a los cánones culturales americanos. Y lo que esto signifique, para bien o para mal, parece que se va a poner en escena en breve.

Por eso no puede ser casualidad el interés de la Iglesia Católica, pues uno de los rasgos idiosincrásicos de la isla es su vinculación a la catolicidad recibida a través de las instituciones hispánicas. Que no se hayan perdido estas conexiones históricas en 500 años, que van desde las primeras misas católicas en América, pasando por las procesiones de la Virgen del Cobre hasta la educación por parte de los jesuitas, en concreto, parece ser, el de origen español Armando Llorente, de Fidel Castro, muestra como se ha mantenido a lo largo del tiempo una red institucional que va más allá de lo religioso.

Así, Benedicto XVI, dio algunas claves en su discurso a su llegada al aeropuerto de Santiago de Cuba:

No se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa  situación que tantos experimentan”; «Por eso, en el corazón y el pensamiento de muchos, se abre paso cada vez más la certeza de que la regeneración de las sociedades y del mundo requiere hombres rectos, de firmes convicciones morales y altos valores de fondo que no sean manipulables por estrechos intereses, y que respondan a la naturaleza inmutable y trascendente del ser humano”; “Queridos amigos, estoy convencido de que Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes, a lo que cooperará ese inmenso patrimonio de valores espirituales y morales que han ido conformando su identidad más genuina, y que se encuentran esculpidos en la obra y la vida de muchos insignes padres de la patria.

Raúl Castro, respondió entre otras cosas:

Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia. Encontrará aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la justicia y ha hecho grandes sacrificios. De Martí aprendimos a rendir culto a la dignidad plena del hombre y heredamos la fraterna fórmula que seguimos hasta hoy: «con todos y para el bien de todos»

Cintio Vitier, insigne intelectual y cristiano, escribió que

… el verdadero rostro de la Patria… es el rostro de la justicia y de la libertad» y que «la Nación no tiene otra alternativa: o es independiente o deja de ser en absoluto» … «La reciente peregrinación de la Virgen por todo el país, unió a nuestro pueblo, creyentes y no creyentes, en un acontecimiento de gran significado. Frente a tantos desafíos, Nuestra América se une en su soberanía e intenta una integración más solidaria para hacer realidad el sueño bicentenario de sus Próceres. Su Santidad podrá dirigirse a un pueblo de convicciones profundas que le escuchará atento y respetuoso”.

Respecto a México, decir brevemente, pues el catolicismo en México necesitaría un desarrollo muy pormenorizado, desde que Malinalli Tenépatl se bautizara como Doña Marina, y pasara a la leyenda hispana como “La Malinche”, pasando por el cura Hidalgo y su “grito de Dolores”:

¡Viva la Independencia!
¡Viva la Virgen de Guadalupe!
¡Muera el mal gobierno!
¡Viva Fernando VII!”.

O lo dicho por fray Servando Teresa de Mier:

Guadalupe no está pintada en la tilma de Juan Diego sino en la capa de Santo Tomé (conocido por los indios como Quetzalcoatl) y apóstol de este reino. Mil setecientos cincuenta años antes del presente, la imagen de Nuestra señora de Guadalupe ya era muy célebre y adorada por los indios aztecas que eran cristianos, en la cima plana de esta sierra del Tenayuca, donde le erigió templo y la colocó Santo Tomé. (primer párrafo del sermón). Yo haré ver que la historia de Guadalupe incluye y contiene la historia de la antigua Tonantzin, con su pelo y su lana, lo que no se ha advertido por estar su historia dispersa en los escritores de las antigüedades mexicanas».

Hasta las “guerras cristeras” de 1926-29, preludio asombroso de la Guerra Civil española hasta Maciel y sus Legionarios de Cristo, correlato del Opus Dei español.

Lo dicho sobre Cuba a rasgos generales puede ser aplicado a México, pero teniendo en cuenta que este país es el Estado que más inmigración está aportando a los EEUU, y que ha provocado que crezca exponencialmente la importancia del catolicismo allí. Mantener la fe del pueblo mexicano es una de las mejores maneras que tiene la Iglesia Católica de crecer en los EEUU, y de los hispanoamericanos de vivir cohesionados. Así México por su potencialidad en extensión, recursos y población, se encuentra en una posición diferente a la de Cuba, aunque quepa entrecruzar muchos paralelismos, como fue visto por el Marqués de Polavieja, o recientemente por S. Huntington:

… la auténtica fuerza impulsora de la tendencia hacia la bifurcación cultural ha sido la inmigración procedente de América Latina y, muy especialmente, de México”…“la inmigración mexicana está provocando la reconquista demográfica de zonas que los estadounidenses habían arrebatado por la fuerza a México en los decenios de 1830 y 1840 y que están siendo ahora mexicanizadas de un modo comparable (aunque distinto) al de la cubanización que se ha producido en el sur de Florida” P. 259 “¿Quiénes somos?: Los Desafíos a la Identidad Nacional estadounidense
Samuel P. Huntington. Ed. Paidós.

Decir por último que nos ha sorprendido la fe católica del mandatario venezolano Hugo Chávez, y culminada en su viaje para conocer al Papa en Cuba. Tampoco ha pasado desapercibido el interés de Benedicto XVI por encontrarse en audiencia con Fidel Castro, tal y como hiciera su predecesor Juan Pablo II.

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5 Respuestas a “«México y Cuba Puras, Cabezas de Estremadura»”


  • Qué entenderá por Imperio aquel que niega que a través de ellos se haya podido constituir la Historia como Universal. El Imperio no es una Idea «iposible» sino límite, operativa,funcional; ejercitada en los distintos ortogramas imperiales; justificada, representada y combatida desde distintos supuestos ideológicos. El Imperio es «Imposible»,pobres incautos Alejandro Magno y Octavio Augusto.

  • El Imperio no es un mito pues existieron, existen y existirán imperios de muy diversos tipos. Otra cosa son las ideologías vinculadas a esos imperios, ahí sí que se dan los mitos.

  • cara oculta de la química

    Eso, los luminosos, entre ellos el del Imperio como Idea filosófica, imposible de realizar políticamente, pero tan, tan clara ¡verdad! que no veas como ciega cuando la contemplas con actitud beata.

  • Vivan los mitos, pero los luminosos.

  • cara oculta de la química

    Espectacular. Esto en la ilustrada y racionalista Europa sublime (de la que participamos los españoles, todos tan kantianos) es imposible. ¡Vivan los mitos!

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