Ataque del neofeudalismo a los indignados por el catalán

Neofeudalistas catalanes

Algunos diarios se han hecho eco de un artículo firmado por Ferran Sáez y publicado en el diario neofeudalista catalán Avui en el que ataca a los indignados de la plaza de Cataluña por no abanderar la defensa del catalán y las archirrepetidas reivindicaciones victimistas del neofeudalismo hegemónico de Cataluña.

Este sujeto lamenta que el español haya acabado imponiéndose en la plaza por la negativa de los organizadores a defender cualquier tipo de nacionalismo y alega que esa actitud encubre una imposición del español y un consiguiente arrinconamiento del catalán, pues si los organizadores fueran coherentes con sus propósitos emplearían el chino mandarín o el inglés para llegar al mayor público.

Pero aunque los organizadores del DRY renieguen de cualquier tipo de nacionalismo lo cierto es que en su praxis política en la plaza pública se manifiesta en el plano de los hechos, aunque no en el de la ideología, la realidad de una Nación, la española, la única realmente existente.

El articulista atribuye estos hechos a la manifestación de un “nacionalismo banal”, término sociológico con que se refiere a un nacionalismo que de tan intensa y constantemente transmitido a través de la escuela o la televisión pasa inadvertido, de manera que los indignados de la Plaza de Cataluña serían nacionalistas españoles aun sin querer serlo. Pero esta falacia queda en evidencia cuando se considera que en los últimos treinta años y con especial intensidad en Cataluña ha sido el nacionalismo fraccionario catalán el que se ha promovido desde todas las instancias con un fanatismo monomaniático, desde la escuela a los medios de comunicación que monopolizan los separatistas e impregnando todos los ámbitos de la sociedad: clubes deportivos, bibliotecas, sociedades excursionistas, instituciones de gobierno universitarias y un larguísimo etcétera.

Pero lo que demuestra esta denuncia impotente es el fracaso de la política de propaganda separatista para cuajar en la sociedad catalana, que se empeña en seguir siendo española en los hechos, cuando puede actuar con espontaneidad.

Y demuestra también la falsedad radical de las imágenes que presentan a todo lo español como algo impuesto desde el Estado, como una superestructura que coartara la verdadera realidad nacional de unos pueblos supuestamente oprimidos. Antes al contrario, es la realidad vigorosa española del pueblo la que se rebela una y otra vez, ya sea agitando la bandera como durante el mundial o más discretamente como en el movimiento del 15-M, contra las oligarquías indignas que tratan de adoctrinarla a la imagen y semejanza de sus naciones ficticias.

Esconde también el objetivo de estas minorías neofeudalistas: convertir el catalán, usado descaradamente como instrumento político a su servicio, en la única lengua de una sociedad monolingüe, pues se persigue desterrar al español o marginarlo ¿Con qué propósito? Enajenar a una parte de España del resto de la Nación, incomunicándola, para poder ejercer su demagogia sobre ella según su arbitrio.

El movimiento DRY comenzó en Madrid, que muestra ser así la capital, no sólo oficialmente, se ha difundido a todas las capitales de provincia españolas y se muestra unitario e indócil.

Si lo interpretamos además, no quizá como un movimiento revolucionario, pero sí como un conato de revolución, un primer paso (tal como hizo Izquierda Hispánica en su manifiesto), entonces notamos curiosamente el paralelismo con los sucesos de la Revolución Francesa de este reaccionario del Avui: pues asocia en su texto el catalán con los patois que en la Francia Revolucionaria se convirtieron en instrumentos de la reacción para mantener desinformados a los campesinos.

Esta posición agresiva e irracional para con el movimiento de los indignados explicaría también la saña y la ordinariez con que la policía autonómica al servicio del separatismo catalán actuó recientemente en la Plaza de Cataluña contra la masa inerme de los indignados para tratar de desalojarlos.

Salud, Revolución, Hispanidad y Socialismo

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2 Respuestas a “Ataque del neofeudalismo a los indignados por el catalán”


  • Ya es concedes demasiado apego al PP. Los neoliberales piensan que España es una «marca», como si fuera una mercancías más con la que sacar beneficios.

    Gracias por comentar!

  • El nacionalismo catalán separatista, tan derechista, rancio y burgués como el nacionalismo centralista imperialista del PP, que se piensan que España sólo es Castilla y nada más.

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