España, nación geográficamente europea, pide a sus hermanos latinoamericanos que realizen inversiones económicas de calado en uno de los países más afectados por la crisis económica.
En la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en octubre de 2012 en Cádiz, España, esta nación y Portugal han pedido a sus hermanos iberoamericanos que, de la misma manera en que deben dejar que sus empresas sigan invirtiendo y generando dividentos en suelo latinoamericano (uno de los territorios más ricos en recursos naturales del Mundo), que las empresas latinoamericanas más potentes inviertan en suelo español y portugués. Detrás, claro está, de esta petición, no están únicamente la necesidad de las naciones ibéricas de buscar vías de escape a una situación difícil. El Eurolat, la «asamblea permanente latinoamericana y europea», la institución que el eje franco-alemán dispone para que sus excedentes de producción amplíen mercados vista las dificultades para seguir exportando sus mercancías al resto de Europa por la crisis, necesita de los históricos lazos iberoamericanos para que la UE pueda seguir siendo recurrente.
Se ha tratado, por tanto, de recuperar un alicaído iberoamericanismo, pero asido atentantemente por un europeísmo al que no renuncian las elites políticas españolas y portuguesas, ante un latinoamericanismo que se resiste a esas presiones, aunque también les pueda convenir. Europa es una oportunidad económica para Latinoamérica, incluso en competencia con Portugal y España. Pero, a su vez, Latinoamérica es un sumidero de mercancías para Alemania, la dominadora, una vez más, de los europeos. Así lo mostró la visita del ministro alemán Guido Westerwelle a Brasil, buscando mercados donde vender lavadoras Miele o coches Wolkswagen. Mercados distribuidos en una veintena de naciones, con más de 500 millones de habitantes.
No obstante, la tónica de esta Cumbre fue más amistosa que otras anteriores. Y a pesar de los caminos, en principio, contrapuestos que tienen el latinoamericanismo y el europeísmo (convergentes en el Eurolat, aunque no sea más que por razones meramente mercantiles), el iberoamericanismo encontró, gracias a Dios, expresiones sociales en esta cumbre, cuando los presidentes Dilma Roussef, de Brasil, o Rafaél Correa, de Ecuador, criticaron duramente los recortes sociales, la primera, y la política de desahucios el segundo, que en España se estaban realizando. Si tiene futuro el discurso, la ideología iberoamericanista, a nuestro juicio, esta tendrá que tender puentes no solo diplomáticos y mercantiles, sino también sociales y de compromiso firme frente al desamparo de muchas personas en monentos duros como los actuales.
El marco de la última Cumbre Iberoamericana, institución organizada a instancias de España en la época de Gobierno de José María Aznar, no podía ser más simbólico: Cádiz, la ciudad donde se redactó la primera Constitución española en 1812, conocida vulgarmente como «La Pepa». Una Constitución que definía a la España de entonces como la «unión de españoles de ambos hemisferios». Pues tan españoles eran, para los liberales revolucionarios que se revelaron contra la invasión napoleónica de la Península Ibérica, los ibéricos como los americanos. Decir España era decir, hoy Hispanoamérica, o Hispanidad. Tras 200 años, la idea de Hispanidad, en el lado ibérico, ha sido barrida por el europeísmo. En el lado americano, por la «Patria Grande», por Latinoamérica.
Una Constitución que acabó con los privilegios monárquicos y hacía residir la soberanía en la nación, una nación intercontinental, que se fragmentó en varias naciones políticas que, hoy día, tienen en común el idioma español, determinadas tradiciones y costumbres e inequívocos lazos históricos, pero con grietas que evidencian desencuentros que no pueden negarse si pretenden resolverse. Grietas que, en esta edición de las Cumbres Iberoamericanas, se tratan de empezar a resolver. Y no ya porque convenga a ambas partes (España y Portugal por un lado, la América hispana por el otro). Incluso por mero interés geoeconómico, egoísmo de la necesidad por parte de España y Portugal, Latinoamérica e Iberia están condenadas a entenderse y navegar juntas en un mar llena de barcos de todo pelaje.
La crisis económica originada en 2007 tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos del Norte de América (América no son solo «ellos») ha afectado, sobre todo, a «ellos», a los estadounidenses y a los europeos. Y más en particular a aquellos europeos que más cerca están, por lazos culturales pero también económicos, a Latinoamérica: España y Portugal. Pero también Italia, Grecia e Irlanda. Los PIIGS (o PIGS, si se excluye, por su «Anglosajonidad», a Irlanda), «cerdos» en inglés, es el calificativo despectivo que la prensa anglosajona y germánica ha dado a las naciones europeas del Sur, no protestantes y no «ilustradas» (como Francia), consideradas atrasadas y casi parasitarias de la riqueza del pujante centro y norte europeos.
No obstante, se dice que del cerdo se aprovecha todo, y en este caso el cerdo ibérico quiere que se aprovechen de él los que considera que tienen mejor posicionamiento para hacerlo. Más allá de ser un Foro de Discusión, la Cumbre Iberoamericana sirve de excusa para negociar operaciones de diplomacia, futuros tratados económicos o de ventajas jurídico-empresariales, que suele ser lo que no se ve de la ceremonia-tertulia que se ofrece. Entre bambalinas se juega el futuro de las cumbres, más allá de anecdóticos, aunque sintomáticos, «por qué no te callas». Aunque el narcotráfico, la pobreza, peticiones de paz entre palestinos e israelíes, la salida al mar de Bolivia, o de fín del bloqueo económico a Cuba, fueron la tónica general, más ausencias ya habituales (Chávez, Raúl Castro, Cristina Fernández, Daniel Ortega), parece que el tono esta vez era algo distinto.
En América ya se conocen, desde hace décadas, los resultados de las políticas neoliberales que ahora afectan a las naciones ibéricas. Si existe preocupación pública porque ellas se apliquen a los pueblos de las naciones cuyo curso histórico fue decisivo para la forja de un nuevo y gran continente, ello muestra que no todo está perdido. Hay futuro para Iberoamérica. Y estas cumbres (la próxima será en Panamá el año 2013) solo han de ser la puntita del iceberg de la reunificación iberoamericana desde una perspectiva de justicia social.
Saludos a todos. Les dejamos nuestra opinión sobre la Cumbre Iberoamericana de 2012:
«Al final parece ser que se ha salvado medianamente la dignidad de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz. Sin embargo en esta cumbre tan señalada por la importancia histórica de la misma (el bicentenario de la constitución de 1812) comprobamos una vez más falta de altura de unos políticos que han dejado escapar una oportunidad única de avanzar hacia la reconciliación de la Hispanidad. Tras casi dos siglos de división seguimos sin reconocer que nuestra fragmentación nos ha debilitado a todos sin excepción. Mientras no asumamos hechos consumados (por mucho que nos duelan) como que la independencia de Hispanoamérica ha sido un duro fracaso nunca volveremos a tener el peso mundial que nos corresponde. Pese a que somos una sociedad de profundo calado mundial por diversos factores (demografía, cultura, superficie) todavía no hemos madurado lo suficiente como para hacer autocrítica. Preferimos echarnos las culpas mutuamente, faltarnos al respeto y dejarnos llevar por una Leyenda Negra que para colmo idearon los enemigos confesos de nuestra cultura. Por todo ello no podemos más que mostrar nuestra profunda decepción al ver como se ha desaprovechado esta ocasión histórica por culpa de nuestros representantes. Pero que nadie se engañe pues somos nosotros mismos los que elegimos a esos políticos mediocres que siguen sin comprender el futuro que se nos avecina. Tenemos grandes cualidades entre las que destaca especialmente nuestra diversidad. Nuestra cultura es lo suficientemente amplia y flexible como para liderar un futuro en donde las decisiones se tomarán en grandes bloques sociopolíticos basados en una cultura común. Sin embargo parece ser que 200 años de perspectiva no son suficientes para darnos cuenta de que en la reunificación de la Hispanidad se haya la respuesta a ese futuro incierto que se cierne sobre nuestra sociedad…»
Como no he visto enlace de arte lo he puesto aquí
http://www.henciclopedia.org.uy/Columna%20H/RehermannBienalMontevideo.htm
Para no dejar de iberoamericanizarnos pongo estos dos enlaces de dos agrupaciones carnavalescas de hace ya años
http://www.youtube.com/watch?v=Q9ccY0a1zls
http://www.youtube.com/watch?v=9Wa5RkdRB6M
(es muy claro el ritmo de la marcha camión y también el candombe)
http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/
Este sábado el reportaje fue sobre Bartolomé de las Casas
En nuestros análisis siempre tenemos presente esa dialéctica de Estado que nos indica. Creo que son más bien tus gafas conceptuales las que ven ese análisis donde no lo hay, pues nadie en IH lo ejercita. Nadie de IH habla de una unión iberoamericana que se produzca al modo armónico como si tras una cumbre iberoamericana la unidad fuera a producirse. Igual que la unidad alemana estuvo siendo buscada por Prusia y por Austria, la unidad iberoamericana puede ser llevada a cabo o discutida desde diversos focos. Diversas hispanidades son posibles y por eso no nos declaramos «hispanistas» sin más. No vale cualquier proyecto de unidad iberoamericana, si por ejemplo, resultase ser algo al estilo de la UE actual. Sin duda sería un paso importante pero no tendría por qué recibir nuestro apoyo incondicional.
Por otra parte, la potencialidad de la hispanidad de los EE.UU es ciertamente interesante y está por ver sus futuros logros.
La idea de unión iberoamericana es tan fantástica como la de la unidad Europea. Brasil y México jamás podrán estar armónicamente bajo una misma organización, las dos naciones aspiran a ser potencias hegemónicas. Podríamos aplicar aquello que siempre dice Bueno: así como en el cielo no caben dos soles, no caben Darío y Alejandro sobre la tierra. Brasil y México no caben en Iberoamérica, ya que las dos aspiran a liderarla. Ambas naciones dicen lo mismo que Francisco I de Francia de su lucha con su primo, Carlos I de España, por el Milanesado: «mi primo y yo –dice Francisco I de Francia, refiriéndose a Carlos I de España– estamos siempre de acuerdo: los dos queremos Milán». Brasil y México están perfectamente de acuerdo: los dos quieren dominar América. En vuestros análisis siempre olvidáis a la Naciones Políticas que son los sujetos que están operando políticamente (yo no veo que a las Naciones políticas, al menos a dos de ellas, les interese una Iberoamérica unida)
Tampoco creo que la clase política española sea tan tonta como la pintamos aquí; es más, ya han tomado partido por México como apuesta a largo plazo. Lo que se está moviendo en los centros de gobierno europeos es que a la Unión le quedan pocos telediarios, la crónica de hoy en La Vanguardia habla de eso
http://www.lavanguardia.com/internacional/20121218/54358074131/merkel-fragilidad-alemania.html
El heredero al trono de España y próximo Jefe de Estado dio un discurso muy interesante este verano en la universidad estadounidense de Harvard en el que decía:«España, una nación americana» o «difícil describir un idioma como “extranjero” cuando ha sido hablado aquí ininterrumpidamente durante más de medio milenio». http://www.abc.es/20120622/espana/abci-harvard-principes-201206220939.html Vamos que hay un plan B por si esto del Euro salta por los aires.
La partitocracia coronada apuesta por el México del Pacto por México que se identifica con la transición española
http://www.americaeconomia.com/analisis-opinion/pacto-por-mexico-y-el-abuso-de-citar-la-moncloa , y por los nuevos Estados Unidos Hispanos que ya han dejado atrás el vínculo anglosajón http://www.youtube.com/watch?v=cSArtBBfXJc
( sólo hay que ver la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos Londres 2012, o ver las series y programas de la BBC recordando la época eduardiana, rememorando el Imperio Británico de principios del siglo XX. El vínculo está casi roto, y Gran Bretaña vive una especie de 1898 español)
La gente del gobierno es prudente y no hace un discurso antieuropeo, pero hay movimientos de acercamiento a las nuevas potencias ya que empieza estar claro que a Europa se le acaba el recorrido
Gracias Fire por tu comentario, ya se te echaba de menos. Completamente de acuerdo con que falta mucho por trabajar en la defensa de la Hispanidad. De hecho, esas citas que has puesto suponen -a pesar de lo que los que las dicen piensen- una claudicación ante los enemigos anglosajones e impide precisamente trabajar por una Patria grande ya que la disuelve en un conglomerado amorfo de naciones étnicas más o menos bienavenidas. Curiosamente son los hispanos de EE.UU los que parece que lo tienen más claro en este tipo de cosas.
Por lo demás, un pequeño consejo. Escribe los comentarios más cortos, ya que este nos aparecía como spam y lo hemos tenido que rescatar de entre los correos eliminados. El motivo es que un texto largo, con enlaces, es detectado por worldpress como spam. Afortunadamente nos hemos dado cuenta de esto y lo hemos publicado pero si se nos pierde podría parecer que censuramos tu opinión y no es el caso.
Salud
Muy buenas a todos, tras unas semanas ausente del blog por motivos personales. De este artículo se puede decir que:
1. Europa es un problema para España.
2. No hay ningún partido o institución en España que se disgregue del europeísmo.
3. Una posible salida sería una alianza Iberoamericana.
4. No hay posibilidad real ahora mismo para llevar a buen puerto esa alianza, ya que no existe el caldo de cultivo ideológico en los dirigentes para hacerla realidad.
Si a esto añadimos que algunas empresas españolas han sido expulsadas de ciertos países iberoamericanos, la cosa se complica. El caso de Repsol es muy sintomático: no se le ha expulsado para nacionalizar los recursos, sino para dar paso a la multinacional yanky Chevron. Esto indica que no solo hay que iberoamericanizar España: también tienen que trabajar los hermanos hispanoamericanos en la hispanoamericanización de sus países. Varios ejemplos muy rápidos que he encontrado por Internet:
Evo Morales afirma que el Día de la Hispanidad es en realidad «un día de luto»
http://ecodiario.eleconomista.es/latinoamerica/noticias/1609066/10/09/Evo-Morales-afirma-que-el-Dia-de-la-Hispanidad-es-en-realidad-un-dia-de-luto.html
Chávez convoca a Venezuela a una marcha por la resistencia contra el imperio español
http://ecodiario.eleconomista.es/latinoamerica/noticias/1609120/10/09/Chavez-convoca-a-Venezuela-a-una-marcha-por-la-resistencia-contra-el-imperio-espanol.html
Y Rafael Correa ha sustituido el Día de la Hispanidad por el Día de la Interculturalidad y Plurinacionalidad. Esto es lo que dice de tal efemérides:
«Este 12 de octubre de 2012 se celebra el Día de la Interculturalidad y Plurinacionalidad. Así lo declaró el Presidente de la República, Rafael Correa, mediante Decreto Ejecutivo No. 912. Destinando este día a reconocer y rectificar el verdadero significado del acontecimiento del 12 de octubre de 1492, mal llamado día de la raza, que exaltaba el colonialismo en detrimento de la cultura y valores de nuestros pueblos y nacionalidades.
El Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad es por un lado una reconstrucción de la memoria colectiva, un llamado al perdón sin olvido de la invasión española y por otro, un llamado a la unidad nacional en la diversidad, a construir juntos el Estado Plurinacional e Intercultural que manda la Constitución de la República.
El viejo Estado monocultural subordinó e invisibilizó a las culturas indígenas, afroecuatorianas y montubias a través del racismo, la discriminación y la exclusión étnica cultural. Hoy nuestro Ecuador se aproxima a su fundamento como país cuando puede mirar el rostro de sus pueblos y de sus nacionalidades desde la estructura de un nuevo Estado Plurinacional e Intercultural que construye día a día una nueva sociedad diversa e incluyente en todos sus ámbitos, tanto en lo económico, en lo social, así como en lo político.
Hoy ser ecuatorianos y ecuatorianas, significa decir que somos cholos, montubios, afros, indígenas, mestizos y blancos. El Gobierno nacional desde instituciones como el Ministerio Coordinador de Patrimonio, Ministerio Coordinador de la Política, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Inclusión Económica y Social, Secretaría de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana y Instituto para el Ecodesarrollo Regional Amazónico (Ecorae), conjuntamente con los pueblos y nacionalidades del Ecuador estamos trabajando en la recuperación de la identidad nacional para construir el Estado democrático del Buen Vivir.
Juntos hemos avanzado en la lucha contra la discriminación, en la inclusión y la igualdad de oportunidades con acciones afirmativas a favor de los pueblos y nacionalidades que tradicionalmente han sido marginados. El gobierno de la Revolución Ciudadana tiene la firme voluntad política de profundizar y acelerar la construcción del Estado Plurinacional e Intercultural, reconociendo y garantizando el pleno goce y ejercicio de los derechos colectivos de pueblos y nacionalidades.»
Yo creo que aquí tenemos que trabajar todavía muchísimo todas las partes para lograr esa alianza. Casi tan lejos veo a nuestros dirigentes españoles de la alianza (debido a su nefasto europeísmo), como a muchos dirigentes iberoamericanos con su no menos nefasto indigenismo. Queda muchísimo trabajo por hacer a ambos lados del Atlántico.
Una aclaración sobre la riqueza de usos del Español y a propósito del cerdo ibérico que se menciona en el artíoculo. En mi pueblo, que está al norte de la provincia de Granada y próximo a la provincia de Murcia, «la botija» es la vejiga del cerdo, y no se usa en tono despectivo para insultar a nadie, sino que se trata de la tripa más valiosa del cerdo para hacer embutido.
Siento que los siglos de dominación ibérica en América no fueron estériles. A diferencia de otras potencias colonialistas, España supo de alguna manera valorar la dignidad del otro americano (pienso en Bartolomé de las Casas) y mezcló su sangre con la americana. Hoy la nación iberoamericana es una nación mestiza. Creo que ni América ni España pueden seguir pensando en destinos paralelos. (Rosario, Argentina)
(Aclaración: aunque sea español, lo de Botija es un humilde homenaje a la ciudad de Montevideo, a la que tanto afecto le tengo por motivos personales y de amistades. En el Montevideo dieciochesco surgió esta españolísima palabra ya que a los niños y muchachos se les mandaba a por agua a las fuentes y las criaturas iban cargados con botijos, por eso quedó botija con el significado de niño, muchacho; este término hoy en día alterna con gurí proveniente del interior del país y con el porteñismo pibe, también con muchacho, nene…).
Americanicémonos pues. Aquí pongo este enlace a una web que desde la que fue llamada Atenas de América del Sur (Montevideo) nos deja magníficos artículos
http://www.henciclopedia.org.uy/