El filósofo español Gustavo Bueno mostraba hace unos días su sorpresa porque en España ninguna fuerza política relevante incluyera en su programa la salida del € y de la UE. Y así es. Ninguna fuerza política nacional lo reclama o siquiera lo plantea en el parlamento de la nación. Por supuesto se oyen voces de personalidades como Julio Anguita reclamando, más desde movimientos ciudadanos que como miembro del PCE, la salida del € o se leen análisis de economistas que muestran la consecuencias nefastas de la pertenencia de España a la UE y al € durante estos años. También a nivel de conciencia ciudadana va creciendo lentamente el rechazo a la UE y el € según detectan algunas encuestas de opinión.
Pero como decimos más allá de estas propuestas individuales o de analistas expertos no existe fuerza política relevante que lleve al parlamento de la nación la cuestión de la pertenencia de España al € y la UE. ¿Por qué?
Desde Izquierda Hispánica presentamos la siguiente explicación. En primer lugar decir que adoptar como programa político definido la salida de la UE y el € sólo está al alcance de un partido de izquierdas. Partido en cuanto movimiento organizado de ciudadanos dado a escala institucional como “parte” de la nación. De izquierdas en tanto que las claves definitorias de la izquierda son el racionalismo y el socialismo (como universalismo). Es decir, la derecha en tanto que definida aquí según la característica del irracionalismo y la formación de grupos o élites con intereses particulares no está obviamente en condiciones de defender a la nación, a sus ciudadanos, a sus trabajadores.
Efectivamente presenciamos como la oligocracia político-financiera y social del régimen del 78 se apresta a salvaguardar sus intereses a cambio del sacrificio del bienestar colectivo: después de las medidas desastrosas que para la economía nacional supuso la incorporación a la UE y el €uro asistimos ahora a un autentico saqueo de la renta individual y familiar, cuyo resultado será la depauperización de la mayor parte de la población, con el único objetivo de financiar la crisis de deuda generada precisamente por nuestra pertenencia a la UE, el euro, prácticas financiaras delirantes e irracionales de las élites financieras, y consentidas, amparadas cuando no promovidas por políticos irresponsables, una estructura ineficiente del Estado construida para dar acomodo a la partitocracia y un largo etcétera de medidas políticas y económicas irracionales, que se cierran, sin embargo, sobre la institución del estado y sus relaciones de clase y con otros Estados, como institución imprescindible e indispensable para pensar la economía política (precisamente para evitar que las causas y consecuencias intervinientes sean infinitas y poner en su quicio explicaciones basadas en la corrupción delictiva, en la ética o en decisiones individuales, entre otras). La economía política requiere explicaciones económico-políticas.
De otro modo la partitocracia político-financiera del régimen del 78, la ideología socioliberal y los nacionalistas constituyen la derecha de este régimen entendiendo aquí derecha por el irracionalismo de sus medidas político-económicas que han llevado a poner el riesgo la viabilidad del Estado y por el particularismo de sus intereses de grupo que han conducido a adoptar medidas que, poniendo ahora el acento en la capa basal del Estado (el territorio y la riqueza producida y distribuida en el mismo por los trabajadores, apropiado por un Estado frente a otros) pretenden utilizar esta capa basal al antojo para sus intereses particulares. Pero también de terceros Estados. De ahí que para la partitocracia del régimen la UE y el € sean un proyecto estratégico al que no están dispuestos a renunciar. Porque para unos en Europa nos encontraremos (frase pronunciada por el señor Arzallus donde da a entender que después de la fragmentación de la nación española, los restos, o despojos, se reencontrarán como entidades integradas en la UE); para otros porque creen reforzar así sus propios intereses como grupos de poder y élites político financieras: de esta crisis se sale con más Europa o Para hacer frente a la crisis Europa necesita ser más Europa son algunas de las perlas que hemos leído estos meses. Nos encontramos ante unos genuinos vendepatrias, gente verdaderamente peligrosa.
Pero volvamos al inicio. ¿Por qué la izquierda no habla abiertamente de la salida del € y la UE? ¿Por qué ninguna fuerza política de izquierdas explica, difunde y presenta un programa de acción destinado a marcar distancias con la UE y el €?
Obviamente nadie niega el riesgo y dificultad técnica de tales medidas, pero no pensamos que esto constituya una explicación suficiente, no más de lo que supuso la incorporación a la UE y la introducción del €. Se dirá que las consecuencias serían desastrosas en términos económicos (fuga de capitales, deuda impagable al pasar a estar referenciada en un peseta devaluada…), pero es difícil de justificar que la situación económica fuera a ser más desastrosa que ahora mismo y lo que se anuncia por delante.
Pensamos que la explicación se halla en otros lugares. En primer lugar la indefinición respecto al Estado; efectivamente en los planes y programas de la izquierda han ocupado protagonismo reivindicaciones de carácter indefinido respecto al Estado como institución: derechos civiles, multiculturalismo… Junto a esta indefinición no se dejará de advertir que el Estado muchas veces es reivindicado como un institución cuya función es la de proveer bienes y servicios de todo tipo a los individuos (educación, pensiones, sanidad, condiciones laborales…), en tanto que individuos consumidores de bienes y servicios y no tanto como ciudadanos que también se comprometen con la recurrencia del Estado (ningún derecho sin deber).
Pero sobre lo que queremos llamar la atención de forma principal es sobre el bloqueo ideológico, la cerrazón ideológica que tiene parte de la izquierda en España con la defensa del Estado-nación. Una parte hegemónica del régimen del 78 ha consistido en la aberración histórica y política de identificar el franquismo no con un periodo determinado de la historia de España sino con el mito fundacional de la estructura del Estado y esencia inmutable de España. Defender a España como Estado, como nación política es franquista, sin más consideración. Como mucho se habla del Estado Español o del Estado, de forma indefinida, sin adjetivar, y en tanto que proveedor de bienes y servicios. La ideología dominante del régimen del 78 respecto a la cuestión nacional ha consistido principalmente en tres opciones principales: la nacionalista separatista, la cosmopolita indefinida, principalmente presentada bajo el europeísmo como signo de modernidad y progreso y el patriotismo leguleyo constitucional o deportivo. La izquierda se ha decantado bien por el nacionalismo bien por el cosmopolitismo progresista multucultural (como burda degeneración capitalista consumista del internacionalismo obrero de antaño). Plantear abiertamente la salida de España de la UE y el euro, volver a la peseta, tener que volver a la defensa de las competencias y soberanía del Estado frente a terceros Estados, y las castas autonómicas o separatistas, supondría cuestionar la cerrazón ideológica hasta ahora presente. Y sin embargo no se dejará de llamar la atención una y otra vez el dislate y aberración que supone tal bloqueo ideológico.
Ahora que buena parte de la vida política y civil de los españoles está condicionada por decisiones políticas adoptadas por el Estado precisamente tras la muerte del dictador, desde el Estado autonómico hasta la incorporación a la UE y el €, desde el sistema educativo hasta derechos civiles, los planes y programas de la izquierda no pueden tener como referencia un mito oscurantista respecto a la esencia y estructura del Estado. Mito creado por una parte de los grupos dominantes del régimen del 78, y que no obedecen a ninguna realidad histórica, para favorecer sus intereses del presente. Desde el materialismo histórico y el realismo político qué duda cabe que la historia es el referente, el contexto determinante de las actuaciones que cabe poner el marcha. La historia, no el mito maniqueo del bien y el mal, de la luz y las tinieblas.
La crisis económica, pero también política y social está provocando entre otras cosas la obsolescencia de buena parte de la ideología dominante del régimen. Empieza a resultar indignante el patriotismo leguleyo o deportivo de quienes están dispuestos a ceder toneladas de soberanía, en palabras del infame Ministro de Exteriores, resulta ridículo leer naderías cosmopolitas del tipo Para hacer frente a la crisis Europa necesita ser más Europa escritas por un alto cargo de la ejecutiva del PSOE. ¿Y quién en su sano juicio, salvo un ya convencido nacionalista separatista, puede pensar que una comunidad autónoma convertida en miniestado independiente en la UE sería algo más que un Länder alemán o un departamento francés, pero intervenido, pobre e insignificante, claro? Quién en su sano juicio político no aprecia que en el mundo de los Estados (y sus aliados estratégicos) y en particular en la UE, cada Estado nacional busca salvaguardar sus propios intereses nacionales y que son precisamente los Estados más débiles (por dependencia de terceros países) los eslabones más débiles que pagan y padecen con la crisis y la intervención y rescate de su economía política.
Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria, decía el clásico. Y sin teoría adecuada del Estado, su historia, sus relaciones de clase y respecto a terceros Estados, no hay práctica política adecuada.
Ahora la izquierda está donde quizás hay que estar, apoyando y tratando de dar forma política a las medidas deflacionistas, antipopulares y antiobreras del gobierno vendepatrias de turno. No descuidamos -y aun menos despreciamos- los movimientos espontáneos que surgen ante la gravedad de la situación económica y la actuación de la oligarquía vendepatrias en su subordinación a los dictados de la UE aunque, hemos señalado recientemente las limitaciones de la política tradeunionista o basada exclusivamente en reivindicaciones laborales.
Pero creemos necesario desbloquear la cerrazón ideológica que impide disponer de una teoría del Estado correcta y adecuada a los tiempos y necesidades presentes y plantear la defensa de la nación, la resistencia nacional de forma conjugada tanto frente a la oligocracia político-financiera vendepatrias del interior como frente al proyecto de la UE del €.
Hacemos nuestro el juramento para incorporarse a la Unión Nacional Española, popularmente conocida como «el maquis”:
Juro por mi honor de guerrillero patriota, realizar todos los esfuerzos y sacrificios que exija la lucha para reconquistar España, mi patria, independiente y libre”.
¡Patria o muerte!
¡Socialismo o muerte!
¡Hispanidad o muerte!
¡Venceremos!
Coincido con el árticulo. Lo sospechoso de este asunto, por lo menos para mí, es que ninmgún partido se plantee una serie de cuestiones:
1.- ¿Hay alguien capaz de poner en negro sobre blanco las cifras aproximadas de lo que supondría a España y a Europa «el repliegue» del Euro a la peseta?
2.- En el peor de los casos, de querer que las cosas sigan tan europeas como están, ¿esas cifras podrían servir para lanzarle un órdago a Europa para que también se europeice la deuda ó ni siquiera daría para eso?
3.- Tal vez la peseta tardaría mucho tiempo en tener valor como divisa, pero, ¿Qué pasaría con el Euro si España (y los otros periféricos arrastrados por España) acudiese con sus Euros al mercado de divisas y los cambiase por Dólares?
Saludos.
Efectivamente, granados. La cuestión es que como la «racionalidad capitalista» y la de sus gestores político-financieros no existen en una realidad pura sino infecta de estados enfrentados, ocurre que en algunos de estos estados(frente a otros) o de forma no tan grave frente a otros que resisten mejor aparecen estas irracionalidades y/o la formación de grupúsculos elitistas con fines particulares. Y claro que sorprende la escasez de pronunciamientos contra el € y la UE.
Oliver, se ha corregido lo que indicabas.
Gracias por vuestros comentarios.
En general este análisis me parece muy correcto, pero sólo una pequeña puntualización: ¡PONED EL SIGNO INICIAL DE ADMIRACIÓN! (¡).
Resulta curioso leer «Patria o muerte!» e «Hispanidad o muerte!» siguiendo el sistema de puntuación EXTRANJERO (el signo inicial de admiración, como sabeis, sólo existe en español).
Como alumno de tesis doctoral de Diego Guerrero, decir que está muy ocupado en cuestiones domésticas hasta septiembre. Ya le preguntaré yo de tu parte, Granados. Gracias por comentar una vez más 🙂
En cuanto a las personas que se han significado contra el euro y la llamada «área euro», que yo conozca aparte de Gustavo Bueno, el propio Anguita y que yo sepa tan solo dos economistas como son Rodríguez calaza- que ha propuesto la europeseta en artículos publicados en «el faro de vigo»-, Pedro Montes vinculado a IU y poco más.Me interesaría conocer la posición de nuestro mejor economista Marxista Diego guerrero que es amigo de los dos anteriores, pero durante esta crisis practicamente ha desaparecido de la «circulación», antes publicaba en «El revolucionario», ahora nada de nada.
salud.
Suscribo completamente el artículo de Don agustín;no obstante, hablas de la «irracionalidad de las medidas politico-económicas», es evidente que desde el punto de vista patriota de la defensa de España y de su estado lo son- y me refiero de un estado soberano como tal con capacidad directriz en su política económica, no con un Estado cipayo ó cliente de Europa como es el que defiende la derecha tipo Intereconomía-, pero en términos de «racionalidad» capitalista son absolutamente pertinentes asi como la de los gestores político- financieros que vienen a ser lo mismo en su ínextricable colusión.
Lo de la «cerrazon de la izquierda» es evidente debido a que en ella predominan las posiciones anarquistas ó anarcoides; desde estos planteamientos irracionales es imposible tener una teoría del Estado, ni mala ni buena es que no la tienen, han regresado 100 años atrás en la historia política,Pejanov la tenía en 1899- cuando escribió su libro «contra el anarquismo»,Lenin la tenía en 1917,1922 ó stalin en 1928, pero ellos no tienen nada, son una masa amorfa sin ningún tipo de dirección.
salud.