Catástrofes ferroviarias capitalistas y socialistas: ¿A quien le importan los muertos?

El diario que fundó Lenin, el Pravda, no publicaba accidentes aéreos de 200 muertos o lo hacía en una columna pequeñita. En su lugar, prefería dedicar elogiosos y poéticos obituarios a algunas figuras señaladas de sus repúblicas socialistas soviéticas que habían fallecido, preferentemente ingenieros o médicos. Cada día morían 4000 ciudadanos soviéticos por causas de esas llamadas «naturales», así que tenían donde elegir.

Muchos periodistas del área de influencia de Estados Unidos, en la que se incluye España, acusaban a la URSS de practicar la censura por no poner en primera página las catástrofes o desgracias.

Es en este punto donde se exhibe impúdica todo el hipócrita aparataje de la deontología periodística de la transparencia y demás secreciones de la ideología liberal.

Al censurar la publicación de catástrofes, el pueblo soviético, por un lado, el más importante, no se desmoralizaba, y el gobierno se permitía el lujo de no recordarle de que su vida estaba condenada a la muerte y la soledad. Por el otro, se podía investigar el accidente a nivel interno sin presiones e injerencias de intereses oscuros que manejaran la superstición del populacho. Las depuraciones de responsabilidades eran prodigiosas.

El ejemplo del Alvia descarrilado en Santiago es característico de esta hipocresía tan vomitiva. Cada día mueren 1.500 españoles absolutamente ignorados por la prensa española, médicos, ingenieros, héroes de guerra de uno u otro bando. Sin embargo, como son viejos y ya no producen, para la prensa no son importantes, sin embargo, si que es importante pasar días y días hablar de accidentes de ingeniería, como si todos los lectores fuéramos ingenieros.

Pero no seamos ingenuos, en su búsqueda de la audiencia cubriendo la noticia con sentimentalismo -sea tve1 o sea el que hace posts lacrimógenos en facebook- no ayudan a desentrañar las causas del accidente, más bien, al hacer llegar al gran público desinformado los mitos más vulgares, lo oscurecen.

No sólo estoy seguro de que los mismos que se quejan de que el Renfe llegue tarde sean luego los que más se rasgan las vestiduras si el piloto iba rápido cuando ocurre una catástrofe, es que creo, con profundo asco, qué en lo más profundo de este interés periodístico por las desgracias, no se halla el mero hecho de conseguir audiencia por cubrir algo escandaloso, que también, sino que habita una voluntad clara por parte de las empresas privadas que hoy en día gestionan las telecomunicaciones, en connivencia con el gobierno burgués, de ocultar los motivos reales de los accidentes y de evitar depurar responsabilidades. Lo que se conoce popularmente, nunca mejor dicho, como cortina de humo. Así pues, cuanto más diga uno públicamente cuanto le importan los muertos, en realidad menos le importan. A la hora de los hechos.

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8 Respuestas a “Catástrofes ferroviarias capitalistas y socialistas: ¿A quien le importan los muertos?”


  • ¡el sr lito es un ingenuo!, hasta el punto que piensa que la pluralidad de medios es un garantía de información veraz ó verificada, eso que los «media»llaman «pluralismo informativo».

    sólo alguien muy simple ó muy adocenado,puede establecer estas «equivalencias».

    Le informó al sr.lito que en la URSS, no sólo existía el Pravda,sino que había otros como el Izvestia aparte de innumerables periódicos locales y regionales.

  • Revolucionario

    Creo que lo que se ha querido criticar aquí, no muy acertadamente, es que, por ejemplo, ayer en TVE se pasaran media hora con el accidente de Santiago y 3 minutos para decir que Bárcenas había declarado que «Marianiño y la Cospe» se repartiesen a medias 50.000 euros, aparte de ofrecerle algunos sueldos y puestos a cambio de su silencio.

    El problema que hay que plantear es que el deber del periodista es informar sobre lo que es más importante conocer y no prostituirse a lo que de más audiencia(especialmente en un caso como este en el que andan dando vueltas a lo mismo por carencia de unos datos que la policia todavía esta elaborando).

    En cuanto a los «post lacrimógenos» me parece realmente censurable esa crítica a una muestra de fraternidad entre la nación española.

  • No estoy muy de acuerdo con este artículo, es más, no me parece materialista sino puro idealismo. Cae en los peores errores del Diamat, los que generaron el desplome de la URSS

  • Algunos comentarios sobre esta entrada:
    “el gobierno se permitía el lujo de no recordarle de (sic) que su vida estaba condenada a la muerte y la soledad ”
    ¿Esto es un motivo serio y materialista?
    “Cada día mueren 1.500 españoles absolutamente ignorados por la prensa española, médicos, ingenieros, héroes de guerra de uno u otro bando. Sin embargo, como son viejos y ya no producen, para la prensa no son importantes, sin embargo, si (sic) que es importante pasar días y días hablar (sic) de accidentes de ingeniería, como si todos los lectores fuéramos ingenieros.”
    Los 1.500 españoles fallecidos al día e ignorados entiendo que fallecen por “causas naturales”, lo cual forma parte del ciclo vital y no es novedad ni noticia. Que mueran casi 80 españoles de una tacada por culpa de un fallo humano y/o técnico sí es noticia, y muy relevante y lamentable para la Nación. Así que no creo que se deje de hablar de los 1.500 muertos diarios por ser viejos y no producir. Además, me imagino que en el tren de Santiago también habrá muerto algún viejo que no producía.
    Por otro lado, a la expresión “accidentes de ingeniería” no le encuentro mucho sentido, pero si se refiere a lo que pienso, estar informado de por qué no frenó el tren me parece importante. No hace falta ser ningún ingeniero para entender el funcionamiento básico de los sistemas de control ASFA y ERTMS.
    “en su búsqueda de la audiencia cubriendo la noticia con sentimentalismo -sea tve1 o sea el que hace posts lacrimógenos en facebook- no ayudan a desentrañar las causas del accidente”
    ¿Los “post lacrimógenos en Facebook” se incluyen dentro de la búsqueda de audiencia? Por otro lado, entiendo que este tipo de post incluyen a la entrada anterior de esta página titulada “Ante el terrible accidente ferroviario en Santiago de Compostela”. (Entrada esta última que me ha parecido muy acertada. El luto es un rito de paso imprescindible para la eutaxia de la Nación).
    Sobre si estas prácticas benefician, perjudican o son indiferentes respecto a la resolución de las causas del accidente, se podría escribir mucho y sería muy discutible, pero lo expuesto en este enlace no demuestra absolutamente nada.
    “No sólo estoy seguro de que los mismos que se quejan de que el Renfe llegue tarde sean luego los que más se rasgan las vestiduras si el piloto iba rápido cuando ocurre una catástrofe”
    Esta frase es lamentable. Según esto, no hay que quejarse si los trenes van con retraso porque la otra opción es que entren una curva a 200, en lugar de a los 90 establecidos, y se maten 80 personas.
    Y la conclusión final, acerca de la connivencia entre gobierno burgués y medios de comunicación para no tener que depurar responsabilidades, creo que el despliegue informativo se explica sobradamente con su búsqueda de audiencia, que ciertamente en muchas ocasiones resulta vomitiva. Y es cierto que la función periodística en las democracias de mercado es muy criticable y que este artículo deja entrever cuestiones interesantes de fondo, pero a mí entender el desarrollo y su gramática es muy flojo.
    La verdad es que los artículos de IH suelen tener una calidad muy alta, así que éste parece estar redactado tras el calentón del momento, por lo que os animo a dejar reposar más las ideas, como muy bien creo que hicisteis, por ejemplo, tras el fallecimiento de Chávez.
    Un saludo.
    Pd: Y por cierto, respecto a esta triste noticia, un aspecto que me parece criticable en la gestión del luto es su casi exclusiva vinculación con Galicia: “Galicia está de luto”, banderas gallegas con crespón negro… cuando realmente ha habido víctimas de todas las regiones españolas. Muy acertada en este sentido la entrada de IH.

  • Nadie niega que el capitalismo contamine en su búsqueda de beneficios, pero siempre estará más controlado si tiene una prensa detrás que denuncie las atrocidades, que si no hay medios o el que existe se llama Pravda. Ya sé que se pueden comprar los medios, pero siempre quedará alguno que, aunque humilde y con poca difusión, se escapará a la extorsión e informará a la ciudadanía. Yo prefiero la sobreabundancia de medios (¡¡¡Internet es el invento capitalista por excelencia!!!) y noticias del capitalismo antes que el control estatal estricto de la prensa soviética. La contaminación del Danubio se puede denunciar en los medios capitalistas y los ecologistas entran en acción después. Con la URSS no se podía hacer nada.

  • ¡bueno! no voy a polemizar,pero mi experiencia en Rumania-donde tengo amigos y que he visitado varias veces-,es que el danubio se ha convertido en un basurero en la etapa postsocialista,sobre todo como consecuencia de la desforestación masiva que acompañó al programa de privatizaciones del
    FMI.En el blog «un vallekano en rumania»,hay bastante información al respecto.

    Eso por supuesto, no elude la responsabilidad y las chapuzas que pudieran cometer los dirigentes revisionistas de la URSS desde finales de los 50 y para que hablar de los dirigentes traicioneros de la época de gorbachov, entregados a sabotear las propias infraestructuras del pais sovietico como ocurrió con las «famosos» agujeros aduaneros que hacián imposible encontrar una Tv sovietica en la URSS, mientras en Turquía saturaban las tiendas de electrodomésticos.

  • Ahora resulta que es mejor tener en la inopia al pueblo actuando como el Pravda, antes que decirle lo que pasa aunque se peque de sensacionalismo. Prefiero esto último a no enterarme de nada. Pues a mí como español que paga sus impuestos y ocasionalmente se monta en el tren, me interesa saber si los trenes que pago y donde me monto son seguros. Con secretismo y oscurantismo, como pasaba en la URSS, lo que se consigue es que si el que ha metido la pata es hijo de un preboste del politburó o el error pone en evidencia el sistema, se oculte y todo siga igual. Hoy se sabe que la URSS tuvo muchos problemas con sus obsoletas centrales nucleares (el Danubio era un estercolero radioactivo) pero todo se ocultaba… hasta que sucedió lo de Chernóbil. Pero los tíos del gobierno todavía intentaron ocultarlo mientras la población se estaba exponiendo (sin saberlo porque aún no se lo habían dicho) a una radioactividad mortal. La gente cercana a la central se enteró por la prensa cuando en algunos países europeos detectaron altas dosis de radioactividad provenientes del Este. Gracias a esa prensa capitalista los habitantes de la zona pudieron salir corriendo de allí para salvar el pellejo. Algunos no lo consiguieron: ¡¡¡pasaron 6 días para que el gobierno comunista empezara a evacuar a la gente en un radio de 36 km!!!). Este caso de Chernóbil ilustra muy bien que es mucho mejor cuando la prensa informa que cuando se oculta la información para no perjudicar el sistema comunista, aunque la gente se esté muriendo. Ahora que a la izquierda le da por hablar de ética contra el malvado capitalismo que solo busca los beneficios, no está mal recordar Chernóbil. Así que informad, informad de todo cuanto veáis como medio capitalista. Mejor pecar de sobreabundancia que de ignorancia.

  • Estoy muy de acuerdo con el artículo de Raul,pero me parece que en un sistema capitalista en su busqueda del máximo beneficio,resulta lógico que no se aprovechen al máximo las posibilidades de la automatización,por mucha retórica que utilizen el beneficio primero, la seguridad automatizada ó robotizada después;se trata de un peculiar «culto al individuo responsable», en este caso el desgraciado maquinista.En cuanto a la URSS, habría que estudiar los datos de accidentalidad ferroviaria a lo largo de su historia y la comparación con paises capitalistas ;si sé que los años 80, el sistema ferroviario sovietico llevaba el doble de carga transportada que el norteamericano, siendo más pequeño en extensión.También que en los años 60 y 70,el ingeniero informático Viktor gluskov había propuesto ya la automatización de la red ferroviaria dentro de un macroplan de dirección global automatizada de le economia conocido como OGAS.El proyecto fue desestimado por la dirigencia sovietica como excesivamente complicado y caro.

    salud.

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