Desde IH queremos expresar público apoyo a la declaración republicana firmada la semana pasada en el Ateneo de Madrid. Teniendo nuestra asociación unas firmes directrices políticas y una teoría del Estado, materialistas pluralistas, además de una idea fuerte del modelo de República, española e iberoamericanista (ver el excelente artículo de José Tomás Escalante publicado en esta misma web), que debería implantarse en el país -un modelo que podría entrar en contradicción con alguno de los firmantes de la declaración-. Entendemos necesario sumar fuerzas –a pesar de posibles contradicciones entre las distintas visiones republicanas, la república se dice de muchas maneras- con aquellos que quieran abrir un nuevo tiempo político en España. Un nuevo tiempo político que va más allá del capricho de la elección popular del Jefe del Estado –aunque nos parezca esencial que en el SXXI la elección popular de esa pieza clave del sistema institucional de la Nación-, ya que trata de abrir un proceso constituyente que sea la palanca que mueva los engranajes necesarios para dar vuelta a la calamitosa situación económica del país.
No se pudo escoger mejor día para dar a conocer la declaración y el acuerdo de las fuerzas políticas de las izquierdas españolas. El mismo día en que el jefe del BCE, Mario Dragui, presentaba un conjunto de medidas desesperadas con las que intentar poner freno a la deflación que está asolando al sur de Europa , consecuencia del efecto económico que está teniendo en esas tierras el germánico euro. Medidas inútiles las de Dragui, condenadas al fracaso. No se puede curar a un enfermo de cáncer con aspirinas, al igual que no se puede resolver un desaguisado político-económico como el de la Unión Europea y su euro con medidas técnicas y superficiales. Sólo la destrucción del dogal monetario que con asombrosa candidez los europeos del sur se han colocado en torno al cuello, podrá acabar con sus sufrimientos más graves. Habrá que maldecir por siglos el día en que las naciones del continente europeo recorridas por el paralelo 40, firmaron una serie de tratados que las condenaba en un futuro a ser la Sudamérica más pisoteada, la que quedó asolada por las medidas del FMI, en beneficio de las naciones germánicas del norte, las situadas en el paralelo 50.
Aunque no nos hagamos trampas al solitario: en toda plantación hay amos, esclavos, y entre ambos, capataces. La Corona de España es la institución es la piedra clave, la que mantiene unida el arco de bóveda político-económico, la que representa a todos aquellos que se benefician del sufrimiento de sus compatriotas; como en las plantaciones esclavistas americanas del XIX, estaba la “basura blanca”, los blancos pobres de bajo escalafón, que trabajaba al servicio del amo de la plantación y como todo patrimonio tenía no ser negro, y, lo que es peor, los “negros domésticos” se beneficiaban –viviendo en la casa del amo, y comiendo y vistiendo lo que el amo dejaba- del sistema que hacía sufrir a sus congéneres en los campos de algodón. Ha sido el encanto de la Corona, las falsas promesas de modernidad, y todo el entramado mediático a su servicio, la que ha conseguido convencer a los incautos españoles de que se ciñesen al cuello el dogal que hoy los asfixia. La única salida es romper el arco que sostiene los interese del capitalismo depredador anglo-germánico y que está encarnado en el trono borbónico.
Para ello no valen postulados fantasiosos. Como decíamos más arriba hay que tener una doctrina política fuerte, un modelo sólido de república, y una Teoría del Estado que haga la función de mapa y nos vaya ayudando a sortear los muchos impedimentos y accidentes que encontraremos por el camino. En IH poseemos esos instrumentos y estamos dispuestos a colaborar con todos aquellos que nos quieran escuchar.
Un primer paso es que se haya llegado a un acuerdo entre un amplio espectro de las izquierdas españolas. Y por esto nos sorprende la actitud de actores políticos de reciente aparición, que, amparándose en un nebuloso concepto de ciudadanía, se han mostrado renuentes a participar en la conformación de este “frente republicano”. Por lo visto el que IU sea cabecera de tal frente, es un problema. Quieren a la ciudadanía en primer término, dicen los representantes de dichas fuerza política. En IH consideramos que la sociedad se autoorganiza en distintas instituciones políticas, como son los partidos y plataformas políticas, y que ése es el cauce institucional por el que la voz de la calle llega a las instituciones. Dentro de la tradición de las izquierdas el “frente popular” sería el instrumento clásico en el que se vería organizada esa ciudadanía por la que algunos tanto se preocupan.
Parece ser que la “voz del pueblo” sólo surge de determinadas –simepre las mismas- bocas. Bocas a las que no paran de dar cobertura mediática -mañana,tarde y noche- aquellos plutócratas que son una de las dovelas más importante del arco monárquico del que anteriormente hablábamos. Tras la victoria en estas elecciones de Podemos, institución política surgida del 15M , no vemos salir flotas de aviones con los manifestantes de la madrileña plaza camino de Bruselas. Han ido cinco representantes como “voz del pueblo” gracias a los sufragios logrados en las elecciones. ¿Por qué los sufragios de Podemos son más voz del pueblo que los de IU, EQuo, Compromís, etc? Curiosa forma de entender la “voluntad ciudadana” tienen algunos.
En IH rogamos que haya altura de miras. Un punto de generosidad política. Y que se atemperen ciertos narcisimos, cesarismo telegénicos causados por la visión del propio numen en las diferentes telepantallas, para fijar el objetivo de la unión de las izquierdas españolas frente a los enemigos de la clase trabajadora nacional.
¡Viva la III República!
¡Viva España!
¡Viva Iberoamérica!
Totalmente de acuerdo