Ante el previsible cambio de ciclo político. Por Agustín Lozano

España se encamina hacia un nuevo ciclo político según todos los indicios, encuestas y a tenor del contundente resultado de las elecciones autonómicas y municipales del día 22 de mayo. Nuevo ciclo político que quizás sea algo más que una mera alternancia en el partido del gobierno. Pudiera resultar que estemos asistiendo a un cambio en la ideología política dominante, un cambio de hegemonía ideológica vigente hasta la fecha, dominada por el humanismo progresista de corte eticista, un progresismo acomodado en el capitalismo del Estado de bienestar vigente en Europa desde el final de la Segunda guerra Mundial y hoy en franco repliegue. Nada que ver por cierto con una izquierda inspirada en el materialismo histórico. No afirmamos estar ante un cambio de régimen político, el de la Constitución del 78, ni mucho menos ante una revolución o cambio “del sistema” como pregonan y demandan los indignados. Tampoco descartamos que cambios más profundos puedan suceder dado el contexto de grave crisis económica, política y social que vive la nación unido al contexto incierto a nivel europeo y mundial por la crisis económica, la crisis en la UE y la emergencia de China en el panorama internacional. Efectivamente y como se suele decir el futuro no está escrito, esto es, el futuro es infecto no perfecto, se está haciendo en el día a día a través de las acciones de grupos enfrentados entre sí.

A nadie se le escapa, a nadie informado de la realidad política española, que el PSOE es el partido hegemónico del régimen del 78, es el partido del poder. En 2012 al término de la presente legislatura, salvo adelanto electoral, habrán transcurrido 30 años desde la histórica victoria del PSOE en 1982. En estos 30 años, 22 han sido de mayoría socialista y sólo durante 8 años ha gobernado el principal partido de la oposición y en su primera legislatura con minoría parlamentaria. EL PSOE ha conformado el desarrollo legislativo de la Constitución del 78, sus principales leyes orgánicas, áreas enteras del entramado institucional del régimen están configuradas bajo la inspiración ideológica del PSOE y llevadas a cabo, en su nivel tecnológico operativo, por personal nombrado y adscrito al PSOE. Estamos pensando en la política educativa, sanitaria, de la seguridad social, en la carrera militar, el desarrollo autonómico, la política exterior, el sistema judicial etc. Así mismo, la hegemonía del PSOE también se ha apoyado en el gobierno de territorios que por su relevancia poblacional, económica e institucional han forjado la estructura del actual estado; nos referimos a gobiernos del PSOE en solitario durante 30 años como en Andalucía, o bien bajo coaliciones del PSOE con nacionalistas (País Vasco, Cataluña) Por no hablar de la formación de redes clientelares dependientes y a su vez servidoras del PSOE a través de empresarios, desde el nivel local hasta las grandes empresas y bancos (con Botín a la cabeza) del país, grupos de comunicación, fundaciones y asociaciones de todo tipo, universidades, intelectuales (la famosa Zeja y la SGAE) tertulianos, columnistas, etc.

Los otros partidos relevantes del régimen, los nacionalistas y el PP, han participado en mayor o menor medida en la configuración del régimen actual; y hay que recordar que bajo el PSOE de ZP, el PP ha sido excluido de las grandes decisiones políticas bajo el infame pacto del Tinel y otros “cordones sanitarios”. Pero en estos 30 años quien nunca ha faltado en una gran decisión o desarrollo político es el PSOE. Como dice su propia propaganda política, el PSOE es partido que más se parece a España. Pues así está el país. El balance de estos 30 años no puede ser más desastroso para la viabilidad del Estado. No sólo tenemos la actual crisis económica, sino la supeditación de España a los intereses del bloque dominante en la UE y en concreto a Francia (por ende a Marruecos) una crisis demográfica que a la larga hace inviable la recurrencia del Estado, una economía de servicios y circulación de capitales sin creación de valor una vez vendida la industria (y agricultura y pesca) nacional a Europa en los años 80 y 90, un paro juvenil masivo que empuja a los jóvenes, bien a trabajos precarios bien a la emigración de los más preparados, la instalación de nacionalistas separatistas en las instituciones del Estado, por no hablar de la presencia institucional, otra vez, de ETA,… para qué seguir. La última infamia, pactada con la derecha nacionalista, ha sido dividir más si cabe a los trabajadores españoles al supeditar el convenio colectivo nacional a los autonómicos, es decir, dividir a los trabajadores españoles para mayor gloria de las burguesías nacionalistas. El previsible cambio de ciclo político (sólo previsible pues después del 11M en 2004 hay que ser cauteloso) sin embargo es una oportunidad para un proyecto de izquierdas. Es la oportunidad. Este cambio de ciclo es necesario para la izquierda, es decir, es necesaria la derrota electoral total, sin paliativos del partido del régimen porque para decirlo con Marx “es lacayuno limitarse a pinchar con alfileres lo que habría atacar a mazazos”. Sin la derrota total del PSOE sólo cabe seguir presenciando este tránsito hacia el abismo. El PSOE, su entramado institucional burocrático, es hoy en día el principal obstáculo para la izquierda en España. El PSOE es hoy un partido reaccionario y contrarrevolucionario que bloquea, por su aún fuerte implantación institucional, cualquier alternativa de izquierdas en España.

Muchos votantes de “izquierdas de toda la vida” sin perjuicio de que no sean militantes ni siquiera simpatizantes del PSOE viven esta situación con angustia pues, presos de “mito de la izquierda» perciben que puede gobernar “la derecha franquista”. Así es el “matrix” ideológico conformado por el PSOE y los nacionalistas durante estos 30 largos años. El discurso del miedo (y del odio) para acabar justificando y perdonando al PSOE, una y otra vez ¿hasta cuándo?

IH ante el presumible cambio político se aleja de cualquier histerismo o dramatismo y percibe con claridad la oportunidad histórica que se puede abrir para la izquierda en España con la presumible y deseada caída del PSOE. Una izquierda no supeditada a la Europa de la bolsa de Frankfurt y el saqueo y depredación de los países periféricos, una izquierda española abierta a Hispanoamérica como ámbito de convivencia y cooperación política y económica frente a terceros imperios(China, EEUU, UE), una izquierda combativa con el nacionalismo separatista y otras sectas políticas, una izquierda que desarrolle un socialismo específico en lo económico como alternativa al liberalismo y al capitalismo del Estado de bienestar actual. Una izquierda en definitiva que asume también críticamente peticiones y demandas ciudadanas formuladas de forma más o menos confusa acerca de la necesaria vigilancia con los casos de corrupción económica en los partidos, modificaciones en la ley electoral, rebaja de los privilegios de la clase política, etc.

Como formación materialista entendemos que estas características que configuran la función “izquierda” no surgen de la nada, ni menos son creación de una mente política privilegiada. No. De alguna forma están actuando en nuestro presente político incluyendo las reliquias y relatos del pasado (las acciones y proyectos de otros grupos en el pasado) pero que inciden en nuestro presente. Cuestión distinta es cómo están presentes y actuando, su forma oscura o confusa en determinados partidos o grupos, su contradicción con otras propuestas (no se puede pedir consecuentemente la nacionalización de la banca y a la vez apoyar el metafísico derecho de autodeterminación) IH está en condiciones de asumir críticamente, no de forma enciclopédica o a modo de resumen o compendio general, y en diálogo polémico, todas estas ideas dispersas y actuantes en el presente político en los más variados grupos y partidos, desde IU o el PCE, UPyD pasando por Cs´ o por DRY así como también y por qué no por el PSOE (y estamos pensando en el proyecto que en su día, para el País Vasco, quiso llevar adelante Redondo Terreros, proyecto cercenado por el propio PSOE para entregarse al PNV) o incluso en el PP (y estamos pensando en el ejemplo de firmeza ante las amenazas de la derecha fascista separatista que dan tantos concejales de pueblos en el País Vasco).

Pero ante todo es necesario podar de raíz la rosa caduca y marchita que lo único que ofrece hoy por hoy es su hiriente espina.

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5 Respuestas a “Ante el previsible cambio de ciclo político. Por Agustín Lozano”


  • Alberto, añado a lo que dice el compañero Agustín que puedes escribir a la dirección oficial de correo electrónico de Izquierda Hispánica: [email protected] desde donde nos pondremos en contacto contigo.

    Muchas gracias por tu interés

  • Alberto González
  • Alberto González

    Gracias Agustín, así lo haré. No obstante te dejo aquí este enlace de un viejo conocido de la extrema derecha española de corte neonazi. Estos, evidentemente, no se van a quedar quietos y, por pocos que sean, conviene tenerlos bajo estrecha vigilancia. Para ellos también es «la oportunidad».

    Salud,

    http://infokrisis.blogia.com/2011/040601-asi-se-pago-la-deuda….php

  • Agustín Lozano

    Gracias a ti. Si quieres saber más de nosotros o unirte a ponte en contacto a través de la página de Facebook o a través de esta página también es posible.

  • Alberto González

    Buenos días compañeros:

    Quiero felicitaros por vuestra iniciativa. Tal y como decís estamos ante «la oportunidad». Llevo leyendo a Gustavo Bueno desde 2004, poco después de la publicación de «El mito de la izquierda», aunque ya conocía al autor desde antes. Sus lecturas me abrieron los ojos (salí de la caverna) y como dice el castizo me caí del guindo, hasta hoy. Ha llegado el momento de la acción.

    Quiero que sepáis que contáis con un seguidor y un difusor de vuestra iniciativa y planteamientos. El camino que empieza no lo será de rosas. Antes al contrario, será arduo, pero no parece que las condiciones históricas objetivas den mucho margen. Es el momento de situarse y definirse. Es el momento de transformar.

    Quedo a vuestra disposición.

    Alberto González

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