Hemos traducido en exclusiva el artículo España podría derrumbarse como la URSS del marxista ruso Boris Kagarlitsky publicado el 1 de febrero del presente año.
España podría derrumbarse como la URSS
por Boris Kagarlitsky (Director del Instituto para el Estudio de la Globalización)
Cataluña ha aprobado una declaración de soberanía. Para aquellos de nosotros que vivimos el colapso de la Unión Soviética, esto es un gran deja vu. Aquí todo empezó exactamente de la misma manera. En primer lugar, hubo discursos grandilocuentes sobre la forma en que el centro federal era una dictadura que reprimía la identidad nacional e impedía el desarrollo de las economías locales.
Le siguieron coloridas declaraciones abstractas acompañadas con promesas ambiguas de respetar los valores democráticos. Le siguieron el colapso del Estado, la división de la propiedad, el hostigamiento de las minorías étnicas, las disputas fronterizas, la re-escritura de la historia, el aumento del chovinismo y la supresión de la misma cultura nacional en cuyo nombre aparentemente se había emprendido la independencia.
Por supuesto, la actual Cataluña no es la Ucrania o Georgia de hace veinte años. No obstante, la paradoja es que en el contexto de la Europa contemporánea, las consignas de la independencia suenan todavía más provocativas y demagógicas que sonaban durante la época del colapso soviético. La Intelligentsia de las repúblicas soviéticas apoyaron la idea de la soberanía, asociando a los líderes comunistas de Moscú con la censura,el control burocrático, la economía ineficiente y la escasez de recursos.
Pensaban que su independencia conduciría necesariamente a la aparición de unas sociedades democráticas que garantizarían todos los derechos civiles de sus ciudadanos. Este es el motivo por el que un gran número de moscovitas educados simpatizaron con sus ideas y vieron el despertar de las aspiraciones nacionales como parte del deseo general de libertades políticas.
El grito por la independencia se convirtió en una herramienta estándar para la consolidación de las fuerzas conservadoras y la ampliación de sus privilegios. Se convirtió en un pretexto conveniente para emplear tácticas antidemocráticas y dio una base ideológica para la lucha contra los críticos de esa cultura nacional que supuestamente defendían.
No existe ningún fundamento para que los actuales catalanes mantengan la misma ilusión que los intelectuales soviéticos de principios de 1990. Es cierto que el idioma catalán y la cutura fueron reprimidos durante la dictadura de Francisco Franco, durante los últimos Austrias y durante el reinado de los primeros Borbones. Pero hoy en día, lo que existe es una tendencia hacia la discriminación positiva que eleva el status de la lengua nacional.
No hay motivo para quejarse de la falta de democracia o de autonomía. De hecho, desde hace tres décadas, la provincia española ha tomado tantos derechos como ha podido. La propaganda económica propugnada por los nacionalistas catalanes es también más que dudosa. Se quejan de que Madrid distribuye a las provincipas más pobres del sur de España el dinero que se ganó en Barcelona.
Pasando por alto que el deseo de evitar ayudar a sus vecinos difícilmente puede calificarse como una virtud, la simple aritmética indica que si Cataluña se convirtiera en un estado independiente, tendría que pagar mucho más a la Unión Europea. Pero en lugar de enviar los fondos presupuestarios a la capital española, Cataluña proporcionaría la ayuda para mantener la corrupción en Rumanía o Bulgaria. Esto, claro está, sólo sería en el caso de que el nuevo estado siguiera siendo miembro de la Unión Europa.
La llamada a la independencia proviene enteramente del egoísmo de las élites catalanas. Sus miembros utilizan esas consignas para redirigir el descontento social provocado por la crisis hacia Madrid evitando así que se centre en ellos.
La pregunta ahora es: ¿los catalanes se dejarán engañar a la manera como los ciudadanos de la Unión Soviética hace veinte años?
Fuente: http://www.zcommunications.org/spain-could-collapse-like-the-u-s-s-r-by-boris-kagarlitsky
Esta muy bien lo que dice B.Kagarlitsky, pero a «toro pasado» como un arrepentido no tiene credibilidad;BK era de la «new left» en la antigua URSS y también contribuyó lo suyo a la demolición de la URSS, junto con otros miembros de la «inteligentsia» izquierdista.
salud.
Ciertamente es así Figueroa, pero también es cierto que es porque pueden extrapolar su historia. Me explicaré. La importancia histórica de la URSS, de los EE.UU, de la Monarquía Hispánica, del Imperio británico, etc., es tal, que siempre serán material para el análisis y crítica político, así como las pertinentes comparaciones. La historia de Andorra, San Marino o Micronesia ya es menos extrapolable.
Por otra parte, al hilo de lo que afirmas, se podría invertir la afirmación del artículo de Kagarlitsky: la URSS podría haber aprendido de la fragmentación de la Monarquía Hispánica y los procesos de independencia iberoamericanos del siglo XIX.
A los rusos les encanta proyectar su debacle a los demás…
Las ordenes de marzo de 1939 de la subsecretaría de Orden Público indicaban que «Los idiomas regionales deben prohibirse cuando no sirvan propiamente a un mayor ambiente o a una particular mayor esfera de divulgación de los principios del Movimiento y de la obra del Gobierno.» es decir, que el catalán sólo estaba reprimido cuando no se utilizara para ensalzar al Régimen. Estas cosas no tiene por qué conocerlas un ruso, cuando ni las conocen la mayoría de los españoles.
Ahora bien, si «todoclaro» es tan puro y virginal como para sólo admitir textos en los que se esté al cien por cien de acuerdo, lo que debe hacer es montar una secta de los santos de los últimos días.
Por otra parte, eso de que la unidad de la URSS o Yugoslavia es «postiza», es una falsedad histórica de tal calibre que muestra que no sabe nada de historia de la plataforma eslava.
Salud
¿Desde cuándo fue perseguido el catalán? Tampoco tiene mucho sentido comparar una unidad postiza como la URSS o Yugoslavia con una que lleva siglos en pie.