Fracaso en la Cumbre

Desde Izquierda Hispánica queremos compartir el certero análisis que de la reciente XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Panamá entre el 18 y el 19 de octubre, ha realizado Osvaldo Drozd para la edición digital del periódico argentino Miradas al Sur.

Constatamos lo señalado en otras entradas: que mientras otras  plataformas continentales, verdaderos agentes políticos una vez desactivado el mito de la globalización capitalista en su versión liberal anglosajona, siguen reforzando sus posiciones geoestratégicas, los países iberoamericanos permanecen en un lamentable estado de desunión sino de hostilidad que a la postre no puede sino ser perjudicial para todos ellos en conjunto.

La crisis de la comunidad iberoamericana habría que precisar que antes que nada responde a una nueva realidad socioeconómica global, que se expresa en intereses diferenciados cuando no contrapuestos, y que hoy las naciones latinoamericanas tienen un plafond muy diferente a cuando se iniciaran las cumbres, allá por 1991. Según Tiberio Graziani, director de la revista Eurasia, de estudios geopolíticos, que se publica en Italia, hoy asistimos a una nueva configuración multipolar, en la cual el Mundo Occidental (Estados Unidos, Comunidad Europea y Japón) se encuentra en crisis a partir del surgimiento de nuevos actores emergentes como son las potencias euroasiáticas nucleadas en los BRICS, y Suramérica. Si existe alguna oportunidad de que los países europeos sumidos en crisis puedan salir de ella, según Graziani, es rompiendo con el alineamiento a Estados Unidos y buscando la gran integración continental dentro de lo que él denomina Eurasia, que por otra parte sería el ámbito natural en el cual las diferentes naciones europeas puedan estar contenidas.
También hoy existen en España grupos como la denominada Izquierda Hispánica, que reivindican el actual proceso integrador latinoamericano, y que desearían que los países de la península se alejaran de la Zona Euro para integrarse a una gran nación iberoamericana. Posiblemente, sea una buena idea, aunque nadie hoy en nuestra región aceptaría la tutela de un rey y, mucho menos, de sus imperativos patriarcales.

Una reunión sin nada de cumbre

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6 Respuestas a “Fracaso en la Cumbre”


  • Hola a todos,
    Desde Izquierda Hispánica agradecemos la participación en este debate tan interesante que sin duda nos ayudará a todos a abordarlo en toda su complejidad. Tan sólo recordar que en la siguiente entrada ya abordamos un planteamiento mínimo sobre la cuestión, necesitado desde luego de una mayor profundización en él. Un saludo.
    /2013/brasil-portugal/

  • Interesante tema, no estaría de más que alguien se animara a crear una entrada sobre la dialéctica de Estados en la plataforma iberoamericana, o si se prefiere y ya puestos, en el continente americano.

  • Gracias por el interés Centurión. No se trata tanto de que México pueda o no disputar la primacía a Brasil. Lo que parece quedar claro con la creación de la Celac -- organismo delirante que desborda el subcontinete sudamericano y busca cercar a México- y todos los nuevos organismos internacionales patrocinados por Brasil, es la idea de que los Cariocas sólo ven una nación en América, dejando aparte a los USA, que pueda ser su rival: México. Y esta dialéctica de Estados funciona sin mirar si el gobierno azteca es neoliberal-itamita-proamericano o un gobierno popular -mexicanista -- nacionalista. Sea cual fuere la condición de ese gobierno, en frente tendrá a los brasileños. no hay posibilidad de armonía.

    Pero es que además, las dos tradiciones de ambas naciones llevan a estas a mantener posiciones de enfrentamiento. México, por mucho que la izquierda mexicana reniegue y se retrotraiga a los tiempos Mayas y aztecas, tiene en su ADN nacional el Virreinato de la Nueva España. En ese Virreinato estaban dibjadas líneas de actuación internacional que la República seguirá si alguna vez se libera del yugo anglo ¿ Alguien cree que México, una vez liberado del yankee y dentro del juego de las potencias mundiales, no tratará de influir en la península ibérica?, ¿no tiene ninguna importancia que México, a diferencia del Brasil, tenga una enorme costa mirando al océano del futuro: el pacífico? ¿No intetará México dominar sobre todas las naciones hispanas que miran a ese océano? ¿No tendrá influencia, sis se diese una potencia mexicana, en la política del gigante azteca la vieja línea histórica del galeón de Manila?

    No sé si México será esa potencia de la que hablo, pero Brasil, por si acaso, busca bloquearla. Un Brasil que bebe en las viejas tradiciones del imperialismo de cabotaje portugués, más depredador, más aislacionista en cierto sentido.

    Yo creo que nosotros, los españoles, lo tenemos claro, sabemos quién puede ser el heredero del viejo legado y quién no. Tal vez nunca haya herencia, por el fracaso mexicano y por el triunfo brasileño.

  • Interesante tesitura la que planteas Fdez, lo cierto es que esta problemática también me ha rondado por la cabeza en alguna ocasión: hace unos años me tope con un artículo (enlazado a continuación de este párrafo) en el que se plantea hasta qué punto la penetración económica de Brasil en los países vecinos podría llegar a ser depredadora, -independientemente de que se esté de acuerdo o no con la postura que defiende por el autor- los datos esgrimidos sirven para dar una idea de hasta dónde llega la penetración económica Brasileña en estos países, esto es importante por lo que planteare a continuación…

    http://alainet.org/active/51549

    Independientemente de lo que pueda ocurrir en México en un futuro, creo que a México le resultará muy difícil poder llegar a disputarle el liderazgo a Brasil, más que nada porque estos últimos ya han comenzado a mover ficha, mientras que en México, por lo de ahora, la influencia de EEUU todavía pesa demasiado, Brasil ya ha aprovechado la oportunidad y ha comenzado a construir la plataforma continental iberoamericana, marcando las distancias respecto a otras plataformas como la anglosajona, el escándalo sobre las escuchas y el espionaje de la NSA han brindado la oportunidad perfecta para ello, recordemos que a raíz de este escándalo no solo han condenado a EEUU sino que, también han aprovechado para romper acuerdos comerciales para la adquisición de material militar. Eso por una parte, por otra parte está lo que mencionaba arriba, la profunda penetración económica ya emprendida por Brasil en los países vecinos, por no hablar de UNASUR y MERCOSUR, dos organizaciones que excluyen a México completamente.

  • Creo que el análisis obvia la dialéctica entre Estados que también se da en el ámbito americano. México -que no es un país sudamericano- no puede aceptar de ninguna de las maneras el modelo integrador latinoamericanista que plantea Brasil.

    Hoy se acusa a México de ser un país títere de los USA, puede ser cierto. Pero si mañana México se liberase de la tutela USA, sería imposible que se inscribiese en el proyecto latinoamericano, porque es el proyecto imperialista brasileño; es decir, sería pasar de una tutela a otra. Para ese viaje no hacen falta alforjas.

    México y Brasil, con la anglosajonia en declive, son dos potencias enemigas, son los dos famosos soles de Alejandro en América (Alejandro Magno: «Igual que no caben dos soles en el cielo, no caben en la Tierra Darío y Alejandro», tampoco caben dos potencias en el continente americano). El proyecto mexicano es el iberoamericanismo, está claro. Y su aspiración es proclamarse heredero del legado imperial hispánico. No me cabe duda que a lo largo de este siglo, al tiempo que USA se vaya debilitando, desde México se pomdrá en correlación la República con el viejo Virreinato de la Nueva España ( sé que esto ahora puede parecer enloquecido, pero tiempo al tiempo; México reclamará tierras e influencia en territorios norteamericanos, hoy bajo dominio USA, desempolvando los viejos legajos imperiales).

    Alguien podrá decir que esta estrategia iberoamericanista es producto de las actuales élites mexicanas, conservadoras y proanglosajonas, y que cuando lleguen al poder las izquierdas se olvidará el proyecto para armonizarse con el latinoamericanismo de el resto de los países. Ese argumento es tan necio y ciego como el que sostenía en España que la banda terrorista ETA dejaría de matar cuando se diese paso del franquismo a la democracia, o que la banda mataba militares y fachas pero no a humildes trabajadores. Hemos visto a lo largo de estos años lo falsos que eran estos planteamientos; ETA mataba españoles: le daba igual que fuesen militares que trabajadores, que estuviésemos en dictadura que en democracia.

    Un razonamiento parecido podemos aplicar a lo ocurrido en la última cumbre iberoamericana: Brasil se ha cargado la cumbre porque es la plataforma de una potencia que será su competidora en un futuro. Brasil, y los países hispanos traidores que se han puesto de su lado, han utilizado la excusa de la dialéctica de clases para ocultar la dialéctica de Estados. Todos contra México, pero metiéndose con la irrelevante España de Europa, que ya nada tiene que hacer salvo ser un leal aliado del país azteca.

    Resumiendo: en el continente americano, pase lo que pase con la parte anglosajona, se está dando un nuvo proceso de dialéctica de Estados entre México y Brasil. Un proceso que tiene su desarrollo propio, independiente de la dialéctica de clases que se da dentro de las naciones. Es este un nuevo reto que se plantea a IH, ¿con quién estamos, México o Brasil? ¿Podemos considerar a Brasil como una verdadera nación iberoamericana? ¿No es la tradición de Brasil la de un Imperio heril, como fue el portugués, incompatible con el Imperio generador que está en la tradición de México como heredero del Imperio hispánico? ¿ No está utilizando Brasil su progresismo en dos direcciones dentro del marco americano: la primera dirección el reforzamiento de la propia nación, y la segunda la constitución de unos países satélites a los que depredar en connivencia con China? ¿No es México -nación con una enorme costa al pacífico, costa que no tiene brasil ni sus aliados hispanos, salvo Ecuador- y su proyecto iberoamericanista el gran escollo , la piedra que impide que Brasil controle el continente Americano, una vez comenzado el imparable declive de la potencia anglosajona de Norteamérica?

  • Es así la cosa compañeros, nuestra unidad apremia ! Salud Hispanos desde Chile 🙂

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