Pepinos: por donde más amarga la UE

La crisis de los pepinos está desvelando otra de las crudezas de nuestra unión a Europa, que como en el fútbol, siempre gana Alemania, y que no hay quien pueda afearle ninguna conducta. La Política Agraria Común (PAC) es otra de las piezas clave del eje franco-alemán para garantizar sus sectores productivos. Por lo visto uno de los requisitos económicos que exige la UE para entrar a formar parte de tan selecto club es acometer reformas estructurales que afectan a los tres sectores productivos (capa basal de la nación). Entre ellos, el sector primario agrícola y sus derivados, la industria trasformativa y distribuidora de alimentos, ha quedado comprometido con la incorporación a la UE, solo hay que pensar los controles a la pesca, las alteraciones en el sector lácteo español, el intento de subvencionar el arranque de viñas centenarias, el abandono de parte del olivar, etc. Después el eje franco-alemán impone las cuotas de producción, distribución y comercialización de los productos tanto intracomunitarios como extracomunitarios, mientras negocia con terceros países las condiciones de acceso al mercado europeo.
Los españoles debemos ser conscientes de los retos a los que nos enfrentamos y debemos evaluar nuestras opciones, las circunstancias son las siguientes:
1) España sigue ocupando el primer lugar en el ranking mundial de exportación de frutas y hortalizas, con una cuota de mercado del 9% del total, seguida por los Países Bajos y los Estados Unidos, con cuotas del 7% y 6% respectivamente, según indican los datos más actualizados de la Food and Agriculture Organization (FAO) de las Naciones Unidas.

2) España es el segundo mayor productor hortofrutícola europeo por detrás de Italia, el primer proveedor de frutas y el segundo de hortalizas a la UE- 27. En términos de cuota de mercado en el ámbito comunitario, a donde se dirigen más del 90% de las ventas exteriores, Alemania recibe cerca del 40% de las exportaciones, por ello condiciona, entre otros factores, cualquier respuesta enérgica del gobierno español.

3) España es beneficiaria de las restricciones de entrada de productos a la UE, pero esto puede ser engañoso pues ya existen o están en marcha acuerdos agrarios para ir introduciendo los productos de Marruecos, Turquía, Rusia o Ucrania.

4) Después de las “crisis de los pimientos” en 2006, en dónde las autoridades sanitarias alemanas detectaron el uso de pesticidas ilegales, el sector hortofrutícola español se lanzó a un plan para dejar de usar plaguicidas y fruto de ello a sido la introducción de innovaciones tecnológicas enorme relevancia. Existen pocos casos de mejor balance entre agricultura ecológica e intensiva. El 44% de las más de treinta mil hectáreas dedicadas a cultivo bajo plástico en Andalucía son de cultivo biológico, en porcentajes que van desde el 100% en el caso de los pimientos, al 25% en el del tomate o los calabacines. Cultivos que recurren a control biológico mediante insectos en lugar de pesticidas, con una enorme reducción del uso de fertilizantes en beneficio de sistemas de compostaje natural, una optimización radical del uso de agua de riego, unos elevadísimos y rigurosos niveles de certificación e inspección en los procesos de los agricultores, e incluso una importante reducción de la huella de carbono merced a la praxis agrícola. Así como la introducción de nuevos envases y métodos de distribución que pueden llevar en óptimas condiciones los productos españoles a los EEUU, a los países iberoamericanos o a Rusia.

No diremos que estén preocupadas las multinacionales que comercializan esos productos como la Bayern (Alemania), Syngenta (Suiza), Monsanto (EEUU), BASF (Alemania) y Dow Chemical (EEUU) suman un 75 por ciento del mercado mundial y 243, es decir, el 46 por ciento, de los 512 pesticidas que venden en el mundo entero son particularmente peligrosos para todo ser viviente. Bayer y Syngenta venden más pesticidas al año que las otras tres. Bayer tiene el mayor porcentaje de insecticidas con sustancias potencialmente peligrosas (74%), al igual que Monsanto en herbicidas (90%) y BASF en fungicidas (80%). Tampoco creemos que tenga que ver que Francia y Alemania estén sufriendo las mayores sequías del último siglo. Pero lo que extraña, y que nadie ha explicado es porqué conociendo la escasa relación de la infección con los pepinos le llevó a alarmar a todo el mercado mundial respecto a los productos españoles. Algún día se explicará.

Por todo ellos consideramos que España para no comprometer su capacidad productiva debe buscar otras estrategias a largo plazo. Un entorno que garantice su recurrencia y que permita la estabilidad social de sus instituciones, no que tenga la capacidad para modificar las estructuras productivas que permiten la viabilidad económica de unos países respecto de otros. Para decirlo gráficamente, somos el airbag de los golpes económicos que pueda sufrir el eje franco-alemán, a cambio nos dejan participar de ciertos privilegios, sobre todo a una clase político-económica muy concreta.

Por ello es fundamental que un sector tradicionalmente conservador, refractario a los cambios políticos, sea consciente del entorno en el que se mueve, es decir, que a través de las Instituciones tuteladoras u organizativas del sector, coordinadas con otras instancias políticas,
sean capaces de construir planes y programas de un radio de alcance, y con la potencia suficiente, como para resistir las acometidas depredadoras de terceras potencias. Y esto es así porque la verdadera libertad política es aquella que es capaz de organizar su vida social, y entre ellas su producción, de una manera independiente de los intereses de terceras potencias que buscan someterla; y esto no de una manera metafísica (“La libertad de los pueblos”) sino de la más material que indica que toda determinación es coodeterminacion en el espacio político; y ello implica que si la fortaleza política no es lo suficientemente compacta y potente, a la escala dialéctica que exige esta coodeterminación, lo que sucederá será el envolvimiento cada vez más profundo de la sociedad o sociedades dominadoras sobre las demás sociedades políticas, y dependerá del carácter más generador o depredador de las Instituciones puestas en juego lo que condicionará el futuro político de esa sociedad hacia la destrucción o hacia el
desarrollo.

La escala que consideramos mínima para formar cualquier proyecto político con cierta autonomía será la de la Nación política, cualquier fraccionamiento o división siempre será un pérdida de potencia frente a otras unidades, y todo más cuando consideramos esas unidades políticas bajo los nombres de Rusia, EEUU, China, Japón, India, Alemania, Francia, Inglaterra; Brasil, México, Turquía, Egipto…Por ello aún siendo una nación consolidada, con asiento en la ONU, pero que no se aproxime a las 100 millones de habitantes o cuente con armamento nuclear, no puede ser independiente de estas otras sociedades. Por ello, entendemos que desde España, y ante su codeterminación, deberá elegir entre un bloque capitalista franco- alemán, al que prestará todo tipo de servicios y se irá sometiendo a sus instituciones, o tendrá que buscar cierto entorno que le sea más afín y menos disolvente, un entorno con el que comparta lazos profundos y sobre el que pueda configurarse como una parte sólida de un proyecto común de desarrollo, y esto no podrá suceder, entendemos, de otra manera que no sea a través de la plataforma hispanoamericana.

En palabras del filósofo mexicano Leopoldo Zea: “Los pueblos iberoamericanos no pueden ya seguir la vía de los pueblos occidentales, han llegado tarde a ese mundo; pero sí pueden actuar como una gran comunidad, la comunidad íbera, que haga respetar sus intereses al mismo tiempo que ésta respeta los de otros pueblos. Si estos pueblos, los iberoamericanos, no se unen, los sabe Bolívar, no podrán llegar a ser otra cosa que pasto de los pueblos que han hecho de su crecimiento material y del enriquecimiento de sus individuos una de las principales metas de us expansión” -América en la Historia- (Pág. 285 de la obra: “La Idea de América” de José Luis Abellán. 2010. Ed. Iberoamericana-Vervuert.)

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