Cómo cambiar el mundo

La izquierda representada por el Materialismo Filosófico, asumido en su implantación política íntegramente por IH, tiene una clara inspiración marxista que nunca ha ocultado. Siendo esto así, sin una teoría política adecuada no hay una práctica política adecuada y esto pasa una lectura cabal del presente político fruto de una correcta lectura de la historia que nos ha traído hasta aquí. Precisamente esto se hace más necesario ahora, en estos tiempos, donde la crisis económica, la caída de la URSS, la emergencia de países como India y Brasil y sobre todo China traen una agudización de la lucha de estados y la consiguiente lucha de clases(o viceversa)

A este respecto, en esta entrada queremos recomendar el último libro de historiador marxista Eric Hobsbawm, Cómo cambiar el mundo. A lo largo de 470 páginas se recogen ensayos o prólogos escritos entre 1956 y 2009 y es, como él mismo explica, un estudio de la evolución y el impacto póstumo de Marx (y de su inseparable Friedrich Engels)

Hay trabajos inéditos y otros ya presentados pero revisados para la ocasión. No se trata por tanto de una historia sistemática del marxismo y, como suele ocurrir en este tipo de obras, unos ensayos presentan mayor interés que otros.

La Primera parte contiene estudios bastante diversos de aspectos del pensamiento de Marx y Engels, que van desde una introducción relativamente ligera a Las condiciones de la clase obrera en Inglaterra a una densa explicación del pensamiento de Marx acerca de las formaciones precapitalistas en la obra conocida sencillamente como Grundrisse.

La Segunda parte es de mayor interés para el lector contemporáneo ya que proporciona una visión de conjunto de la suerte del marxismo en los (casi) 130 años transcurridos desde la muerte de Marx en 1883.

Recomendamos vivamente su lectura.

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4 Respuestas a “Cómo cambiar el mundo”


  • k, te has equivocado de gente con nosotros.

    Salud.

    Santiago.

  • Pues nos parece mal, porque no defendemos un Estado imperial español -que es lo que defiendes- sino la creación de una Alianza Socialista Iberoamericana, es decir, una Unión análoga a la URSS con toda las diferencias que hubiera que especificar propias la especial particularidad de la Hispanidad. Dado que esto no puede partir desde cero, es de suponer que será comenzado por algún país o países iberoamericanos que actúen influyendo en el resto para generar unas sociedades políticas iguales a las suyas. Esto es lo que Gustavo Bueno ha llamado «Imperio generador» en el primer sentido que definió Trotsky imperio, es decir, como la influencia de unos Estados sobre otros. En este sentido, y tal y como está la coyuntura, España no está en condiciones para iniciar tal influencia en la Hispanidad siendo otros países de Iberoamérica más potentes y capaces para hacerlo.

    Si no defines qué entiendes por «imperialismo» y «socialismo» no sabemos exactamente a qué te estás refiriendo. Por lo que se deduce de tu planteamiento autogestionario, parece un posicionamiento de corte falangista, ya que las falanges españalas ahora andan proponiendo este tipo de medidas. Estamos a favor de la propiedad colectiva de los medios de producción, esto es, Estatal, que es la expresión institucional concreta y específica de ese colectivo. La propiedad «cooperativa autogestinada» no tiene nada de socialista, ya que defiende la propiedad privada de los medios de producción pues cada cooperativa es propietaria privada -como persona jurídica- de la empresa.

    Ahora bien, la propiedad estatal de los medios de producción no significa la existencia de un «Centro planificador» que actué al modo idealista-monista previniendo el futuro y planificando en consecuencia. La planificación socialista más que hacerse ex antes se hace «ex eventu» y esto requiere explicar la teoría del valor-trabajo el proceso de validación del trabajo socialmente necesario. Así se puede constituir un socialismo pluralista y no monista como el soviético.

    Salud y gracias por tus comentarios.

  • Saludos me presento soy socialista e imperialista apuesto por la expansión del socialismo a través de un Estado socialista agresivo hacia el exterior, apuesto por la creación y conservación de empresas públicas en el extranjero para asegurar el suministro de bienes y el control y dominio ideológico del exterior a través de una política cultural socialista imperialista.

    también defiendo que el Estado fomente cooperativas españolas autogestionadas, asociaciones de pequeños productores y empresas públicas autogestionadas

    En el plano territorial, la reducción de competencias autonómicas, apuesto por la creación de un Imperio Socialista en España, hay que crear un partido basado en el imperialismo y el socialismo

    ¿que os parece?

  • Tiene muy buena pinta. Habrá que leerlo.

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