Sobre la huelga y la política

Rescatamos unas palabras de Lenin a propósito de la multitud de huelgas, manifestaciones y concentraciones que se avecinan en España ante las últimas medidas adoptadas por la partitocracia vendepatrias.

Hemos dicho que los obreros no podían tener conciencia «revolucionaria»*. Esta sólo podía ser traída desde fuera. La historia de todos los países demuestra que la clase obrera está en condiciones de elaborar exclusivamente con sus propias fuerzas sólo una conciencia tradeunionista, es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar al gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etc. En cambio, la doctrina del socialismo ha surgido de teorías filosóficas, históricas y económicas…..El movimiento obrero espontáneo sólo puede crear por sí mismo el tradeunionismo (y lo crea de manera inevitable), y la política tradeunionista de la clase obrera no es otra cosa que la política burguesa de la clase obrera. Esta lucha es, por necesidad, una lucha sindical, porque las condiciones de trabajo son muy diferentes en los distintos oficios y, en consecuencia, la lucha orientada a mejorar estas condiciones tiene que sostenerse forzosamente por oficios (por los sindicatos de Occidente, por asociaciones sindicales de carácter provisional y por medio de octavillas en Rusia, etc.). Dar a la «lucha económica misma un carácter político» significa, pues, conquistar esas reivindicaciones profesionales, ese mejoramiento de las condiciones de trabajo en los oficios son «medidas legislativas y administrativas». Y eso es precisamente lo que hacen y han hecho siempre todos los sindicatos obreros. La participación de la clase obrera en la lucha política, e incluso en la revolución política, en modo alguno convierte aún su política en una política «revolucionaria»

«El partido revolucionario» siempre ha incluido e incluye en sus actividades la lucha por las reformas. Pero no utiliza la agitación «económica» exclusivamente para reclamar del gobierno toda clase de medidas: la utiliza también (y en primer término) para exigir que deje de ser un gobierno autocrático. Además, considera su deber presentar al gobierno esta exigencia no sólo en el terreno de la lucha económica, sino asimismo en el terreno de todas las manifestaciones en general de la vida sociopolítica. En una palabra, subordina la lucha por las reformas como la parte al todo, a la lucha revolucionaria por la libertad y el socialismo.

«El partido revolucionario» representa a la clase obrera en sus relaciones no sólo con un grupo determinado de patronos, sino con todas las clases de la sociedad contemporánea, con el Estado como fuerza política organizada. Se comprende, por tanto, que, lejos de poder limitarse a la lucha económica, los «revolucionarios» no pueden ni admitir que la organización de denuncias económicas constituya su actividad predominante. Debemos emprender una intensa labor de educación política de la clase obrera, de desarrollo de su conciencia política.

Lenin Qué hacer

La analogía creo que es evidente: no basta con la reivindicación, la concentración  y la huelga. Son condición necesaria pero no suficiente «porque las condiciones de trabajo son muy diferentes en los distintos oficios y, en consecuencia, la lucha orientada a mejorar estas condiciones tiene que sostenerse forzosamente por oficios» Falta la doctrina política definida respecto al Estado, sus relaciones de clase y con otros Estados. De otro modo, falta la política definida respecto a la partitocracia políticio-financiera y social vendepatrias al servicio de terceros países y falta la doctrina política respecto a esos terceros estados. La oligarquía vendepatrias está dispuesta a salvarse a sí misma a cambio de servir a los intereses nacionales de terceras potencias, a cambio de ser los ejecutores de los intereses ajenos a los de la nación española y sus ciudadanos. Vamos a asistir, con una economía nacional productiva( el «crecimiento» que llaman)ya destrozada por los acuerdos con la UE de estos últimos años, incapaz de producir nada de valor,  a un auténtico saqueo de la renta y patrimonio de individuos y familias y de los servicios públicos, con el único objetivo de pagar a los acreedores internacionales, lo que la propaganda del régimen llama «nuestro compromisos internacionales»; está es la labor que tiene encomendada la partitocracia. Y estas terceras potencias, la UE de la canciller Merkel,  «rescatarán» y asistirán a esta oligarquía vendepatrias siempre que continúen al servicio de sus intereses y a costa del bienestar  de la nación.

Desde Izquierda Hispánica bajo los principios del Materialismo y el realismo político y filosófico, la Hispanidad y el Socialismo apoyamos toda reivindicación laboral y ciudadana, pero queremos ir más allá con una política de Estado definida  enérgicamente contra la partitocracia coronada del régimen del 78, el sistema autonómico y los nacionalismos separatistas y su sumisión, auténtico suicido político, económico y social, a la UE del €.

En una palabra Izquierda Hispánica subordina  la lucha por las reformas, a la lucha revolucionaria por la libertad, la Hispanidad y el socialismo.

*Hemos  sustituido en el texto original la palabra «socialdemócrata» por «revolucionario» y «El partido revolucionario» para no confundir  el estado actual de esa ideología decadente con el significado que tenía en los tiempos del escrito de  Lenin.

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2 Respuestas a “Sobre la huelga y la política”


  • Así es granados, situación lamentable y bochornosa. Añadiría también la oligarquía social, formada por tantos plumillas, tertulianos, catedráticos de economía y demás creadores de opinión.
    Sólo veo como alternativas o bien que desde fuera(EEUU) le digan al IV Reich que ya está bien o que se forme una coalición de paises que se plante ante Alemania o la quiebra total y brusca del eslabón más débil, pero de entidad(España, Italia..)que provoque una reacción en cadena.
    Gracias por tus comentarios

  • En efecto, Agustín describes muy bien la situación española con el estupendo Lenin y su critica del «espontaneísmo».

    La situación para España es tremenda,esta «oligarquía partitócratica «,yo añadiría que apendicular de la oligarquía económica, nos aboca a un miserable papel ya no terciario sino cuaternario,como «cuarto trastero» de la Unión europea y en definitiva del eje franco-aleman constituido a mediados de 1920.

    Triste final para un imperio- nación tan fabuloso como España.
    salud.

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