En 1944 las tropas soviéticas liberaron Ucrania. El informe del NKVD desclasificado es aplastante y la cantidad de información con la que se cuenta también: los tártaros -musulmanes- habían apoyado a los alemanes nazis. El NKVD se encargaría también de la deportación tártara a Uzbekistán. Aunque luego se les permitió volver a muchos, el fruto de la deportación podemos verlo en estos días de conflicto imperial en Ucrania: Crimea es rusa. Pero los informes del NKVD también denunciaban que muchos nacionalistas ucranianos habían colaborado con la Alemania nazi. Los cabecillas fueron ajusticiados pero no se deportó a la población ucraniana masivamente. La URSS pensaba poder asimilar bajo la identidad soviética a los ucranianos y tan sólo la estratégica Crimea necesitaba de una acción expeditiva para impedir que la salida de la flota roja al Mediterráneo quedara en manos de musulmanes o de ucranianos.
¿Qué lección pude sacarse de todo esto? Pues que la construcción de la fraternal unión entre los pueblos no es cosa del diálogo ni de una paz ñoña. En esto se equivoca Maduro cuando pide una especie de macro-diálogo por la paz frente aquellos que lo que quieren no es dialogar, sino derribarlo y acabar con el bolivarianismo. La unión entre los grupos humanos es siempre conflictiva, se produce con mucho sufrimiento, con actos heróicos y con actos censurables. Es la implacable dialéctica de la historia sobre la que no se puede saltar con bellas palabras. Cuenta Orlando Figes en su historia de la Revolución rusa, que cuando los bolcheviques se hicieron con Ucrania tuvieron que decirles a los campesinos «Ahora sois ucranianos». Estos, al parecer, no tenían ni idea de lo que era ser tal cosa. También se enteraron de que aquello que ellos hablaban era ucraniano. Y es que Ucrania es un producto soviético. No porque no existiera un nacionalismo previo. En términos marxistas clásicos, existía un «nacionalismo burgués» que consistía en una serie de élites intelectuales con un discurso más o menos social o revolucionario que a partir de unos rasgos culturales innegables previos estaban construyendo «la identidad ucraniana». Pero como las identidades analíticas no existen, no podemos admitir que la identidad ucraniana brotara de su ser ucraniano previo sino que se sintetizó precisamente a partir de ciertos rasgos culturales previos. La URSS fue clave para reconfigurar todos estos rasgos y sobre la ideología nacionalista previa conformar una nación, la ucraniana, en el seno del multinacional y multiétnico «Pueblo soviético».
Pero el error de los soviéticos, del que muchos compañeros de la izquierda todavía no parecen querer aprender, es que no debían haberles dicho que eran ucranianos. Debían haberles dicho o que eran rusos o que eran soviéticos. Pero no ucranianos. Porque la «unión entre los pueblos» no se consigue aumentando sus diferencias y construyendo identidades por más que luego ideemos una superior en la que todos nos englobemos. Los hombres se unen no por el amor espiritual, el humanismo abstracto o un futuro comunista incierto, sino por las instituciones comunes que comparten. Dado que es imposible que en territorios que sean mayores que una Andorra o un San Marino todos compartan los mismos elementos culturales, la pericia política consistirá en saber detectar cuales son las instituciones comunes básicas, «el mínimo común», necesario para mantener la unidad. Lanzo aquí el debate, pero sin duda en la lista debe aparecer, cuanto menos, el idioma aunque este una tanto como separe.
Johnny, johnny… que los romanos eran cultos es una obviedad monumental.
Sólo un rojillo cortito de luces valoraria la cultura de los romanos desde el punto de vista de la cultura del siglo XXI. Una sociedad capaz de crear obras literarias, arquitectónicas o de cualquier tipo capaces de perdurar a traves de los siglos por su trascendencia, sólo puede considerarse una sociedad culta.
Mira si no el idioma en el que escribes… (en el que pieses, no se)… viene del idioma que hablaban … ¡¡¡LOS ROMANOS!!!
Johnny el enterao es quien confunde cultura con instrucción. los sovieticos y los cubanos tenian o tienen instrucción, pero cultura poquita.
Según la antropología clásica (o sea la de verdad no la sovietica o española), el concepto de cultura tienen que ver con el conjunto de normas y/o reglas que dan una visión del mundo concreta a una sociedad concreta. Por tanto un uzbeko no puede pensar o ser un ucraniano, como un español no puede ser un catalán.
A M33 la expresión «cultura soviética» le parece un oxímoron. Otro que confunde cultura con grado de instrucción. No hace mucho también encontré un libro de texto infame que decía que «los romanos eran un pueblo muy culto». No merece la pena perder el tiempo.
Respecto al poder de volverte chino mandarín, yo de ti no me pondría muy gallito, que rojillos peores han caido.
¡¡¡Por Dios!!!
¡Ah, no! Dios no, que por aquí sois rojillos y, por tanto, ateos de pro.
Eso que os fumais por la mañama esta caducado o es, directamente, ilegal.
John (eso va por Juan, pero le estoy contruyendo una identidad nacional baratita)… Bien, Juan no puede ser otra cosa que apañó, un bicho tan cortito de luces solo puede ser apañó.
Respecto al perpetrador del articulín, diche uno de los mayores oximorons que he leido nunca. ¡¡¡CULTURA SOVIETICA!!! Menudo contrasentido.
Si m33 me dice que soy chino mandarín no me vuelvo chino mandarín, porque él no tiene poder ninguno para volverme tal cosa. Pero si el Ejército Popular chino me conquista e impone su programa de chinización entonces ten por seguro que yo me vuelvo medio chino y mi hijo será ya chino del todo.
Las identidades son construcciones, como bien se ha dicho ya aquí, y es precisamente lo que se desprende de mi artículo. Que en vez de ir creando la URSS nacionalidades por doquier debiera haber forjado una cultura soviética propia. Por supuesto, pasos en este sentido se dieron, pero al mezclar el pluri-etnicismo folclórico con la idea de Pueblo soviético no se consiguió forjar una identidad soviética que resistiera el desmembramiento.
M33: Desde hace mucho se sabe que la identidad nacional es un mito y un invento construido para servir a finalidades políticas diversas. Por lo tanto, lo que uno es es lo que a uno le han contado que es. Por ejemplo aquí en Galicia los nacionalistas están intentando convencernos de nuestra identidad celta; acaso porque necesitan fundamentar una identidad diferente de la romana y de la hispánica para dar pábulo a su proyecto político independentista.
Vaya perla el figura que ha perpetrado el articulín.
Dice el sinvergüenza que el error de los sovieticos fue que debian decirles a los ucranianos que eran… ¡rusos!
Y yo le digo a él que es chino mandarín y… Oooooh… Automaticamente se convierte en chino mandarin.
Que no bicho, cada uno es lo que es, digan lo que digan los dictadores sovieticos, españoles, alemanes o venezolanos.
Naturalmente el «clown» Bernard Henry Levy en su discursito se permite hacer una referencia al «Holodomor» de stalin, sabemos que este «holodomor » no es más que un mito de la extrema derecha ucraniana.La investigación moderna más competente lo rechaza como otra leyenda más anti-stalin.
Mark Tauger, ―Famine in Russian History,‖ Modern Encyclopedia of Russian and Soviet History, Volume 10: Supplement. (Gulf Breeze, FL: Academic International Press, 2011), 79-92
En cuanto a Bernard Henry-levy, hace mucho tiempo que lo considero un «clown» mediático al servicio del «occidentalismo»; no merece la pena ni gastar un minuto en semejante sujeto.
Escalante se refiere al informe del NKVD, pero es que este organo soviético -- laminado por Kruschev en 1953-54 y sustituido por algo distinto que era el KGB- trabajaba habitualmente asi , era muy concienzudo en sus investigaciones.La idea que normalmente el NKVD actuaba arbitariamente ó sin actividad investigativa previa, ó creando «falsos informes» es una falacia de la guerra fría que choca con la evidencia existente.
Naturalmente, que sostener que los tartaros de crimea eran inocentes y que no se pasaron masivamente a los nazis, choca con toda la evidencia histórica disponible y el diagnóstico del Nkvd era absolutamente correcto así como la decisión de deportar a estas poblaciones musulmanas por parte del gobierno soviético.
Bernard-Henri Levy o como la retórica desplaza al rigor, la moral a la política y las buenas intenciones proclamadas desde una atalaya a intereses insoslayables que ningún Estado es libre de ignorar
http://elpais.com/elpais/2014/02/13/opinion/1392319475_942346.html
¡ totalmente de acuerdo con tu excelente artículo!, ciertamente la concepción «federal» fue uno de los puntos débiles dela URSS y un elemento que fue totalmente aprovechado por la ingerencia externa y el ultanacionalismo burgúes ó filofascista.
Cuando ahora los «rebeldes» de Euromaidan echan abajo las estatuas de Lenin, realmente están defenestrando al creador de su nación y lo que están haciendo realmente es convertir a Ucrania en un «estado fallido» ó un simple protectorado neocolonial euronorteamericano como ha sucedido con yugoslavia,Libia, etc, etc