Pensiones: reforma para empobrecer

El clima político, económico y social es cada vez más insostenible, y aunque nos “vendan” actualmente que hay indicadores de recuperación, que nadie encuentra por ningún lado, lo cierto es que las líneas políticas fijadas por el Gobierno a través de leyes, programas políticos, etc. señalizan que a largo plazo España se va a empobrecer a paso ligero. Me centraré en el tema de las pensiones.

En los últimos días se ha abierto de nuevo el debate sobre la reforma de las pensiones, provocado principalmente por el informe realizado por unos cuantos “expertos”, así les llaman, en el que se recomienda en líneas generales  que hay que indexar las pensiones, a partir de los 65 años,  a la esperanza de vida y a crecimientos anuales de revalorización  en función de la productividad, paro y migración (no en función de la tasa de inflación), entre otros aspectos.

Pues bien, sin entrar en los detalles técnicos de semejante constructo, la ideología dominante (partitocracia, medios de comunicación y oligarquías empresariales financieras) sólo perfila dos vías posibles de “sostener” las pensiones: trabajar más años para ganar más o menos lo mismo cuando una persona se jubile o trabajar lo mismo para ganar una pensión en función de criterios tan variopintos como los que se han comentado.

Pero, claro está, en estas propuestas de reformas subyacen dos supuestos: uno político y  otro económico, que no pueden subsistir el uno sin el otro. Por un lado, se asume que vamos a seguir siendo lacayos de Alemania, en línea con los recortes susodichos; y, por otro lado, se admite que no existe, ni va a existir, una política de crecimiento a medio y largo plazo para aumentar la productividad del trabajo y, por tanto, la renta per cápita. Es decir, lisa y llanamente, como al poder establecido le importa un comino que el ciudadano de a pie se esté empobreciendo cada vez más, ganando cada vez menos (¡Y esto sin contar el paro!), entonces se aplica la fórmula simple: “como la cuantía total de rentas salariales en el PIB es cada vez menor, ganando terreno las rentas de capital, se cotiza y cotizará cada vez menos. Por lo tanto, menos habrá en las arcas públicas y menos se podrá repartir”. Y es que las rentas del capital están altamente concentradas en pocas manos, y todo hay que decirlo, mientras buena parte de la población española no puede casi ni respirar, las grandes empresas y bancos han acumulado beneficios desde el inicio de la crisis por un valor equivalente al 25% del PIB.

En fin, la realidad es esta. Toda forma de hacer política tiene un sistema económico y un patrón de crecimiento determinado. Los grupos en el poder están avalando y amparando el hecho de que no hay, ni va a haber, política de crecimiento en productividad, con las subsiguientes consecuencias sociales, y los ricos se harán más ricos y los pobres cada vez más pobres, con el beneplácito de Alemania y de su hermano mayor, el FMI. De hecho, este organismo depredador ya ha “recomendado” a España que reparta su pobreza para “evitar males mayores”, principalmente bajando salarios y abaratando el despido, con la siguiente máxima: Hay que despedir a la gente cara y contratar a gente más barata.

Por tanto, pensamos que las pensiones, como en cualquier otro tema relativo a cuestiones de índole económico y social, están secuestradas por la ideología falaz de la austeridad y unas reformas económicas en beneficio de grupos en el poder y de Alemania. En este sentido, hay que trabajar por alinearse con los países hispanos y transformar las estructuras de poder político y económico, porque la verdadera libertad política es poder y esto se realiza en proceso luchando contra otros grupos y normas establecidas que no nos permiten ser libres de estas estructuras. En definitiva, forjar una soberanía hispana, una libertad para construir nuevas rutas políticas, económicas, ideológicas, éticas y morales y, de este modo, ayudar a configurar la libertad de los demás.

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8 Respuestas a “Pensiones: reforma para empobrecer”


  • Y en ningún momento se dice en artículos de IH, que los de «arriba» pueden ser persuadidos y pueden hacer una «política diferente». Todo lo contrario

  • No Granados. Es un «constructo ideológico», ya que sólo habría política de crecimiento a largo plazo con acumulación de capital y progreso tecnológico, que son ambos los determinantes del crecimiento de la producción a largo plazo (incrementos en prodcutividad del trabajo y renta per cápita.

    La política de deflación salarial, sólo beneficia a unos grupos (incrementando la concentración de capital y la fuga o retención de posibles inversiones). Esta política tendría impacto a largo plazo si redirigieran los beneficios acumulados a estos menesteres. Sólo con acumulación de capital los rendimientos son decrecientes. No obstante, tampoco hay crecimiento a corto plazo, ya que la política de austeridad y deflación salarial no afecta significativamente ni al consumo (con paro y devaluación salarial, vamos buenos), ni a la inversión ni al gasto público, quizás algo en el sector exterior, porque en el fondo es un simulacro de devaluación de la moneda para las empresas exportadoras con nichos de mercado y con capacidad de cierta apertura en nuevos mercados.

    Hay que saber diferenciar entre los determinantes de la producción a corto, a medio y a largo plazo:

    -- A corto plazo lo determina la demanda de una economía (consumo, inversión, gasto público, sector exterior)
    -- A medio plazo, el stock de capital existente, la población ocupada, el nivel educativo, etc.
    -- A largo plazo, la inversión en I+D, capital humano, la acumulación de capital físico, etc.

  • sólo matizar a Monforte:política de crecimiento si que hay que es la política de deflación salarial y el «laissez faire,laissez passer» en las coordenadas políticas en las que éste se realiza,en cualquier caso esta política no es ningún «constructo ideológico» sino una ley inexorable de la acumulación del capital- y no sólo del mal llamado capital financiero- que pasa por encima de la población como el «carro de jaggernauth».No engañemos por tanto a la gente con espejismos e ilusiones de que los de arriba se dejaran «persuadir»,ó convencer de que deben hacer una «política diferente».

  • La dejadez no es precisamente una virtud revolucionaria. Más bien contrarrevolucionaria.

  • No entiendo porque mantienen aun ‘El Revolucionario’ y ‘Los Foros de Nódulo’ la verdad. Algo tan desactualizado denota dejadez.

  • El Revolucionario es una chufla.

    Salud.

    Santiago.

  • Básicamente, que dejaron de ser revolucionarios. Eso es lo que les pasó.

  • ¿Que fue de ‘El Revolucionario’?, desde 2012 que no se actualiza y ahora me doy cuenta que han sustituido el subtitulo «hacia la séptima generación de izquierda» por «porque la Historia no ha terminado».

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