Hacia la séptima generación de izquierda

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil

Desde Izquierda Hispánica queremos felicitar al sindical Partido dos Trabalhadores por su nueva victoria electoral, esta vez de la mano de Dilma Rousseff. La antiguamente conocida como "papisa de la subversión" ha sido llamada a confirmar y estabilizar el proceso emergente de Brasil. Lula ha dejado una estela difícil de superar: ha conseguido alejar de la extrema pobreza a 20 millones de personas e incluir en las clases medias a otros 30 millones, así como reducir el paro hasta una tasa del 7,2% y mantener un crecimiento económico generalizado.

El PT se basa en el llamado "socialismo pietista" que, tratando de asumir la caída de la URSS, ha querido aunar el desarrollo económico de mercado con el desarrollo de las masas populares, a nuestro parecer, guiado por un eclecticismo político más orientado a la práctica que a su clara definición, y muchas veces rayando en el fundamentalismo democrático. Señalaremos los puntos más relevantes de la resolución aprobada en el 7º Encuentro Nacional de 1990, ratificada en el II Congreso de 1999 e incluida como base para el III Congreso de 2009:

Eclecticismo: "Somos, de hecho, una síntesis de culturas libertarias, unidad en la diversidad. Confluirían para la creación del PT (…) diferentes y transformadas corrientes del pensamiento democrático: el cristianismo social, marxismos varios, socialismos no marxistas, democratismos radicales, doctrinas laicas de "la revolución comportamental", etc. El ideario del partido no expresa, unilateralmente, ninguno de esos caudales."

Capitalismo: "Es el sistema capitalista, fundado en última instancia en la explotación del hombre por el hombre y en la brutal mercantilización de la vida humana, el responsable de crímenes odiosos contra la democracia y los derechos humanos, desde los hornos crematorios de Hitler hasta los recientes genocidios de África del Sur".

Socialdemocracia: "Las corrientes socialdemócratas no presentan hoy ninguna perspectiva real de superación histórica del capitalismo. Ellas creen equivocadamente que, a partir de los gobiernos e instituciones del Estado -sobre todo del parlamento-, sin la movilización de las masas, sería posible llegar al socialismo".

Socialismo real: "Al mismo tiempo, nuestro compromiso estratégico con la democracia –la identidad democrática del PT- nos llevó a refutar los supuestos modelos del llamado socialismo real. Nunca ignoramos lo falaz del término (...). El socialismo para el PT, o será radicalmente democrático, o no será socialismo".

Socialismo: "Deberá organizarse, por tanto, a partir de la propiedad social de los medios de producción. Propiedad social que no se confunde con propiedad estatal, sino por las formas (individual, cooperativa, estatal, etc.) que la propia sociedad democráticamente decida. Democracia económica que supere tanto la lógica perversa del mercado capitalista como el intolerable planteamiento autocrático estatal de tantas economías llamadas socialistas; cuyas prioridades y metas productivas correspondan a la voluntad social, y no a supuestos intereses estratégicos del Estado".

Esto ha permitido a Lula que por la mañana "desayunase" en Porto Alegre y por la tarde "cenase" en Davos. Como dice la resolución comentada: "El PT no posee filosofía oficial". Por ello, en un país que no tiene tensiones internas secesionistas ni movimientos indigenistas importantes, así como vecinos peligrosos, y que mantiene una cohesión política fuerte, sin demasiadas oligarquías desestabilizadoras, es una de las grandes esperanzas en Hispanoamérica, sólo amenazada por el Imperio realmente existente de los EEUU.

Deseamos que Dilma tenga la firmeza suficiente para asentar la fortaleza de Brasil y que pueda ser una de las impulsoras de la integración hispana.