Hacia la séptima generación de izquierda

Paradojas del fútbol

1ª El Ministro de Deportes español ha cometido un desliz. Impropio de su cargo. Pero, quizá, dejándose llevar por el éxito de nuestros futbolistas, ha declarado que el "diferencial con Alemania ha bajado mucho", haciendo mofa de la dramática situación en la que España se tiene que financiar en el mercado de Bonos. Me imagino la acritud y desánimo con la que el Presidente del Gobierno debió recibir tales palabras, haría memoria de las jornadas en la que España estuvo a punto de alcanzar los 300 puntos de diferencia con el Bono Alemán, y que, casi, cuesta la quiebra del país y un pánico bursátil generalizado. Merkel, Sarkozy, Obama y Hu Jintao también lo tuvieron presente. Tanto que se solidarizaron por España. Nunca la Alianza de Civilizaciones llegó a un acuerdo más veloz. Improvisaron un fondo de rescate, como si de un banco se tratase, para asegurar la solvencia de España, y con ello la suya propia. Un presidente, al que obligaron a cambiar todo el discurso económico y político que había lanzado en el último lustro, y que ha modificado las bases conceptuales de los 125 años de honradez socialista. Haciendo las mismas reformas que todos los gobiernos de "derecha y neoliberales", con los que tanto nos gusta compararnos, eso sí, todo bajo la atenta mirada de la desprendida ONG conocida como FMI.

2ª La selección de fútbol es una institución que goza de gran salud, pero, ¿eso significa que las demás instituciones nacionales gocen del mismo?, ¿están bien las Cajas de Ahorro, CCAA, ayuntamientos, empresas, partidos políticos, sindicatos, tribunales, escuelas…? ¿no se está olvidando que el deporte no es la nación, aunque la nación soporte a ese mismo deporte y deportistas en su red institucional?

3ª No se entiende bien que los mismos que proclaman, estos días, fervorosamente su lealtad a España el lunes vayan a recoger en silencio la bandera, retirarla al fondo del armario, y a esperar a una nueva gesta futbolística, ¿o se piensa infantilmente que la política y el fútbol no deben mezclarse, ya que muchos hinchas y periodistas se declaran apolíticos (-como si se declaran agravitacionales-) para vergonzosamente salir del paso?, ¿saldremos a oponernos patrióticamente, con nuestras banderas, a la manifestación secesionista de este sábado en Barcelona?, ¿y después?

4ª La filósofa amenabariana Bibiana Aido nada ha dicho. La misma que con gran precisión cronológica y conceptual, y no dudamos que pasará la Historia, definió al ser humano como aquel que supera las 14 semanas de gestación, sublime. Y no se piense que tal pensadora es simplista, pues en un tema, a primera vista, más sencillo, como la prohibición del burka, no ha dejado de inteligir que es un tema muy complejo y que necesita mucha "reflexión", por lo que no se puede tomar una única postura, y decidirse hacía una vía. De algo tan complejo como el aborto encuentra una solución sencilla, sin pararse en totipotencialidades de los blastómeros, y de algo sencillo como la prohibición de una prenda, discriminatoria e impuesta violentamente a la mujer, se sumerge en un mar de conceptos en los que nadie se había parado. Pues bien, lo que suscita intriga es qué nos dirá la Ministra de Igualdad, la "miembra" del paritario Consejo de
Ministro, del "machista" Mundial de Fútbol, 32 selecciones nacionales compuestas sólo por varones, con entrenadores varones, y árbitros y jueces de línea varones…Pues si exige paridad en empresas y Consejos de Administración, en asociaciones y listas electorales, éstas que comprometen el mismo sistema electivo democrático para mayor gloria de la igualdad de género, no entendemos que se deje al margen el deporte, por eso esperamos que nos ilustre. Ya sabemos que hizo su oportuna diferencia en la ley de igualdad por si algún malicioso iba por esa vía, pero no nos acaba de encajar todo el conjunto por lo que esperamos
que nos ilustre.


5ª ¿Por qué los mismos que claman contra las pensiones de los empresarios, las retribuciones de los ejecutivos, las especulaciones bursátiles no dicen nada de las altas retribuciones de los futbolistas, de sus managers, de los directivos de los clubs o de las cantidades de los traspasos?, ¿Nadie se atreve a ir contra
el pueblo?

6º Miles de páginas se están escribiendo sobre el Mundial, todo el mundo habla de estrategias, de opciones, de las capacidades propias y de cómo contrarrestar las del rival; del juego en equipo y de cómo conjugarlo con las individualidades, es decir, los momentos en los que hay que sacrificarse por el bien común, y en los momentos en que es preciso que aparezcan revulsivos; se tratará de ofender al rival con portadas periodísticas insultantes, tratando de minar su moral, cualquier debilidad es aprovechada, mientras se ensalzan las fortalezas propias; se harán miles de estadísticas, y se estudiarán las trayectorias históricas de cada selección; se acepta sin discusión que el resultado manda y que todo lo que se haga, por mucho que se trate de controlar, siempre será superado por la realidad del partido y lo incierto del resultado; se dará por hecho que se necesita mucha disciplina, talento e inversión nacional, en estadios, ligas y escuelas (tanto en colegios como crítico-periodísticas), para llegar a formar una selección de nivel internacional. Pues bien, ¿por qué todo estos análisis tan exhaustivos y profundos, y que exigen gran capacidad, cuando se traslada a ámbitos mucho más relevantes e importantes, como pueda ser un conflicto internacional, por ejemplo
el reciente israelo-turco, se usan argumentos superficiales y nimios? ¿No se dan cuenta que nuestras naciones están jugando un Mundial de Fútbol permanente en el que se disputan su existencia y el dominio de unas sobre otras, y que su juego puede ser sucio para conseguir la victoria?, los mundiales se convocan cada cuatro años, las citas con la Historia de una nación suelen tener mucha peor enmienda.

El fútbol crece en importancia e impacto, a medida que las globalizaciones del mundo avanzan, parece que, detenido en el tiempo, arrastra corrientes que parecían olvidadas por los mismos hinchas que, convertidos en ciudadanos, hacen y piensan lo contrario que lo que piden para el fútbol. ¿O quizá sea un revulsivo? Los gobernantes temen hacer declaraciones sobre el fútbol, siempre serán los primeros aficionados de su selección, por eso el Ministro de Deportes acabará imponiéndose al consternado Presidente del Gobierno.

Salud, Revolución, Hispanidad y Socialismo.