Hacia la séptima generación de izquierda
Entrevistas de Izquierda Hispánica: entrevista a José Rafael López Padrino
IH vuelve con sus entrevistas, esta vez al médico venezolano José Rafael López Padrino, marxista clásico crítico con el chavismo.
1.- Haga primero una breve presentación de su currículum o semblanza profesional.
Padre de 3 hijos (José Miguel, Raúl Ernesto y Carlos Ernesto), provengo de una familia de activistas políticos, luchadores por la equidad social y solidarios de las causas justas, que sufrieron cárceles y persecuciones durante los Gobiernos dictatoriales de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, e igualmente durante los Gobiernos democrático-burgueses de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni. Inicié mi militancia política en la Juventud Comunista de Venezuela (1959) cuando tenía 16 años de edad. Fundador de las unidades de combate urbano de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela (FALN) (1961). Curso estudios políticos en la escuela de cuadros Julio Antonio Mella en Cuba (1962); combatiente de las unidades de Lucha Contra Bandidos (LCB) del Ejército de Cuba (1963) y miembro honorario de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba (1963). Viajo clandestinamente a Venezuela incorporándome al Frente Guerrillero Manuel Ponte Rodríguez de las FALN que operaba en el oriente del país (1963). Fui desmovilizado junto a otros miembros de las FALN, producto de la política de la Paz Democrática desarrollada por el Partido Comunista de Venezuela. Viajo a México (1967) para proseguir mis estudios de Medicina, soy detenido durante la protesta y la masacre de Tlatelolco (1968). Termino la carrera de Médico Cirujano en México y retorno al país en el año 1973 (política de pacificación del Presidente Rafael Caldera) participando en luchas sindicales, y en comités de solidaridad con Cuba, Chile, y Nicaragua. En el año 1991 me incorporo al Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR-200), fundado por Hugo Chávez, y soy designado Secretario Nacional de Propaganda (1994). Por diferencias ideológicas con la fracción del MBR-200 que encabezaba Hugo Chávez, un grupo de dirigentes y militantes nos retiramos del MBR-200 (1996). Fue la época en que Chávez y el fascista Norberto Ceresole habían desarrollado una intensa relación intelectual desde su encuentro en Argentina, en el año 1994. Miembro fundador del Movimiento de Liberación Nacional (1996), organización de izquierda que asume una postura crítica desde el inicio del gobierno del Presidente Chávez. Desempeñe la Secretaria Nacional de Propaganda, y la dirección de su periódico (mensual) Bravo Pueblo hasta el año 2002, fecha en que debo viajar al exterior por razones laborales. Actualmente soy columnista del diario Tal Cual, del semanario La Razón ambos editados en Venezuela y colaborador de las páginas WEB: Soberanía, Aserne, Venezuela Analítica de Venezuela y del El Revolucionario (México).
En el ámbito profesional inicié mis estudios universitarios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carabobo (1961) Venezuela, los cuáles interrumpí por razones políticas, reiniciándolos en el año 1967 en la Universidad Nacional Autónoma de México egresando como Médico Cirujano en el año de 1970. Realice mi especialización en el área de Ginecología y Obstetricia en la UNAM (1972) y mi Doctorado (Ph.D.) en Fisiología y Farmacología en la Clínica Mayo-Universidad de Minnesota (USA), graduándome con honores (1980). Ingreso al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) (1981). Desempeñé la dirección del laboratorio de Fisiopatología Muscular desde su fundación hasta el año 2002, fecha en que fui jubilado y el laboratorio fue cerrado. Mi reincorporación bajo la figura de Profesional Ligado a la Investigación, me fue negada por las autoridades del IVIC, lo cual me obligó a emigrar en busca de nuevas oportunidades laborales. Gremialmente fui miembro fundador e integrante de la junta directiva de la Asociación de Investigadores del IVIC, por dos períodos consecutivos (1985-1987) y Director Laboral electo ante el Consejo Directivo de la Institución (2002).
Desde el año 2003 me desempeño como Profesor “Lecturer” en la Universidad de Harvard, Boston, Estados Unidos. He sido galardonado con 23 Premios y Reconocimientos Nacionales e Internacionales, publicado 180 trabajos científicos en revistas indexadas, y presentado más de 345 resúmenes en Congresos Nacionales e Internacionales.
2.- ¿Qué semejanzas y diferencias encuentra usted entre las izquierdas y las derechas en la actualidad?
Históricamente las denominaciones "derecha" e "izquierda" adquirieron significado político durante la Revolución Francesa, cuando dos tendencias revolucionarias distintas, se ubicaron a la derecha y a la izquierda del salón de sesiones de la Asamblea Nacional Francesa: Los Girondinos a la derecha y los Jacobinos a la izquierda (1789). Desde ese episodio histórico, la izquierda ha sido considerada la posición política de quienes propician una distribución más equitativa de la riqueza, que buscan favorecer a los sectores con menos recursos de la población, que luchan por el cese de la explotación de los trabajadores.
El fracaso de los regímenes burocráticos-estatistas y de la vía armada en Latinoamérica, así como el surgimiento de liderazgos personalistas (caudillezcos) que se identifican con proyectos izquierdistas, ha conducido a un perverso reacomodo ideológico de esta corriente como alternativa política. La asociación de “izquierda” con progreso y justicia social no es del todo válida; la “izquierda” ha sufrido un proceso de pérdida de su ideología, a transitar un maléfico pragmatismo, lo cual ha conducido a desdibujar su perfil político humanista y emancipador. Paradójicamente hoy existen proyectos de izquierda (socialismo de mercado Chino, capitalismo de Estado Vietnamita o Cubano) más retrógrados en lo político, económico y social que muchos otros regímenes democrático-burgueses.
Contrariamente, la derecha siempre ha sido asociada a las políticas que favorecen al sector empresarial o en general a cualquier grupo económico, que lucha por darle continuidad al proyecto hegemónico. Las derechas en todas las épocas y lugares han sabido y siguen sabiendo perfectamente bien, lo que quieren y aspiran. Para ellos no es cuestión de doctrinas o modos teóricos a seguir o utopías que erigir, sino de cómo defender y preservar sus privilegios y el nivel de explotación sobre los trabajadores al precio que sea necesario.
3.- ¿Cómo valora la situación política de México, Honduras, etc...?
Hacer un análisis político de la realidad latinoamericana no es nada fácil. La complejidad del tema nos obliga a considerar los aspectos macro de los proyectos que gobiernan en el continente. En términos muy esquemáticos podríamos señalar la existencia de 4 modelos políticos, con características y dinámicas distintas, sin que ninguno de ellos constituya una verdadera alternativa para romper con el ciclo de la pobreza, la explotación y la exclusión social.
1.- Modelo Socialdemócrata: La socialdemocracia en nuestra América ha pretendido infructuosamente garantizar los derechos esenciales de los ciudadanos, como una adecuada salud, educación, trabajo, vivienda, seguridad social, etc. Como modelo de gobierno ha fracasado, independientemente de que sea de centro derecha, o de centro izquierda. Ejemplos de ellos podrían ser los gobiernos de Cristina Fernández (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Pepe Mújica (Uruguay), Fernando Lugo (Paraguay), Álvaro Colón (Guatemala), Leonel Fernández (República Dominica), Mauricio Funes (El Salvador), Alan García (Perú), René Preval (Haití) y Laura Chinchilla (Costa Rica).
2.- Modelos Neoliberales: Se trata de tendencias neoliberales variadas, pero cuyos objetivos tienen una clara definición: garantizar la continuidad del proyecto de dominación capitalista. Históricamente las derechas tradicionales latinoamericanas, estuvieron íntimamente asociadas a los regímenes de democracia restringida y de dictadura militar que predominaron en los años de la Guerra Fría. Sin embargo, esa derecha se ha visto forzada, a modificar su discurso, se ha “socialdemocratizado”, a fin de infundir esperanza en el seno de las grandes mayorías. Ello obviamente, sin renunciar a las aperturas, y a las privatizaciones, así como a la reducción y desmantelamiento del Estado. Este modelo de derecha “socialdemocratizada” estaría representada por los gobiernosde Felipe Calderón (México), Porfirio Lobos (Honduras), Ricardo Martinelli (Panamá), Alvaro Uribe (Colombia), y Sebastián Piñera (Chile).
3.- Nacional-populismos. El nacional-populismo del siglo XXI representa un amasijo variopinto de expresiones ideológicas, muchas veces contradictorias, en las cuales el vocablo “pueblo” -masa heterogénea desde el punto de vista clasista- ocupa un lugar mágico. Este modelo ha surgido en países del continente, donde las masas no llegaron a cristalizar verdaderos movimientos clasistas, como en Europa, sino que han sido atraídas por liderazgos carismáticos y demagógicos.
A pesar de los diversos matices con que el populismo se presenta en Latinoamérica, todos ellos comparten el culto al líder mesiánico. Se trata de un anquilosado capitalismo de Estado (Estadolatria), que privilegia al capital financiero internacional y pisotea las conquistas socio-económicas de los trabajadores. Identificados con este modelo de gobierno podríamos considerar a Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador), y Hugo Chávez (Venezuela).
4.- Estatista-burocrático: Esta representado por el llamado “socialismo real”. Es la materialización de la doctrina del “Estado de todo el pueblo”, que en nombre de los explotados administra los “intereses generales” de la sociedad a través del cuerpo burocrático. Constituye una interpretación equivocada del marxismo que amputa las libertades civiles, políticas, y donde el proletariado no es, ni social, ni políticamente el sujeto de la revolución. Un ejemplo de ello lo constituye el gobierno de Raúl Castro (Cuba).
Lamentablemente nuestros pueblos no saldrán de la miseria y de la explotación mientras no surjan gobiernos revolucionarios que impulsen un proyecto socialista como lo soñaron Marx y Engels. Sin la socialización del poder político y económico no hay emancipación posible.
4.- ¿Qué opina usted de la herencia española en Iberoamérica?
Los legados más importantes de la colonización española fueron: i) en la esfera ideológica, la cristianización de la región por la fuerza de las armas; ii) en lo político, la expansión del dominio de la Corona española, sobre las provincias de ultramar mediante el establecimiento de una estructura autoritaria, burocrática y jerárquica dirigida por una minoría política; iii) en el campo económico, la imposición de un régimen de explotación a los indios y esclavos en actividades como la agricultura y la minería. Además, institucionalizaron el saqueo de las riquezas de la región especialmente los metales preciosos como el oro y la plata. Ello aunado a un fuerte monopolio comercial impuesto por la Corona sobre sus territorios de ultramar; iv) culturalmente, el legado más importante fue el idioma como parte del proceso civilizatorio. Además los españoles lograron permear su literatura, su música, y sus artes en las sociedades que se habían consolidado en sus colonias de ultramar.
5.- ¿Qué piensa usted del legado de la Unión Soviética? ¿Cree usted que el modelo soviético de socialismo es el único realmente posible?
Primeramente habría que precisar que el modelo de gobierno en la Unión Soviética, al igual que en su zona de influencia en la Europa Oriental, no representaron proyectos socialistas verdaderos, sino regímenes autoritarios, Estatistas y burocratizados. En la Unión Soviética, no surgió un verdadero poder popular socialista, que permitiera superar las condiciones de explotación, coerción, hegemonía, y exclusión social. Donde lamentablemente se transformó al proletariado en clase oprimida, no sólo desde el punto de vista de sus "libertades democráticas", sino de su ubicación en las relaciones de producción.
Sin embargo, a pesar del lastre que le impusieron sus imperfecciones y los desastres de la II Guerra Mundial, el legado político de la Unión Soviética no puede ser ignorado. Representó el primer intento de construcción de una sociedad socialista, al igual que su papel determinante en la derrota del expansionismo nazi. Además, constituyó junto a los países de la Europa del Este, el gran bloque que se enfrentó durante la Guerra Fría al capitalismo encabezado por Estados Unidos y otras potencias europeas occidentales.
En un lapso asombrosamente breve, se transformó en un gran país, con un extraordinario desarrollo industrial. Dejó de ser una nación medieval, para convertirse en la segunda potencia del mundo, a pesar de haber sufrido la aniquiladora invasión nazi. De ser un país que labraba la tierra con arados de madera, llegó a desarrollar el uso de la energía atómica. Socialmente, redujo las desigualdades existente, mejoró los niveles educativos de la población erradicando casi en su totalidad el analfabetismo, desarrolló amplios planes de vivienda, estableció la gratuidad de la salud, mejorando sus índices sanitarios (mortalidad infantil, natalidad, morbilidad, calidad de vida, etc.). Al mismo tiempo que impulsó el deporte como una actividad prioritaria en la vida del Estado soviético, llegándose a disputar la supremacía mundial con los Estados Unidos.
El fracaso del mal llamado socialismo soviético fue una gran lección para todos los revolucionarios: nos mostró que sin la socialización del poder político y económico no hay socialismo posible. Además, es equivocado pensar que el modelo soviético de socialismo sea el único realmente posible, ya que el mismo solo fue un intento de realización (parcial e imperfecta) del ideal socialista.
6.- ¿Cómo valora el proyecto político panhispánico de Hugo Chávez?
El mal llamado proyecto político panhispánico de Hugo Chávez no representa ninguna “alborada emancipadora”. Es una propuesta falsificada que no constituye una alternativa viable que permita romper con el nefasto capitalismo y su legado de destrucción económica, social y humana. Su proyecto panhispánico se enmarca dentro de un vigoroso plan expansionista neoimperial, cuyos orígenes se encuentran en la doctrina acuñada por el fascista Norberto Ceresole, quien señalaba la necesidad de construir un espacio geopolítico vital en Latinoamérica, como elemento fundamental para la subsistencia de la revolución bolivariana. Esta visión expansionista de dominación, esta basada en la concepción nazista del “Lebensraum” o “espacio vital alemán”, la cual se ha convertido en la “hoja de ruta” de la política exterior venezolana.
El surgimiento de este nefasto proyecto, entiéndase “neoimperialismo bolivariano”, ha requerido de la utilización de cuantiosos recursos económicos y de petróleo barato como palanca para imponer sus criterios políticos a nivel continental. La creación de instancias como la Alternativa Bolivariana para las América (ALBA) (2004), Petrocaribe (2005), así como el uso discrecional de los fondos del Estado venezolano, han jugado un papel determinante en la consolidación de este perverso subproyecto de dominación en Estados económicamente débiles. Ayudas y suministros que lejos de tener un carácter solidario para con los pueblos, como suele afirmarse, son instrumentos de chantaje y subordinación, pues cuando surgen discrepancias políticas, las dadivas son suspendidas como sucedió con la República Dominica en el pasado y con Honduras más recientemente. Todo esto apuntalado por una propaganda Goebbeliana, transmitida por la panfletaria Telesur (Televisora del Sur) aplicando el aforismo “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.
Además, Chávez en su afán por consolidar su proyecto neoimperial, ha establecido alianzas con populistas como Manuel López Obrador en México, y hasta representantes del etnocacerismo (nacionalismo étnico) como el publicitado por Ollanta Humala en el Perú. Se ha aprovechado de la pobreza, la ignorancia, y la exclusión social para promover candidatos improvisados, corruptos y faltos de valores democráticos, que bajo un mensaje populista buscan atraer el voto de un electorado desesperado y sin brújula.
Domésticamente, el proyecto panhispánico de Chávez se ha traducido en la continuación del proyecto hegemónico, pero con un libreto maquillado (“Socialismo del Siglo XXI”). La estructura económica venezolana sigue siendo capitalista, subdesarrollada, dependiente y militarizada. No deben confundirse las estatizaciones compulsivas con medidas de corte socialista. Ninguna de las empresas estatizadas por el gobierno han pasado al control de los trabajadores. El tan cacareado antiimperialismo de su proyecto se reduce a insultar a unos cuantos funcionarios del gobierno norteamericano, mientras que tras bastidores realiza grandes negociaciones con los representantes de ese imperio, al cual “condena” (Chevron-Texaco, Conoco-Phillips, Anglo American Coal, Ruhrkohle, Inter American Coal, etc.). No olvidemos que Chávez sigue siendo un proveedor seguro y barato de petróleo Tío Sam (1.300.000 barriles diarios de crudo). Además, por iniciativa de su gobierno se han aprobado normativas que desmejoran las conquistas de los trabajadores (Ley sobre el Estatuto de la Función Pública), se ha aplicado la precarización laboral en muchas las empresas estatizadas, y ha reprimido y criminalizado el derecho a la protesta y a la huelga.
7.- ¿Qué cree usted que hace fracasar los proyectos izquierdistas en la Unión Europea?
La izquierda europea ha fracasado porque dejó de ser depositaria del voto de protesta de los asalariados y de las clases más desfavorecidas. Es una izquierda sin identidad, que se desproletarizó al abandonar los paradigmas sociales que le permitían tener el apoyo de los trabajadores y asalariados. Su estrepitoso derrumbe responde en gran medida a su incapacidad de presentar propuestas electorales alternativas, claramente diferenciadas de la derecha. Prueba de ello es que en 1992 gobernaba en 15 países de la Unión Europea, hoy sólo gobierna en cinco, de los cuales Portugal y España están en graves dificultades económicas y sociales, y Grecia al borde del colapso.
Frente a la gran mentira del neoliberal Francis Fukuyama de que el colapso de la Unión Soviética implicaba el agotamiento total de las alternativas viables al capitalismo (Fin de la Historia 1989), la izquierda buscó ser lo menos conflictiva, mimetizándose ideológicamente, sin una visión clasista y combativa. Otro factor que ha incidido en este descalabro, es que la derecha, se ha vuelto social-demócrata al incorporar una agenda social en sus plataformas políticas. Hoy, Nicolás Sarkozy y Angela Merkel, sin abdicar a sus posturas reaccionarias, defienden discursivamente la protección social, el salario mínimo y el seguro de salud, algo que era de exclusividad de la izquierda en el pasado.
8.- ¿Cree que hay algún sustrato común entre los países iberoamericanos que fundamente una potencial Alianza Socialista Iberoamericana?
La Alianza Socialista en Iberoamérica, entendiendo por tal a la integración de los países de habla portuguesa y española de América y Europa, es un espacio con valores históricos, políticos, culturales, económicos, linguísticos (dos idiomas hermanos) y religiosos compartidos. Todo ello permite pensar en un proyecto multinacional que logre una mejor distribución de la riqueza, el cese de la explotación del hombre por el hombre, en fin un gran proyecto de carácter socialista. Sin embargo, el hecho de que cada una de las naciones que integran este vasto espacio geográfico tienen sus propias realidades sociales, sus propios procesos históricos, y conformaciones políticas y económicas diferentes, hace poco viable una alternativa de estas características.
9.- ¿Qué balance a nivel político haría de la Revolución Cubana y de la importancia política de Fidel Castro?
La revolución cubana (1959) constituyó en sus inicios una insurrección Jacobina, cuyo protagonismo contó con el respaldo de grupos estudiantiles universitarios, sectores humildes de la población urbana y campesina, así como de algunos estratos de la pequeña burguesía urbana ilustrada. En sus años iniciales desarrolló un programa democrático-burgués (nacionalización de empresas extranjeras, banca y comercio, programas de salud, vivienda y educación, primera reforma agraria). Años más tarde se declaró socialista (1961), forzada por las continuas agresiones militares y económicas del gobierno de Washington. Tras su declaración de socialista, la revolución le doy continuidad a las mejoras sociales ya iniciadas, e introdujo cambios sustanciales en otras áreas, en especial en la económica (segunda reforma agraria, control estatal sobre los medios de producción, etc.). Además, intensificó su solidaridad con todos los pueblos del mundo en su lucha por la liberación nacional y el socialismo. La revolución cubana en muy poco tiempo se transformó en una referencia política y moral para todos los pueblos que transitaban sus luchas emancipadores.
Sin embargo, contrariamente a su “carácter socialista”, la revolución cubana ha impuesto un capitalismo de Estado (los medios de producción no están en manos de los trabajadores sino del Estado), una militarización de la sociedad, una restricción de la libertad de expresión y asociación, así como la confiscación de derechos fundamentales de los trabajadores. Además, ha institucionalizado la nefasta figura del partido único, que carece de una vida democrática interna. El llamado poder popular (la base parlamentaria del país en la Asamblea Nacional) ha sido conculcado por la intervención activa del Partido Comunista, quien controla los procesos plebiscitarios que se realizan en la isla. Todo ello ha contribuido a deslegitimar ideológicamente a esa revolución, que si bien ha introducido cambios sociales no despreciables, no refleja la utopía socialista. A cinco décadas del triunfo de la revolución, el pueblo cubano sigue a la espera de una verdadera democracia socialista, inspirada en un socialismo plural y humanista como lo concibieron Marx y Engels.
En cuanto a la importancia política de Fidel Castro, habría que señalar que constituye un ejemplo para Latinoamérica y el mundo. Su pensamiento y acción tienen una gran significación político-social, pues ha levantado las banderas del antiimperialismo y ha contribuido a enriquecer la práctica revolucionaria. Su papel histórico como líder de un proceso que impulsó aspiraciones, ideales, cambios sociales y políticos es innegable. Evaluarlo integralmente no es nada fácil, pues si bien su aporte es indiscutible, el cambio social que impulsó y dirigió por casi 50 años no ha producido las transformaciones sociales, económicas y políticas esperadas.
10. ¿Cree usted que el Islam es un movimiento de izquierdas, como apuntan algunas izquierdas, o acaso no es sino otro tipo de fundamentalismo? ¿Cree usted que el Islam o los diversos movimientos islámicos son una amenaza?
El ascenso del islamismo político, ha reabierto un debate sobre la posibilidad teórica y la probabilidad histórica de que sectores provenientes de las filas del islamismo militante puedan considerarse de izquierda. La respuesta es no. Como ideología el islamismo propugna el establecimiento de una autocracia la cual es contraria a los intereses de los trabajadores y de los explotados. Los partidos islamistas constituyen el mejor instrumento de dominio de las "burguesías locales", al servicio de los intereses del capital nacional o transnacional. Promueven un lenguaje religioso mesiánico que no predica la "emancipación del hombre" sino su sumisión a las élites representativas del bloque de poder burgués-explotador.
La mayoría de las organizaciones políticas islámicas no promueven cambios sociales revolucionarios, sino constituyen instrumentos reaccionarios destinados a eliminar a los sectores progresistas o revolucionarios dentro de sus propias sociedades. Tal vez, la excepción histórica haya sido los Mujaidines del Pueblo en la revolución Iraní. Políticamente, los Mujaidines sostenían que la lucha de liberación nacional no podía ignorar los factores culturales y religiosos. Se identificaron con una particular interpretación del Corán, al cual dotaron de un cierto populismo tercermundista. Una fracción de ellos, se declaro "marxista leninista" (1975), razón por la cual fueron exterminados por el terror policial de la teocracia Iraní.
No creo que las organizaciones verdaderamente islámicas, referidas impropiamente como fundamentalistas, representen una amenaza para el mundo. Obviamente, no incluyo a Al Quaeda y organizaciones afines, quienes bajo la excusa de una guerra deseada por Dios (Jihad) y que conduce a la salvación eterna cometen toda clase de crímenes en contra de inocentes ciudadanos.
11.- ¿Cree que todo anticapitalismo es igual? ¿Qué diferencias relevantes observa entre los movimientos anticapitalistas más destacados? ¿Cree que los movimientos utópicos son contraproducentes?
Pensar que todos los movimientos anticapitalistas son iguales y que representan una alternativa viable para superar las perversidades del capitalismo, es un grave error. Si algo caracteriza a estos movimientos es su enorme heterogeneidad política, lo que refleja un gran vacío ideológico. Muchos de ellos no son proyectos emancipadores o libertarios, todo lo contrario, constituyen alternativas superficiales, y reaccionarias. Esto explica, la paradoja de que movimientos sociales hayan derrumbado gobiernos(no estados), y luego surjan nuevos gobiernos que no rompen ni con las políticas neoliberales ni con el capitalismo imperialista.
Otros, plantean la peregrina idea de la "humanización del capital", o minimizan el papel que juegan los asalariados en la conflictividad social. Consideran que la clase obrera está en vías de extinción, y por ello promueven la noción de «pueblo» (alianza policlasista), o de «sociedad civil», a quienes convierten, equivocadamente, en los nuevos sujetos históricos para el cambio social. Sin embargo, en el seno de los movimientos anticapitalistasexisten también corrientes socialistas revolucionarios que no tan solo se quedan en la critica del capitalismo, como lo hacen muchos otros, si no que plantean la necesidad de su destrucción y su reemplazo por una alternativa socialista.
En relación a los movimientos utópicos, los mismos son definitivamente contraproducentes desde el punto de vista político, pues plantean como alternativas regresar a una fantasiosa sociedad pretérita, enmarcada en relaciones pre-capitalistas. Reivindican las ilusiones románticas de los localismos del pasado y se oponen abiertamente a la incorporación de los avances de la tecnología y de la ciencia.
12.- ¿Por qué cree que todos los medios de comunicación españoles se encargan de ridiculizar a las izquierdas hispánicas?
La ridiculización de las izquierdas hispánicas por parte de los medios de comunicación españoles, así como de otras latitudes responde en gran medida a la crisis multifactorial que vive las izquierdas en nuestros países. Primeramente, vive una crisis teórica, porque han sido incapaces de analizar lo que significó el fracaso del “socialismo real” y establecer las razones de ello. Además, no han podido dotarse de un pensamiento propio, lejos de las repeticiones del pasado, que le permita vincularse a las realidades histórico-sociales de nuestros países. Igualmente, les ha faltado talento, y originalidad para configurar estrategias destinadas a la construcción de la utopía socialista. Segundo, las izquierdas hispánicas, experimentan una severa crisis programática. En general tienen grandes dificultades para definir propuestas coherentes, programas políticos viables sin que ello implique desdibujarse ideológicamente, así como políticas de alianzas acordes con las nuevas realidades. Finalmente, padece de una crisis orgánica. Sin una organización bien estructurada, no hay posibilidades de tener una presencia importante en el acontecer político. Las izquierdas hispánicas sufren un proceso de fragmentación -existe una gran heterogeneidad- lo cual le dificulta intervenir coherentemente en la vida política. Todo esto ha contribuido a desnaturalizar política y organizativamente a las izquierdas hispánicas haciéndolas blanco fácil de los medios quienes se han encargado de ridiculizarla, minimizarla y muchas veces simplemente ignorarlas.
13.- ¿Cree que el tildar de izquierdas a los movimientos nacionalistas étnicos es correcto o incorrecto?
Los movimientos nacionalistas étnicos no buscan conquistar el poder del estado, para impulsar cambios sociales transformadores, sino construir poderes locales basados en la autodeterminación comunitaria. Por ello estos movimientos no pueden ser catalogados como movimientos de izquierda. Los movimientos nacionalistas étnicos, en especial en el ámbito andino y mesoamericano se han caracterizado por la búsqueda de identidades colectivas, basada en la tradición cultural. Los mismos demandan derechos políticos, económicos y sociales, enraizados en el período colonial y post-colonial, careciendo de una verdadera posición ideológica que les permita romper con el proyecto de dominación capitalista.
14.- ¿Cree que el capitalismo actual de mercado pletórico –de plétora de mercancías producidas y consumidas- es el final de la historia y el estadio final de felicidad de las naciones del mundo?
Aseverar que capitalismo actual de mercado pletórico es el final de la historia, es reivindicar la falaz teoría proclamada por Francis Fukuyama (1989). La misma fue propuesta en una época marcada por el desmoronamiento de los regímenes del "socialismo real" y por el florecimiento de las economías occidentales. Para el autor era la derrota del socialismo y de la victoria del capitalismo como sistema político. Era además, el surgimiento de un mundo "posthistórico" desprovisto de las luchas de clase. Pero muy corto tiempo fue el necesario para desmentir a Fukuyama, el fracaso de las políticas neoliberales son evidentes y el resurgimientos de los conflictos sociales están en todos los rincones del planeta.
Afirmar que el capitalismo de nuestro días constituye el estadio final de felicidad de las naciones del mundo es algo más que una quimera. Un balance actual demuestra que el capitalismo, en cualquiera de sus variantes, en lugar de felicidad lo que ha generado es: profundización de los desequilibrios económicos, desaceleración de las economías nacionales, persistente incremento de la inflación, constantes macro-devaluaciones de las monedas locales, reducción del rol del Estado, así como la imposición de impuestos regresivos (IVA). Todo ello se ha traducido en un mayor desempleo e informalidad, en una caída del ingreso per cápita y del consumo, en un aumento de la exclusión social, en definitiva un aumento de la brecha entre los pobres y los ricos. ¿De que felicidad podemos hablar?
15.- ¿Vería con buenos ojos la lucha por la unidad de los hombres y mujeres que hablan español y portugués en una sociedad política socialista? ¿Cree posible y necesaria la unidad de 400 millones de seres humanos, con un pasado y un presente común, en el socialismo, en un futuro aún más común?
Definitivamente si, la conformación de una unidad política socialista es más que deseable. Los socialistas del mundo debemos levantar la banderas de la esperanza, de la libertad, de la igualdad por una sociedad distinta y solidaria. Sin embargo, no es una tarea fácil y la misma requiere de un gran debate ideológico que permita unificar a todas las corrientes de izquierda, sin exclusiones. El mundo avanza, la historia no se ha detenido, ni terminado. La fama efímera del insidioso libro de Fukuyama, ha quedado al olvido, la historia se ha encargado de demostrar lo contrario. Hoy los pueblos de Iberoamérica siguen luchando en contra del capitalismo y por la construcción de un socialismo humanista. Nuestro camino es la democracia, y nuestro destino es el socialismo.